Mercado y Cooperación Regional

Reinaldo Quintero
Presidente  de la Cámara Petrolera de Venezuela


 

Reinaldo Quintero
Presidente de la Cámara Petrolera de Venezuela

La presión sobre la emisión de carbono y su impacto sobre el cambio climático impulsan modificaciones no solo sobre la matriz energética mundial sino también sobre los modelos de negocios existentes. Dentro de este contexto, se han iniciado ajustes en la región con respecto a la energía eléctrica, que es el motor del aparato industrial y de los servicios públicos, para lograr su generación con menor emisión de carbono.

Adicionalmente, dentro de un posible escenario de crecimiento demográfico y de aumento en la demanda del petróleo para el 2040 (20 millones de barriles diarios sobre el nivel de producción actual), el país está obligado a considerar nuevas estrategias de producción y modelos de negocios que nos permitan ajustarnos a las tendencias y demandas futuras. Especialmente, en lo que respecta a la participación del gas como un combustible más limpio.

Debido a los niveles actuales de producción, nuestra agenda centra su atención en  el aumento de la misma. No obstante, con miras al futuro, debemos considerar y proyectar los cambios asociados a la cadena de suministros eléctricos, en especial la potencial participación del gas, particularmente del gas natural licuado, como combustible para las plantas termoeléctricas.

Ante esta responsabilidad, como sociedad debemos considerar nuevos modelos de participación del sector privado con el sector público, además de integrarnos con la región a través de la creación de nuevos centros de distribución, almacenaje y comercialización en el Caribe y Centroamérica. Recientemente, se calculó que la inversión total para la infraestructura requerida para cubrir la demanda de energía eléctrica de toda Latinoamérica, es de 1.3 trillones de dólares. Un ejemplo, es la proyección de Panamá como un centro de acopio energético.

En este sentido, debemos reenfocar las estrategias con aliados que nos permitan implantar nuevas alternativas que fortalezcan no solo la participación en la producción de hidrocarburos sino también el impulso de la cadena asociada a los servicios públicos, especialmente el suministro eléctrico. Por ello, es importante aliarse con socios y países que intercambien tecnologías, materias primas y desarrollos aprovechables para la cadena de valor,  con la debida política de transparencia y el balance legal e institucional como parte esencial de la credibilidad, sustentabilidad y del desarrollo industrial local y regional.

La Cámara Petrolera de Venezuela reitera su compromiso con el país y presenta planteamientos específicos y voluntad de trabajo para la reactivación de nuestra industria petrolera nacional.