Feb 19, 2024
Documento de Transformación Energética/Ecuador
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El Ecuador tiene un déficit fiscal de USD 8000 millones proyectado a 2024; vive un conflicto armado interno; el precio del petróleo es ligeramente más bajo que el año anterior y enfrenta el inminente cierre del ITT. Sin embargo, subsidia USD 4000 millones anuales a 13 tipos de hashtag#combustibles (sectores: industrial, pesquero, eléctrico, comercial y para uso vehicular). Según el Ministerio de Energía y Minas, el 25% de los combustibles subsidiados, salen: por Contrabando, a través de las fronteras terrestres (Colombia, Perú) y por vía marítima. Esto originó que, entre el 2019 y 2020 se perdieran más de USD 106 millones; por Robo, mediante perforaciones clandestinas en 8 poliductos. En el 2023, el país perdió unos USD 69 millones por este problema, incentivado por la alta demanda de los narcotraficantes, que según la oficina de NNUU contra el delito, requieren de 98.7 millones de litros de gasolina por año para producir cocaína; otra parte lo destinan a lanchas rápidas con las que sacan la droga hacia Centro y Norteamérica, y gasolineras clandestinas flotantes. Se desconoce cuánto dinero se pierde en esta operación.
El subsidio a los combustibles es una enorme carga económica que el Estado no puede sostener más. El presidente Noboa ha dicho que reduciría USD 1000 millones en subsidios a ciertas industrias, pero ese recorte no será SUFICIENTE; y, pudiera incrementar el “desvío Interno”. A esto se suma el Decreto Ejecutivo 1054 (30/01/2024), que dispone a las gasolineras de Ecuador, vender el diésel Premium, a los vehículos de transporte pesado internacionales a precios subsidiados; por un fallo del Tribunal de Justicia de la Comunidad Andina. De los USD 1000 millones que se asignan al subsidio del gas de consumo doméstico, la mayoría beneficia a familias pudientes y sectores económicos productivos. De ahí la necesidad de eliminarlos definitivamente, buscando mecanismos de compensación a los más pobres en el transporte público y focalizando el precio del gas.
Desde 1974 el Ecuador ha subsidiado los combustibles, con pequeños periodos en que se eliminaron pero que volvieron a ser incorporados. Los políticos se resisten a la focalización porque es una medida “impopular”, no conveniente a sus intereses electorales. La sociedad también los justifica, argumentando que causaría un alza de precios. Es importante determinar qué combustibles podrían generar una afectación económica a la cadena productiva.
Mientras el Estado continúe subsidiando; no recorte el gasto público; y no ponga mayor énfasis en el desarrollo de proyectos reales para los sectores creadores de riqueza (Petróleo; Minería, etc.), el déficit fiscal y la pobreza crecerán exponencialmente. Sin importar cuántas veces se suba el IVA, cuántos impuestos se imponga a la banca, o cuánto dinero se les quite a los “ricos”. ¡NADA SERÁ SUFICIENTE!
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