PETROLEO Y DEMOCRACIA:

ESTADOS UNIDOS Y VENEZUELA EN EL SIGLO XX

Conferencia del Econ. Luis Xavier Grisanti, coautor del libro:

ESTADOS UNIDOS Y VENEZUELA: DIEZ MIRADAS

Instituto de Estudios Parlamentarios Fermín Toro

(Auspicios de la Fundación Konrad Adenauer y la UCAB)

Presentación en el Centro Venezolano Americano (CVA)

Caracas, 28 de enero de 2021


Las concesiones petroleras de Cipriano Castro (1899-1908)

Con Cipriano Castro se inicia la etapa de regulación legal del petróleo propiamente dicho por parte del Estado. En 1904, el general andino le puso el ejecútese a una reforma del Condigo de Minas. La palabra petróleo apareció por primera vez en la legislación venezolana. El Ministerio de Fomento (despacho del ramo), emitió un Reglamento relativo a la “adquisición y explotación de las minas de asfalto, petróleo, betún, brea bituminosa y sustancias semejantes.”

La presidencia de J.V. Gómez (1908-1935): primera Ley de Hidrocarburos (1920)

La llegada del general tachirense a la presidencia marcó un cambio positivo en las relaciones entre los Estados Unidos y Venezuela. El sagaz caudillo andino instruyó al canciller Juan de Jesús Paul para que hiciera llegar un mensaje al gobierno norteamericano sobre el deseo de restablecer relaciones diplomáticas (rotas en junio de 1908), ratificar la amistad y la cooperación entre los dos países y resolver los litigios pendientes de Venezuela con la comunidad internacional.

Las concesiones petroleras del periodo 1908-1918

En 1914, la Caribbean Petroleum, filial del grupo Shell, anunció la perforación exitosa del pozo Zumaque-1 en la cuenca de Maracaibo. El descubrimiento cambiará para siempre la historia de Venezuela, las relaciones con los Estados Unidos y la industria energética mundial.

Las concesiones petroleras del periodo 1918-1935

En 1917, el Dr. Gumersindo Torres fue designado ministro de Fomento. A partir de su designación, comenzó a ordenarse el otorgamiento de concesiones y la administración de la industria de los hidrocarburos. El ministro Torres propició la promulgación del Decreto Reglamentario del Petróleo de 1918 y la primera Ley de Hidrocarburos de 1920.

El 30 de mayo de 1920, se funda en Delaware, Estados Unidos, la Creole Petrolum Corporation, filial de la Standard Oil de New Jersey. El 22 de diciembre, la norteamericana Venezuelan Oil Concessions perfora el pozo Barrosos-2 en el área La Rosa en el gigantesco Campo Costanero Bolívar (Bolívar Coastal Field – BCF).

Venezuela va a vivir en la década de los años 20 su primera gran bonanza petrolera. El PIB del país se va más que quintuplicar entre 1920 y 1929. En 1926, el petróleo desplaza a la agricultura como primer componente del PIB y de los ingresos fiscales y de exportación.

Los Estados Unidos emergerá como el primer socio comercial e inversionista extranjero de Venezuela. En 1924, apunta el académico y geólogo Aníbal R. Martínez, el inspector de Minas, Ing. Luis F. Calvani, envió, por primera vez, a un grupo de ingenieros venezolanos a cursar especializaciones en petróleo en las Universidades de Tulsa y de Oklahoma, iniciándose lo que más tarde se denominará “la venezolanización” de los recursos humanos de las compañías petroleras internacionales.

López Contreras suspende las concesiones y la producción aumenta (1935-1941)

El presidente Eleazar López Contreras emprendió un plan de reformas políticas, sociales, económicas, monetarias, educativas y sanitarias, integradas en el Programa de Febrero. Se inicia la transición democrática.

El mundo comenzó a recuperarse de la Gran Depresión, sobre todo a partir de la elección, en noviembre de 1932, del presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt.

En enero de 1938, el presidente López suspendió el otorgamiento de nuevas concesiones, y en marzo, el presidente de México, Lázaro Cárdenas, nacionalizó la industria petrolera de su país; medida que, prudentemente, no fue seguida por López, quien, más bien refuerza la política de incrementar la participación fiscal y mejorar los beneficios sociales de los trabajadores petroleros.

La producción petrolera continuó su marcha ascendente durante el quinquenio. La extracción creció un 46,5% entre 1936 y 1941.

Las corporaciones petroleras norteamericanas y angloholandesas continuaron realizando grandes hallazgos en sus actividades de exploración. En 1936, se perforó el primer pozo en lo que más tarde se conocerá como la Faja Petrolífera del Orinoco. La Standard Oil descubrió el campo gigante Temblador; Mene Grande, el campo Anaco y el campo Oficina, también gigantes, en Anzoátegui. En 1938, Mene Grande añadió el gigantesco campo Leona, y Standard Oil, el campo Jusepín.

Venezuela va a jugar un papel crucial en el suministro de petróleo a los países aliados democráticos que combatían a Adolfo Hitler y a sus aliados italianos y japoneses. Las relaciones entre los Estados Unidos y Venezuela se van a estrechar aún más durante el conflicto bélico y el país comenzará a forjar su reputación de suplidor seguro y confiable en tiempos de guerra y de paz.

Medina Angarita, Roosevelt y la Ley de Hidrocarburos de 1943 (1941-1945)

El presidente Isaías Medina Angarita va a efectuar una Reforma Petrolera de mayor alcance. Con gran acierto e inteligencia, Medina pudo realizar la Reforma Petrolera y a su vez garantizar los suministros petroleros de Venezuela a los Aliados. El general civilista envió una comunicación al presidente Roosevelt y dos misiones diplomáticas a Washington, para explicar la Reforma. Las empresas concesionarias mostraron sus reservas y hasta oposición; pero el gobierno de Roosevelt comprendió la necesidad de la misma y llegó a ejercer presión sobre las compañías petroleras para que aceptaran la nueva Ley de Hidrocarburos de 1943. Ese año, Medina realizó la primera visita oficial de un presidente venezolano a Washington, se entrevistó con el presidente Roosevelt y se dirigió a ambas cámaras del Congreso de loa Estados Unidos.

Los hallazgos geológicos continuaron materializándose. En 1941, la Creole tuvo éxito en la perforación del pozo Ollas-1, en la cuenca de Maturín, y concluyó el desarrollo del campo La Mulata en Jusepín.

La Ley de Hidrocarburos de 1943 ha sido considerada una de las legislaciones más sabias, exitosas y efectivas en el campo económico y petrolero nacional e internacional.

Betancourt y Gallegos, El Fifty/Fifty y la vigencia de la Ley de Hidrocarburos (1945-1948)

La ponderada decisión del presidente Rómulo Betancourt y de JP Pérez Alfonzo de ratificar la Ley de Hidrocarburos de 1943, permitió a su gobierno y al de don Rómulo Gallegos (y sucesivos) gozar de ingentes ingresos fiscales y de divisas sin precedentes. La producción se elevó un 52% y la exportación un 47,5% entre 1945 y 1948.

El ministro Pérez Alfonzo introdujo otras modificaciones en la estrategia petrolera del gobierno, entre ellas, la política de no más concesiones y la reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta (sancionada el 12 de noviembre de 1948), que consagró el principio del 50/50 (conocido como el Fifty/Fifty) en la repartición de la renta petrolera entre el Estado y las empresas concesionarias.

Las corporaciones internacionales continuaron invirtiendo y realizando descubrimientos geológicos significativos. En 1945, Socony descubrió el campo gigante Nipa en el campo Guaroa Oeste; y en 1946, Mene Grande, el campo Caico Seco en el estado Anzoátegui. Ocurre una explosión de descubrimientos sucesivos, entre otros.

La política de valorizar y refinar los crudos en Venezuela encuentra hitos históricos como los acuerdos del ministro Pérez Alfonzo con la Creole y la Shell para construir las refinerías de Amuay y Cardón, en 1947. Y en 1948, Pérez Alfonzo firma un acuerdo con Richmond para la construcción de la refinería de Bajo Grande en el estado Zulia.

Pérez Jiménez, Eisenhower y la venezolanización (1948-1958)

El 24 de noviembre de 1948, el primer presidente electo por voto popular, el educador y novelista Rómulo Gallegos, fue derrocado por una Junta Militar. El gobierno de facto, presidido por el teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud (1948 y 1950), dejó saber a las compañías concesionarias que se mantendría la vigencia de la Ley de Hidrocarburos de 1943 y la reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta de 1948, ratificando la política del Fifty/Fifty.

El 12 de enero de 1956, el ministro Edmundo Luongo Cabello anuncia que se otorgarán nuevas concesiones. El 16 de agosto de 1956, se efectúa la primera ronda de adjudicación. Empresas de calidad mundial (Mene Grande, Superior, Shell y Venezuelan American) recibieron en conjunto un total de 20.000 hectáreas en 27 parcelas del lago de Maracaibo.

La política de venezolanización de los cuadros técnicos y gerenciales de la industria fue un término acuñado y puesto en práctica por primera vez por la Compañía Shell de Venezuela en 1954, más tarde asumido como política de Estado a partir de la restauración democrática, el 23 de enero de 1958.

Las empresas petroleras siguieron aumentando sus inversiones al percibir que los gobiernos de Venezuela, mantenían sin alteración las reglas del juego. Nuevos hallazgos de campos gigantes y pequeños tuvieron lugar en el período 1949-1957. Para mencionar sólo los descubrimientos de campos gigantes: Soto, Anzoátegui (Mene Grande); Oritupano, Anzoátegui (Atlantic); Dación, Boca y El Limón, Anzoátegui (Mene Grande); y Urdaneta, Zulia (Creole), entre otros.

El 29 de julio de 1957, el gobierno de los Estados Unidos instituyó un programa voluntario de restricciones a las importaciones petroleras por presión de su industria local, afectada por los costos más bajos de las fuentes de suministro de Canadá, Venezuela, México y el Medio Oriente.

Larrazábal, Sanabria y el 23 de enero de 1958       

El 23 de enero de 1958, fue derrocada la dictadura del Gral. Pérez Jiménez. El contralmirante Wolfang Larrazábal fue designado presidente de la Junta Provisional de Gobierno. El 10 de julio de 1958, el Gobierno reformó la Ley de Impuesto sobre la Renta e incrementó las tasas impositivas, llevando la tasa máxima a un 45%.

Previamente, una comisión investigadora del otorgamiento de las concesiones durante los años 1956 y 1957, hizo entrega al Ejecutivo Nacional de un informe conforme al cual se calificaron como “indisputables todos los procedimientos legales,” destaca el geólogo Martínez.

El 19 de diciembre de 1958, el presidente provisional Edgar Sanabria elevó a 46% la tasa de impuesto sobre la renta a las utilidades netas de las empresas.

Betancourt, Kennedy y el trato preferencial (1959-1964)

Rómulo Betancourt tomó posesión el 13 de febrero de 1959. Pérez Alfonzo fue nombrado ministro de Minas e Hidrocarburos, instituyendo su Pentágono Petrolero.

El 30 de abril de 1959, el presidente Dwight D. Eisenhower emitió la Proclama No. 3.279, mediante la cual se endurecieron las cuotas de importación, con preferencia a las de Canadá y México.

Ante las enmiendas restrictivas a las importaciones petroleras de los Estados Unidos, el gobierno de Betancourt desplegó una intensa campaña diplomática para defender el trato preferencial hemisférico para los crudos venezolanos. El 18 de diciembre de 1961, el presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, realizó una visita oficial a Venezuela y se firmó una Declaración Conjunta. El 30 de noviembre de 1962, el presidente Kennedy introdujo una enmienda y fijó cuotas sobre la base de la extracción doméstica, con ciertas excepciones para las importaciones; pero se mantuvo el trato preferencial a Canadá y México.

El 20 de febrero de 1963, el presidente Betancourt viajó en visita oficial a Washington y, junto con el presidente Kennedy, emitieron una nueva Declaración Conjunta que indicaba que las necesidades de Venezuela serían consideradas previa modificación de cualquier cambio futuro en las cuotas de importación.

La producción y la exportación petrolera continuó aumentando. La extracción y las ventas externas subieron un 25% y un 26%, respectivamente, entre 1958 y 1963.

Los descubrimientos de nuevos yacimientos continuaron manifestándose. Se hallaron dos campos gigantes: Morichal en Anzoátegui y Lamar en el Campo Costanero Bolívar, ambos por Phillips.

Leoni, Johnson y el acceso al mercado estadounidense (1964-1969)

El presidente Raúl Leoni mantendrá las políticas públicas trazadas en el Pentágono Petrolero de Pérez Alfonzo.

La relación entre los presidentes Johnson y Leoni no dejó de ser cordial. Ambos mandatarios se entrevistaron en la cumbre de Punta del Este. De ahí surgieron un conjunto de compromisos a los cuales el presidente Johnson hizo estricto seguimiento, demostrando su receptividad a los planteamientos venezolanos a favor de un trato preferencial.

El comportamiento de la industria petrolera venezolana durante el quinquenio de Leoni, si bien ya no exhibía el dinamismo de las décadas anteriores, fue ascendente, aún con precios declinantes. La producción y la exportación crecieron un 6,3% y un 4,8%, respectivamente.

No fueron menores los descubrimientos de nuevos campos. Otros aportes de las compañías petroleras internacionales incluyeron la construcción de plantas desulfuradoras, plantas de inyección de vapor y plantas de deshidratación.

Caldera, Nixon y el fin de las cuotas de importación (1969-1974)

El trato desigual a Venezuela en el régimen de cuotas a las importaciones de Estados Unidos copó la atención del presidente Rafael Caldera. El embajador en Washington, Julio Sosa Rodríguez, desplegó una gran cruzada diplomática. El ministro Hugo Pérez La Salvia visitó Washington en abril de 1969 y el presidente Caldera en 1970, donde se dirigió a una sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos en términos firmes, solicitando el trato hemisférico para el país.

El gobierno del presidente Nixon, receptivo a Venezuela, designó una comisión para evaluar el régimen de cuotas, la cual emitió un informe en el cual se recomendaba un trato preferencial al país. Sin embargo, Nixon cedió ante las presiones de estados productores (Texas y Oklahoma) y sus representantes en el Congreso, prorrogando las cuotas de importación sin alteración.

En 1969, Chevrón inauguró una planta de fraccionamiento de líquidos del petróleo (GLP) en la refinería de Bajo Grande; Shell construyó el complejo de desulfuración de la refinería de Cardón; CVP firmó los contratos de servicio con Creole, Shell y Occidental; Mobil descubrió un nuevo campo dentro del campo Aguasay en Monagas, entre otros.

Venezuela alcanzó en 1970 una producción de 3,7 millones de barriles diarios, la cifra más alta en su historia.

Pérez, Ford y Carter: nacionalización y seguridad jurídica (1974-1978)

El presidente Carlos Andrés Pérez puso el ejecútese a la Ley que Reserva al Estado la industria y el Comercio Internacional de Hidrocarburos, el 29 de agosto de 1975. El 30, mediante Decreto No. 1123, se constituyó Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA).

La nacionalización de la industria petrolera venezolana pasó a ser un referente en la comunidad internacional por la sensatez y eficacia con que se llevó a cabo el proceso bajo el principio de la legalidad. Otros atributos positivos del proceso de nacionalización venezolano están representados en el mantenimiento del talento humano formado por las empresas petroleras internacionales.

Las gestiones diplomáticas de los cancilleres Ramón Escovar Salom y Simón Alberto Consalvi, así como del ministro Hernández Acosta, el embajador en Washington, Miguel Ángel Burelli Rivas, y el ministro consejero para asuntos petroleros, Félix Rossi Guerrero, hicieron comprender a las autoridades norteamericanas que la nacionalización no era el resultado de una decisión precipitada, ni un gesto inamistoso hacia los Estados Unidos, sino la etapa final de un proceso gradual dentro del cual se respetaron plenamente los derechos legítimos de las compañías concesionarias.

El secretario de Estado, Henry Kissinger, visitó Venezuela en febrero de 1976, a pocas semanas de la nacionalización y se realizaron las visitas oficiales del presidente Pérez a Washington en 1977 y la del presidente Jimmy Carter a Venezuela en 1978. El nuevo secretario de Estado, Cyrus Vance, efectuó una visita oficial a Caracas en 1977.

Herrera, Reagan y la internacionalización (1979-1984)

La estrategia petrolera del presidente Luis Herrera Campíns y de su ministro de Energía, Humberto Calderón Berti, incorporó iniciativas innovadoras como la política de internacionalización, o de integración vertical de PDVSA.

Al igual que su predecesor, Valentín Hernández Acosta, el antes presidente del Instituto Tecnológico Venezolano del Petróleo (Intevep), Humberto Calderón Berti, se habían trasladado a Washington con el objeto de explorar posibles áreas de cooperación energética entre ambos países, particularmente, en materia de explotación de crudos extrapesados.

El presidente Herrera hizo una visita oficial a Washington. En 1979, se sucedieron las visitas oficiales a Venezuela del Secretario de Energía adjunto, John F. O´Leary, y del vicepresidente de los Estados Unidos, Walter Mondale.

En 1979, el senador Edward Kennedy propició la realización de un estudio acerca del potencial de desarrollo de la industria petrolera venezolana, especialmente de la Faja Petrolífera del Orinoco (Outlook on Venezuela´s Petroleum Policy, February, 1980), cuyo apoyo provino de la Embajada de Venezuela en Washington, siendo embajador Marcial Pérez Chiriboga, ministro consejero, Iván Sigurani, y oficial petrolero quien les habla.

Ese mismo año, el ministro Calderón Berti envió una misión técnica integrada por los expertos José Ramón Solano y Evanán Romero, quienes, también con el apoyo de la embajada, negociaron el Acuerdo del Ministerio de Energía y Minas y del Departamento de Energía de los Estados Unidos en el campo de la investigación y desarrollo en materia energética, suscrito en Washington el 6 de marzo de 1980; seguido de un Memorándum de Entendimiento entre la Dirección General de Minas y Geología del Ministerio de Energía y Minas y el Servicio de Geología del Departamento del Interior de los Estados Unidos (US Geological Service).

Lusinchi, Reagan y la guerra de precios: más internacionalización (1984-1989)

Ante la guerra de precios de 1986, el excedente de capacidad (cerrada) de la OPEP y la competencia entre países exportadores extra hemisféricos por mantener o ampliar su presencia en el mercado norteamericano, el presidente Jaime Lusinchi y su ministro de Energía, Arturo Hernández Grisanti, decidieron darle un fuerte empuje a la política de internacionalización.

Reseña el historiador Brian McBeth, que PDVSA adquirió, en 1986, los activos de refinación, distribución y mercadeo (primero el 50% del capital social y en 1989 el 100%), más plantas petroquímicas y de lubricantes, oleoductos, gasoductos y estaciones de servicio de la empresa norteamericana CITGO, con una capacidad total de refinación de 1,02 MMBD, distribuida en seis refinerías con acceso a más de 14.000 estaciones de servicio con la marca CITGO.

Con la adición de las filiales de CITGO, Bonaire Petroleum Corporation (BOPEC) y Bahamas Oil Refining Company International Limited, PDVSA pasó a tener el control de la capacidad de almacenamiento de petróleo crudo y productos refinados de toda la región caribeña, junto con el acuerdo de arrendamiento de la refinaría de Curazao (Isla, 335 MBD de capacidad de refinación) y su terminal de aguas profundas (Curazao Oil Terminal).

Ese año también se adquirió la empresa AB Nynas Petroleum de Suecia (50% del capital social), principal productor de asfaltos y lubricantes de Europa, con tres refinerías en Gotemburgo y Nynashamn, Suecia, y una en Amberes, Bélgica, con una capacidad total de refinación de 55 MBD.

En 1987, PDVSA compró el 50% del capital social de Champlin Refining Co. (en 1988, el 100%), con una capacidad de refinación de 157 MBD, incluyendo un complejo petroquímico y estaciones de servicio. En 1988, PDVSA concluyó la negociación para la compra de Union Oil Corporation de California, con una capacidad de refinación de 151 MBD.

El posicionamiento logrado por Venezuela en el mercado estadounidense (y en el europeo) durante la presidencia de Lusinchi, aunado al control de los flujos de comercio y terminales de almacenamiento del Caribe, constituyeron la más hábil y mejor elaborada estrategia de mercadeo internacional conocida hasta la fecha por una empresa petrolera estatal. A tenor de las vastas reservas de crudos extrapesados del país, lo más inteligente y sensato era asegurar mercados por medio de la integración vertical de su empresa petrolera nacional. El principal conductor de esta política fue el Ing. Mario A. Rodríguez, director de comercio y suministro y vicepresidente de PDVSA.

La influencia adquirida por Venezuela en el espacio geopolítico y geoeconómico norteamericano no tiene parangón en la historia de las relaciones internacionales del país.

Pérez II, Bush, el Gran Viraje y la cooperación energética hemisférica (1989-1994)

La estrategia económica de la segunda presidencia de Carlos Andrés Pérez introdujo cambios más profundos en la política petrolera.

El Plan de expansión de PDVSA (1989-1995) preveía metas ambiciosas en exploración, producción y refinación, y para las industrias petroquímica, del gas natural y del carbón. El Plan contemplaba una inversión de capital (CAPEX) de US$ 30 mil millones para incrementar la capacidad de producción de 2,8 MMBD a 3,5 MMBD.

El Ejecutivo Nacional decidió iniciar una apertura parcial de la industria petrolera al capital privado nacional y extranjero conforme al Artículo 5to. de la Ley de Nacionalización de 1975. Se adjudicaron convenios de servicios operativos por un lapso de 20 años. En la primera (1992) y la segunda ronda (1993), se ofertaron 73 campos marginales (aquellos campos maduros cuya tasa interna de retorno era inferior al 10%). 88 empresas adquirieron el paquete de datos (data package). 19 empresas presentaron oferta para cinco de los nueve campos en licitación, la mayoría de ellas estadounidenses.

La producción y la exportación se elevaron durante el quinquenio (+29,7% y 34,4%, respectivamente).

El retorno al país de un calificado grupo de empresas estadounidenses y el posicionamiento de PDVSA en la industria petrolera norteamericana representaron, en conjunto, apuestas a favor de la intensificación de los vínculos de comercio e inversión de Venezuela con su principal socio comercial e inversionista extranjero: los Estados Unidos de América.

Por iniciativa del embajador de Venezuela en Washington, Simón Alberto Consalvi, y ante la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se designó en 1992 una Comisión Presidencial responsable de las negociaciones económicas y comerciales entre Venezuela y los Estados Unidos, presidida por el ministro de Cordiplan, Ricardo Hausmann, e integrada por el presidente del Instituto de Comercio Exterior, Miguel Rodríguez Mendoza, el negociador Gonzalo Capriles, el abogado de Cordiplan, Luis Tineo, y quien suscribe, entonces ministro consejero de la Embajada y secretario de la Comisión.

La Comisión Presidencial tuvo por objeto realizar la negociación de los proyectos de acuerdo entre los dos países, a saber: el Tratado para evitar la doble tributación, el Tratado para la promoción y protección recíproca de inversiones, el Acuerdo sobre subsidios y el Tratado para la protección de los derechos de propiedad intelectual. De estos, el que finalmente se suscribió fue el Tratado de doble tributación, en 1999.

Otra iniciativa del embajador Consalvi, fue la propuesta sobre cooperación energética hemisférica presentada por la Embajada de Venezuela en el marco del debate en torno del proyecto de Ley de Energía, sometido a la consideración de las cámaras legislativas por el presidente George H.W. Bush. Con la asesoría del Escritorio Jurídico Collier, Shannon, Rill & Scott, el embajador Consalvi y los ministros consejeros Edmond Benedetti y quien escribe este ensayo, se desplegaron una intensa campaña diplomática que dio resultados positivos, cuando el texto de la propuesta fue aprobado por el Parlamento estadounidense e incorporado en Ley de Energía de 1992.

Caldera II, Clinton y la Apertura Petrolera (1994-1999)

La persistente debilidad de los precios del petróleo, la férrea competencia por los mercados y la necesidad de iniciar la explotación de la Faja del Orinoco con nuevas tecnologías indujeron al presidente Caldera a profundizar la Apertura Petrolera, como parte integral del Plan Sosa y de la Agenda Venezuela.

En junio de 1997, se efectuó una tercera ronda de convenios de servicios operativos en campos maduros. 130 empresas precalificaron para la licitación internacional de 20 bloques de hidrocarburos. La rehabilitación y reacondicionamientos de los campos licitados en la primera, segunda y tercera ronda, con una inversión de capital aportada por los operadores del orden de $14.000 millones, permitieron que la producción de campos maduros alcanzara en su pico unos 540 MBD de petróleo.

En junio de 1995, el Parlamento venezolano autorizó la celebración de los convenios de exploración a riesgo y ganancias compartidas en áreas geológicas nuevas.

Los dos primeros proyectos de mejoramiento de crudos pesados de la Faja Petrolífera del Orinoco fueron aprobados por el Congreso Nacional durante la administración del presidente interino, Ramón J. Velásquez, en setiembre de 1993. Fueron ellos: Petrozuata, una asociación entre ConocoPhillips de los Estados Unidos (50,1% del capital social) y PDVSA (49,9%), con una inversión de capital inicial de $2.200 millones.

El segundo proyecto fue Sincor, una sociedad entre la francesa Total (47%), PDVSA (38%) y Statoil (15%), con una inversión de capital inicial de $4.200 millones).

En 1997, el Congreso Nacional aprobó dos nuevos convenios de asociación (llamados asociaciones estratégicas): Hamaca (Ameriven), asociación entre ConocoPhillips (40%), Chevron/Texaco (30%) y PDVSA (30%), con una inversión inicial de capital de $3.500 millones.

El último de los proyectos fue Cerro Negro, una asociación entre ExxonMobil de los Estados Unidos y PDVSA (ambos con 41,7% del capital social) y Veba Oel de Alemania, con una inversión de capital inicial de $1.800 millones.

El retorno de las compañías petroleras internacionales a la actividad de explotación de los hidrocarburos en Venezuela trajo consigo una inversión de capital fresco (CAPEX) de alrededor de $ 30.000 millones, se desarrolló una capacidad de producción del orden de 1,2 MMBD y se crearon más de 13.000 empleos directos y más de 34 mil empleos indirectos, con el consecuente efecto multiplicador sobre la economía nacional.

Nuevamente, se produjeron visitas oficiales de los presidentes Caldera y Clinton a los Estados Unidos y a Venezuela, respectivamente. Basta destacar que durante la visita del presidente Clinton, en junio de 1997, se suscribió un Acuerdo de Cooperación Energética entre el Ministerio de Energía y Minas de Venezuela y el Departamento de Energía de los Estados Unidos.

La diplomacia venezolana participó activamente en la formación de la agenda de la Primera Cumbre de jefes de Estado de las Américas, celebrada en Miami, en diciembre de 1994. Por iniciativa del ministro de Hacienda, Julio Sosa Rodríguez, y del canciller Miguel Ángel Burelli Rivas, se encomendó a la delegación técnica interministerial (la cual fue copresidida por quien les habla), a presentar una nueva propuesta sobre cooperación energética hemisférica. La propuesta venezolana fue incorporada al texto de la Declaración final de los jefes de Estado de Las Américas.

El tema contencioso que surgió en las relaciones bilaterales estuvo referido al establecimiento de un gravamen discriminatorio a las importaciones de gasolinas reformuladas. La embajada de Venezuela ante la Casa Blanca desplegó una intensa labor diplomática que dio como resultado una promesa de modificación de la regulación; al no concretarse, Venezuela acudió al organismo de resolución de controversias de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el cual falló a favor.

Conclusiones: el petróleo democrático de Venezuela

La política petrolera de Venezuela tuvo un hilo conductor caracterizado por un nacionalismo prudente desde los años 20 del siglo pasado, bajo la gestión del ministro de Fomento, Gumersindo Torres, hasta la nacionalización en 1976. No fue una mera coincidencia que el proceso de venezolanizacion de la industria de los hidrocarburos y la construcción de capacidades en el ámbito del capital social e infraestructura física industrial por parte de las empresas petroleras internacionales fuera concomitante con la instauración de la democracia en Venezuela.

La fase expansiva de la industria petrolera venezolana fue el resultado de la seguridad jurídica y la estabilidad contractual garantizadas, no sólo desde la primera Ley de Hidrocarburos de 1920, sino particularmente por la Ley de 1943, a partir de la cual la producción de petróleo de Venezuela subió de 536 MBD en 1939, a 3,7 MMBD en 1970.

La seguridad jurídica brindada por los sucesivos gobiernos de Venezuela durante ocho décadas, atrajeron ingentes sumas de capital de inversión aportados por las corporaciones petroleras internacionales. Las empresas concesionarias, particularmente las estadounidenses y angloholandesas, respondieron positivamente, invirtiendo en facilidades de exploración y producción; refinerías; plantas de tratamiento, deshidratación, reinyección de gas, desulfuración, desintegración catalítica, alquilación y mejoramiento de crudos pesados y extrapesados; oleoductos, gasoductos y sistemas de almacenamiento, distribución y estaciones de servicio.

La construcción de una bien ganada reputación de país respetuoso de los compromisos contractuales y suplidor seguro y confiable a los mercados mundiales fue un factor determinante en tiempos de paz y guerra, lo cual ayudó al posicionamiento de la Venezuela democrática en otros aspectos de su política exterior. Venezuela aumentó su producción petrolera para suplir las necesidades energéticas de los Estados Unidos y del mundo democrático durante la Segunda Guerra Mundial, el cierre del Canal de Suez, la Guerra de los Seis Días, el embargo petrolero árabe y la Guerra del Golfo.

No siempre hubo coincidencias en las relaciones petroleras entre los Estados Unidos y Venezuela; pero siempre fueron comprendidas las posiciones nacionalistas del gobierno de Venezuela, como quedó demostrado en el apoyo que el presidente Roosevelt brindó al presidente Medina para que las corporaciones petroleras de su país aceptaran y acataran la Ley de Hidrocarburos de 1943. Otros ejemplos de apoyo a las posiciones del país pueden apreciarse en la aceptación de la propuesta venezolana sobre cooperación energética hemisférica, tanto en la Ley de Energía de 1992, como en la Declaración de la Primera Cumbre de Jefes de Estado de las Américas de 1994.

Finalmente, no hay duda de que tanto la política de internacionalización o integración vertical llevada a efecto por cinco presidentes (Herrera Campins, Lusinchi, Pérez, Velásquez y Caldera), junto con la Apertura Petrolera efectuada durante las presidencias de Pérez II, Velásquez y Caldera II, contribuyeron a crear, no sólo oportunidades de comercio e inversión para el país, además de asegurar mercados, sino a impulsar la política exterior de Venezuela en otros ámbitos de las relaciones internacionales, afianzando los lazos de amistad y cooperación con Norteamérica, Europa y Asia, y abriendo espacios democráticos para la influencia constructiva del país en los espacios geopolíticos de su interés vital, como son el Caribe, Centro y Suramérica.

Muchas gracias.