La Participación Nacional en la Economía

Alvaro Pérez Díaz
Comisión de Suplidores de la Cámara Petrolera de Venezuela


Álvaro Pérez Díaz
Comisión de Suplidores de la Cámara Petrolera de Venezuela

La participación nacional siempre ha sido un tema importante en los grandes proyectos petroleros, industriales y de infraestructura en el país, que son otorgados a empresas extranjeras que vienen a desarrollarlos. La participación nacional ha sido poco entendida y poco apoyada por las autoridades, en la creencia que produce un beneficio exclusivo para las empresas nacionales que son capaces de suministrar, fabricar o instalar un bien o servicio, un concepto absolutamente erróneo que requiere un análisis económico simple y de pequeña escala.

La economía está compuesta de transacciones, pequeñas y grandes, donde el gasto de una persona es el ingreso de otra persona o empresa y el gasto de una empresa es el ingreso de otra empresa o persona. El total de esta cadena de transacciones en su monto es lo que determina el tamaño de una economía y cada país tiene la suya.

Cuando hay participación nacional en un proyecto, el gasto de la empresa contratante es el ingreso de la empresa nacional y el gasto de esta es el ingreso de sus empleados, proveedores, etc. Pero esto no termina aquí, por ejemplo, el gasto del empleado es el ingreso de automercados, colegios, talleres, etc., que a su vez distribuyen sus ingresos a otras personas o empresas, creando una gran actividad económica de enorme diversidad. Si no hay participación nacional, el beneficio de esta actividad económica se quedará en el país de donde sea la empresa beneficiada con el suministro, manufactura o servicio requerido para el proyecto en Venezuela.

Entre las limitantes a la participación nacional en los grandes proyectos tenemos como principal actor al propietario del proyecto, que no es quien lo hace, sino quien lo manda a hacer. Dicho actor usualmente no está comprometido con el crecimiento económico local o no lo comprende, no genera las condiciones para aumentar la participación venezolana o no cree en las capacidades locales, firma acuerdos de financiamiento donde se minimiza la participación nacional y se aumenta la participación de empresas del país de origen del financiamiento.

Las empresas nacionales pueden competir de manera firme en estos megaproyectos si se generan un mínimo de condiciones, sin preferencias, que permitan una evaluación justa de precios y tiempos de entrega. Se trata de comparar en condiciones iguales. Si la empresa nacional tiene que pagar un arancel del 20% para importar subcomponentes y 16% de IVA que lo evapora la inflación, no puede ser comparada con la empresa del país de origen que tiene una moneda estable y le devuelven los impuestos arancelarios que pagó por los subcomponentes importados, así de simple, la empresa nacional será más cara y no se le otorgara la orden o contrato.

Por tanto es importante garantizar la igualdad de condiciones de compra y contratación, considerando al proveedor, contratista o empresa de servicios de origen nacional (entiéndase como nacional a empresa o corporación registrada en Venezuela, independientemente del origen de sus accionistas) exactamente con las mismas condiciones que a la empresa de cualquier otra parte del mundo, inclusive igual a las empresas cuyo origen sea igual a la del ente contratante. Expresamente se debe considerar qué moneda, lugar de entrega, condiciones financieras, condiciones de calidad, etc., deben maximizar la participación de actores nacionales mediante la justa evaluación de sus propuestas técnico comerciales.

También es importante que las gerencias de procura, construcción y servicios del contratante sean localizadas en Venezuela desde el inicio del proyecto ó en su defecto una extensión de estas gerencias, a efectos de mantener el contacto permanente con las empresas nacionales. En el pasado, las empresas nacionales enviaron al exterior sus ejecutivos a ofrecer sus productos y servicios, pero después de la visita eran olvidados como alternativa para el proyecto.

Finalmente, el Estado debe facilitar capitalización de empresas nacionales mediante la simplificación de trámites administrativos, tal que se permita abiertamente la operación en el mercado financiero y de capitales, la emisión de bonos, valores y acciones en la bolsa, si como también apoyar la consecución de financiamiento y finalmente reajustar las contribuciones fiscales y parafiscales que afectan competitivamente los productos nacionales e importados y los servicios ofrecidos en Venezuela.

Las empresas nacionales, bien sea la que fabrica algo, como la que lo importa y distribuye, como el constructor, empresa de ingeniería o de servicios, son agentes dinamizantes de la economía nacional y de la distribución de la riqueza en el país, que contribuyen a los ingresos fiscales nacionales e incrementan el producto interno bruto de la nación, por lo que el Estado debe apoyar con todo a sus empresarios nacionales.