Capitulo (VI)

La tercera columna: Los recursos financieros

Los siete escalones para la sobrevivencia en tiempos de bajos precios del petróleo


 

Estimados lectores, como quedamos a la expectativa en nuestro artículo anterior relacionado con este mismo tópico de los recursos financieros, en este continuaremos con el punto principal conectado con las acciones que deberíamos implantar para estar preparados para sobrevivir en tiempos de bajos precios del petróleo si nos hacemos la misma pregunta indicada, mucho antes que ocurra el gran desastre.

¿Qué pasaría si los precios del petróleo cayeran de su promedio 2018 de $65 y 2019 de $57 por barril a unos $40/ barril o mucho menos para los años venideros, y que deberíamos hacer en la empresa para el caso en que esto sucediera?

Como indiqué en el artículo anterior, lo más sensato que deberíamos hacer para enfrentar esta debacle es la previsión, es decir, estar preparados para lo peor. Así como nos predisponemos ante cualquier desastre natural. Si la empresa tiene gerentes con pensamiento estratégico, éste debería ser el símil a seguir. Anticiparse a un desastre de caída brusca de precios y tomar las acciones previas antes que ocurra, sería lo mejor para alguien que piense como estratega.

Ante esta interrogante, las respuestas estarían dadas en los siete escalones que hay que remontar en la escalera estratégica de la gráfica anexa, que tiene su sustento en el modelo económico y financiero corrido en un escenario para precios iguales o menores de los $40/ barril y las acciones que habría que tomar para que los indicadores permitan que la empresa se mantenga sin esperar que llegue el desastre; entre las cuales estarían:

  1. Correr el modelo de bajos precios, con escenarios de ≤ $40 por barril con los parámetros actuales de gastos operacionales OPEX y determinar el punto de equilibrio de precios de venta de los hidrocarburos y los indicadores financieros en este escenario.
  2. Determinar objetivos y metas de costos de producción para ese escenario de bajos precios que generen rentabilidad y utilidades óptimas.
  3. Iniciar campaña de implantación y seguimiento de mejoramiento sustancial, reingeniería y gerencia de procesos, con objetivos claros y bien definidos, junto con metas establecidas en los indicadores financieros-operacionales con tiempos de cumplimiento acordados. Todo esto con el fin primordial de lograr los índices de rentabilidad en el escenario de bajos precios de acuerdo al pronosticado en el modelo financiero.

  1. Para el punto anterior, apoyarse en la estrategia tecnológica generada en el Departamento de Investigación y Desarrollo Tecnológico (IDT) y Estudios Técnicos y Operaciones de Producción (ETOP), orientada hacia el logro de la más alta productividad amparada en el uso de tecnologías modernas y digitalización de procesos.
  2. Llevar a cabo un seguimiento estricto a los parámetros de control establecidos en el modelo e implantados en las acciones precedentes, mediante juntas periódicas semanales o quincenales en las que se establezcan públicamente: responsables, tiempo y resultados obtenidos a la fecha.
  3. Mientras se mantengan los tiempos de abundancia con altos precios, crear fondo de contingencia para honrar compromisos para cuando se presenten los lapsos de caídas de precios. Ahorrar en épocas de “vacas gordas” para sobrevivir en temporadas de “vacas flacas” o “guardar para el invierno”. Esto es algo de tan inmenso sentido común, que lo hacen muchas especies del reino animal y hasta los vegetales que acumulan agua en épocas lluviosas para usarla en los tiempos de sequía. Se supone que el ser humano es más inteligente que los vegetales.
  4. Cuando llegue el día menos esperado de la caída de precios, no nos atrapará desprevenidos, puesto que ya hemos tomado acciones de contingencia, tanto que nuestros costos de producción ya han sido optimizados para ese escenario y además dispondríamos de la liquidez necesaria proveniente del fondo de contingencia.

Hacer lo contrario a lo establecido en estos siete pasos, del “1” hasta el “7”, sería garantizar la segurísima caída en el abismo que menciono en el último punto del círculo vicioso de la opulencia a la bancarrota, descrito en el artículo anterior. Descuidos de este tipo, son ejemplos clásicos de “pésima gerencia” y sus efectos en esta tercera columna, de los recursos financieros, se inician con pequeñas grietas imperceptibles que pasan inadvertidas ante los ojos de los gerentes inexpertos; luego van creciendo y debilitando la resistencia de este pilar hasta que cuando se hacen visibles ya es demasiado tarde. Viene el colapso y con ello el desplome de la plataforma del éxito de la gerencia integrada del campo.

En conclusión, la respuesta está en tener pensamiento estratégico para evitar caer desprevenidos ante el desastre periódico de desplome de los precios del petróleo, especialmente mediante optimización de los costos de producción para escenario de bajos precios y disponer de liquidez en el fondo de contingencia.

 

Julián Andrés Salazar Velásquez
Condensado de mi libro Gerencia integrada de campos de hidrocarburos.
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