Sep 05, 2023

Blog 601

Petróleo, el único motor…por ahora

Rafael Gallegos

---

 

Hay que estar claros, hasta que no se repotencie la industria petrolera, no habrá manera de arreglar los problemas de los venezolanos. No aparecerá la luz al oprimir el interruptor, ni saldrá agua por el grifo al abrir la válvula; ni los hospitales y colegios podrán ofrecer un buen servicio…

Muy simple, mientras no exista una industria petrolera explotando sus potencialidades, no habrá no divisas, ni seguridad energética, ni electricidad sin apagones. Veamos:

–      Divisas para el país…  Los sueldos y pensiones indigentes que padecemos los venezolanos son el producto de la política de la “revolución” de acabar con Pdvsa y por ende con la renta petrolera que tanto difamamos; pero… ¡cuánta falta nos hace!

Por no haber divisas petroleras la moneda se devaluó, se generó una inflación que, por la política del gobierno de emitir infinito dinero inorgánico, se transformó en hiperinflación… los ingresos se volvieron nada y se convirtió en historia y nostalgia la condición del individuo que con sus ingresos podía pagar alquiler, luz, gas, colegios, etc., contimenos el que compraba un carro “del año”.

El retorno de Chevron ha generado las divisas que amainaron (por ahora) la hiperinflación, aunque la inflación todavía es terrible: 400% anual. Sin embargo, el gobierno está tan escaso de divisas, que si aumentara el ingreso mínimo hasta apenas unos casi inservibles 100 $ por mes …  se volvería a disparar la hiperinflación.

Y está tan debilitado, que si en noviembre Biden dice que Chevrón no puede seguir operando… se vuelve a disparar la hiperinflación.

¿Negociación en puerta? … Necesidad obliga. Cambio sanciones por democracia, dice y repite Biden. O sea… cambio sanciones, por elecciones libres, sin inhabilitados ni presos políticos, y con observación internacional.

–      Seguridad energética… Mientras las refinerías sigan operando intermitentes cual luciérnagas, la gasolina y el gasoil seguirán escasos.

Colas en las bombas de gasolina, frutos perdidos en el agro, y lo peor: un país que no puede arrancar. No se puede volver costumbre el mínimo y sudado consumo de 80.000 barriles diarios de gasolina para una productividad que no es ni parecida a la de hace una década, cuando la economía requería por lo menos 200.000 bd de gasolina. Si la industria petrolera funcionara cabalmente – como debe ser- las refinerías procesarían 1,3 millones de barriles por día y habría gasolina, diésel y derivados para exportar. Es decir, habría seguridad energética y divisas.

–      Electricidad… Cuando usted toca el interruptor y sigue a oscuras, es posible que la planta eléctrica que alimenta su casa no tenga gas, o gasoil… que también son productos de una industria petrolera… cuando es eficiente.

ENCIENDAN EL MOTOR

Siguiendo la metodología del gobierno que tiene muchos motores… pero apagados o pistoneando… podemos inferir que el primer motor a encender es el petrolero, para que ingresen divisas, se produzca y hasta exporte gasolina, gas etc.

Sin ese motor, la vida en Venezuela seguirá igual, como en la canción de Julio Iglesias.

Tal vez abusemos de los conceptos; pero no exageramos si decimos que el petróleo y la electricidad no son el primero, sino … el único motor… que debemos encender para iniciar la recuperación del país.

Lenin dijo que los países marchaban a la velocidad de su electrificación. Entonces podemos inferir que Venezuela retrocede al ritmo de su “des electrificación”. Antes de la “revolución” consumíamos 18.000 MWH, hoy, si acaso 12.000. He ahí la causa de la aceleración de los apagones estos días.

Si el país comienza a recuperarse consumirá más electricidad. Entonces… hay que preparase – planes y consenso –  para que cuando arranque, no se revierta el cambio por falta de electricidad.

VENEZUELA POLÍTICA Y PETRÓLEO

Tal como el libro de Betancourt, los tres términos van ligados. Hacia donde vaya el petróleo, va el país.

Todas las concepciones acerca del futuro de la industria petrolera, desde la estatista hasta la más liberal, coinciden en que son imprescindibles las inversiones internacionales ( de los “imperialistas” ) para arrancar el negocio de los hidrocarburos. Consenso habemus. Y en que hay que hacer cambios legales para desarrollar una nueva industria petrolera. Y en que mientras no arranque ésta (con su “partner” la industria eléctrica), no arrancará el país.

Pero el consenso de qué hacer, no es suficiente. Para que realmente arranque la industria energética en Venezuela, debe generarse confianza para los inversionistas. Esta confianza pasa por gobernantes confiables, por leyes adecuadas, por separación de poderes, que garanticen al inversionista el cobro de sus ganancias. De lo contrario, no se engañe, los capitales … no vendrán. Se irán para Guyana, Brasil, Argentina, Colombia… paremos de contar. Venezuela ya no es el monopolio petrolero de América Latina.

Es decir, hace falta un modelo diferente: gobierno distinto y manera diferente de ejercer la política. Es urgente que la oposición capitalice el 90 % del descontento para arrasar en las elecciones de 2024.

¿Políticos habemus?… Ojalá.

Tenemos una sola industria petrolera, una sola industria eléctrica, un solo país y un solo futuro. Por lo tanto, es imperativo que tengamos una sola estrategia y con éxito encendamos el motor (energético), para empezar. Una sola voz.

Es hora de que dejemos de ser este insólito limosnero sentado en un barril de petróleo. ¡Hasta cuándo!

……………..

…………………………………

http://598.a26.mywebsitetransfer.com/author/rafael-gallegos/