Jun 30, 2025
Una Historia de Éxito
IA, coaching y el desafío de interactuar mejor
En 2020, en plena pandemia, cuando muchas organizaciones luchaban por adaptarse a una nueva realidad, surgió una iniciativa con una convicción clara: el coaching ejecutivo debía dejar de ser un privilegio reservado a unos pocos.
Luis Pulgar Finol/Bonum Coaching

Daniel Bittner
Ese fue el origen de Bonum Coaching, empresa impulsada por la visión de su fundador, Daniel Bittner, ingeniero caraqueño, egresado de la Universidad Simón Bolívar, quien, tras haber vivido un proceso de coaching profundamente transformador, en una etapa de transición profesional, se propuso democratizar el acceso a este recurso de desarrollo profesional, motivado, en principio, con la idea de hacer accesible aquel recurso que le había sido tan útil a los empleados de una empresa familiar en Venezuela. Su propósito era sencillo pero ambicioso: hacer que toda persona con potencial dentro de una organización —sin importar su rol o nivel jerárquico— pudiera acceder a herramientas eficaces para mejorar su liderazgo, toma de decisiones y comunicación.
En lugar de replicar el modelo tradicional —exclusivo, costoso y de difícil acceso—, Bonum apostó por una plataforma tecnológica que permitiera ofrecer procesos de coaching de alta calidad de forma escalable, accesible y centrada en resultados.
Desde entonces, la empresa ha evolucionado de manera consistente. Lo que comenzó como una plataforma tecnológica para conectar coaches certificados con profesionales en América Latina y Europa, hoy es una solución integral de desarrollo humano utilizada por organizaciones de múltiples sectores. Empresas como DHL, Kimberly Clark, L’Oréal, Uber, Chubb, Farmatodo, entre muchas otras, han integrado los programas de Bonum en sus estrategias de talento en más de 10 países.
Bonum fue reconocida por 500 Global como una de las startups tecnológicas más prometedoras de la región. Sus procesos combinan la profundidad del coaching tradicional con el seguimiento estructurado, medición de impacto y resultados cuantificables. En casos concretos, los programas han demostrado un retorno sobre la inversión (ROI) superior al 500%, gracias a mejoras en desempeño, engagement, gestión de conflictos, liderazgo situacional y reducción de rotación de talento.
Clara: IA para preparar mejor las conversaciones que importan
Con el tiempo, el equipo de Bonum detectó una necesidad creciente: en el día a día de las organizaciones, además de los procesos estructurados, muchas personas requerían ayuda en momentos puntuales específicos: justo antes de una conversación importante o desafiante. A veces era para dar feedback, otras para pedir algo difícil, negociar con un cliente exigente, o resolver un conflicto latente.
En ese contexto, y como una extensión natural de su enfoque, Bonum desarrolló a Clara, una herramienta conversacional basada en inteligencia artificial, entrenada para ayudar a cualquier persona a prepararse para una conversación difícil en tan solo 15 minutos.
Clara no sustituye al coach humano, pero actúa como una aliada inmediata y confidencial para ordenar ideas, reducir la ansiedad, anticipar escenarios y encontrar el enfoque más efectivo y empático para cada situación. No se trata de seguir guiones rígidos, sino de ordenar ideas, anticipar reacciones, encontrar el tono justo.
A través de una interacción fluida y respetuosa, Clara guía al usuario con preguntas inteligentes, devuelve estructura y foco, y permite transformar lo que parecía tenso o incierto en una oportunidad para influir con serenidad y profesionalismo. Es especialmente útil para quienes lideran equipos, interactúan con clientes exigentes o deben gestionar conversaciones sensibles bajo presión. Muy importante mencionar que se puede disponer de este recurso a muy bajo costo, abierto a gran número de personas y a cualquier hora.
Conversaciones difíciles… pero necesarias
En entornos exigentes como la energía, la manufactura, los servicios o la logística, la calidad de las conversaciones impacta directamente en la colaboración, la seguridad, el cumplimiento de objetivos y hasta en la rentabilidad. Saber cómo decir lo que hay que decir, cuándo y de qué manera, es una competencia crítica. Y sin embargo, pocas veces se entrena formalmente a los colaboradores para manejarla de manara adecuada.
Como ha destacado Harvard Business Review, abordar conversaciones difíciles con preparación estratégica, escucha activa y propuestas claras puede transformar el conflicto en una oportunidad. El desarrollo de Clara se planteó desde el principio con esa finalidad: facilitar ese espacio breve pero clave de preparación previa, sin recetas mágicas ni scripts genéricos, sino desde la inteligencia emocional y la autoconciencia.
Tecnología con propósito
El uso de inteligencia artificial en el ámbito del desarrollo humano genera preguntas legítimas. ¿Podemos confiar en que una máquina nos ayude a gestionar emociones o conversaciones sensibles? ¿Dónde queda el juicio humano?
La respuesta no está en oponer una cosa a la otra, sino en integrar inteligentemente lo mejor de ambos mundos. Clara no da consejos cerrados, ni toma decisiones por el usuario. Pero sí facilita un proceso reflexivo, ágil y bien orientado, que puede marcar una diferencia significativa cuando el tiempo apremia y el contexto es complejo.
Es, en definitiva, un paso más en la evolución de cómo las organizaciones pueden apoyar a sus equipos no solo con procesos estructurados, sino también con herramientas de IA inmediatas, relevantes y con toque humano.
Por supuesto que la IA no reemplaza la experiencia humana, pero sí puede potenciarla. Clara representa ese principio: tecnología al servicio del talento, con un diseño ético, empático y centrado en las personas. No se busca “automatizar” la relación humana, sino facilitarla. Crear un espacio de preparación que ayude a bajar la ansiedad, a ganar foco, a anticipar escenarios y a desarrollar un lenguaje más consciente.
Las grandes transformaciones empiezan por conversaciones pequeñas, bien llevadas. Porque lo que no se dice, también pesa. Y una conversación bien preparada —por difícil que sea— puede abrir nuevas posibilidades para las personas, los equipos y las organizaciones.