(Capítulo IX)

¿Hay oportunidades para reactivar la industria petrolera en la Venezuela del futuro mediante la gerencia integrada de campos inactivos?


Julián Andrés Salazar Velásquez
Condensado de mí libro Gerencia integrada de campos de hidrocarburos.
Disponible para su adquisición en digital y papel en Amazon en: http://bit.ly/GerenciaIntegradadeCamposdeHidrocarburos

 

Estimados lectores

Recientemente tuve el honor de aceptar las invitaciones de los grupos “Venezuelan American Petroleum Association” (VAPA) y “Venamerica” de Houston, USA y la Fundación para el Mejoramiento Profesional (FUNMEPRO) del Centro de Ingenieros del Estado Monagas (CIV) para dictar conferencias online acerca de las oportunidades que se presentarían en la Venezuela democrática para recuperar su colapsada industria petrolera, principalmente mediante el soporte de la gerencia de campos agotados, la cual considero como uno de los factores principales a tomar en cuenta para estos momentos que se avecinan y ante los cuales debemos estar preparados.

En esa ocasión expuse como objetivo dar a conocer las tres etapas de la vida de un campo petrolero, más la cuarta del rejuvenecimiento mediante la operación de campos agotados, para lo cual hice énfasis en los flujos de trabajo para licitación de estos campos y concluir con un mensaje positivo para el caso específico de las oportunidades en la Venezuela libre.

Una de las nuevas oportunidades que actualmente se presentan a las compañías petroleras, tanto grandes como pequeñas y recién fundadas, es la participación exitosa en las licitaciones que a nivel mundial se abren de campos agotados, como parte de las estrategias de muchos países, especialmente latinoamericanos, de abrir la industria petrolera y gasífera a la participación de empresas privadas, nacionales e internacionales, con el fin de incrementar la producción, las reservas e ingresos y por ende al mejoramiento del indicador macroeconómico del Producto Interno Bruto (PIB)

La primera etapa para acometer este tipo de oportunidades de negocio está en la conformación del equipo para el estudio técnico y económico, que servirá de apoyo para la participación en licitaciones y adquisición de estos campos, el cual tiene bajo su responsabilidad definir el alcance de estos estudios, dividido en dos etapas: una de estudio preliminar de “vistazo rápido” o “fast track” de toda la cartera de campos ofrecidos por la oficina del país encargada de coordinar la licitación, razón por la cual se hace necesario hacer una jerarquización de los mejores para ser analizados en detalle; y una final, en donde se lleva a cabo el estudio integrado pormenorizado de los campos, donde se jerarquizan de acuerdo a las mejores oportunidades, desde el punto de vista de sus características de reservas y valores económicos a obtener con su explotación.

Para efectuar el estudio de “vistazo rápido”, lo más recomendable es realizarlo mediante una matriz de evaluación técnica multidisciplinaria con factores multidimensionales de ponderación de cada renglón, tomando en cuenta elementos clave como: las propiedades geológicas, con especial atención en el tamaño de la estructura, la presencia de varios yacimientos, si hay o no nuevas oportunidades exploratorias, la calidad del yacimiento, la certidumbre geológica y cualquier  otro indicador que los especialistas consideren necesario evaluar. Igualmente, las características de ingeniería de yacimientos y producción, tales como: reservas remanentes certificadas 3P, tipo de hidrocarburo, producción actual, oportunidades de desarrollo y grado de agotamiento de los yacimientos. Todo lo anterior unido con el análisis de las condiciones de superficie e infraestructura, donde se indiquen: la infraestructura e instalaciones existentes, si hay necesidad o no de construcción de nuevas instalaciones y cuál sería su complejidad; más los aspectos de perforación y reparaciones mayores relativas a la profundidad y complejidad de la actividad; así como las particularidades del entorno social, ambiental y de propietarios en lo relacionado a  conflictividad de las comunidades y dueños de  terrenos, inseguridad en el área y sensibilidad ambiental.

Para elaborar esta caracterización preliminar de cada campo, se le da un peso a cada elemento de las cinco etapas antes mencionadas, tomando en consideración el impacto que el mismo tiene en el beneficio económico que se generaría en su reexplotación, entre los cuales destacan: las reservas remanentes 3P certificadas; el tipo de hidrocarburos, ya que tendría poco peso si es gas seco y mucho valor si es petróleo ligero; igualmente se ponderaría con peso alto si el campo marginal actualmente tiene producción y cuánto es su volumen. Mientras que, aquellos factores que se le da peso menor, estarían los que pueden ser resueltos con negociaciones y tecnología, tales como: el entorno social y ambiental, la complejidad de la perforación, el riesgo geológico y la complejidad de la infraestructura.

Junto con la caracterización técnica, es necesario realizar un análisis económico a cada uno, con parámetros de entrada como: la estimación de la producción a acumular con la explotación y sus ingresos por ventas; las inversiones aproximadas (CAPEX) de la campaña de perforación y reparación de pozos y construcción de infraestructura y los costos operacionales (OPEX) de mantenimiento de producción e infraestructura, abandonos y gastos de funcionamiento, impuestos, bonos , regalías y apoyo social. De esta forma se  generan los valores estimados como: el Valor Presente Neto (VPN) y otros indicadores económicos que se consideren necesarios.

La jerarquización final se obtiene mediante una integración de las puntuaciones obtenidas por cada campo en la matriz de evaluación técnica y los valores obtenidos en el análisis económico. Generalmente siempre hay buena correlación entre la puntuación técnica y la económica. La decisión final de cuántos y cuáles campos, de los primeros ubicados en el “ranking”, se van a estudiar a detalle para ofertar, es tomada por el equipo líder del proyecto y aprobado por la gerencia de la empresa, según la estrategia que tenga la corporación para competir en este tipo de nuevos negocios.

Conocidos los campos de mayores expectativas ubicados en los primeros puestos de esta jerarquización técnica–económica, se pasa a la próxima etapa de los estudios integrados detallados, en los cuales se genera el plan de reactivación y el valor económico agregado a obtener en el negocio.

El flujograma de trabajo para el estudio, licitación, adquisición y desarrollo de los campos, lo podemos resumir en veintiún pasos (21), tal como se visualiza en la gráfica anexa, ejecutados por uno o varios equipos de trabajo, cuya misión es lograr que todo la información generada en cada etapa sirva de sustento al plan de reexplotación y reexploración, ingrediente principal para el estudio económico de donde se derivan las ofertas de licitación. Es importante tener presente en el plan de trabajo cuáles serían los productos finales o entregables de cada disciplina, con el fin de evitar efectuar análisis y generar información que no genera valor para elaborar el plan de reexplotación o reexploración. Esto ocurre frecuentemente y es tarea del líder integrador evitar el “irse por las ramas” en cualquiera de las etapas del proyecto, con el subsiguiente consumo de tiempo y recursos.

Estas veintiún etapas van desde la inicial de “Auditoria de validación de la información”, en la cual el esfuerzo se concentra en la organizar la data que sea necesaria para cada disciplina y evitar gastar tiempo en información irrelevante que no genere valor. Posteriormente, en los pasos del dos al diez, se realizan los modelos estáticos y dinámicos de los yacimientos de los campos: estratigráfico, sedimentario, estructural, petrofísico, de ingeniería de yacimientos y determinación de reservas y recursos con que se cuenta en los mismos, que servirán de soporte para los planes de perforación, reparaciones mayores y menores y análisis de infraestructura; aspectos que son vitales para la elaboración del plan inicial de reexplotación y reexploración y el plan de reactivación temprana, todo con su análisis económico, donde se determina la viabilidad económica del proyecto de reactivación de estos campos.

De ahí en adelante, una vez obtenida la buena pro para la operación, especificado en las etapas catorce y quince, se hace la revisión para la captura de nueva información, la auditoría y validación de la data y se cubren los pasos finales del dieciocho al veinte,  con el fin de llevar a cabo la revisión más pormenorizada de los modelos y planes que conlleva al diseño del “Plan revisado de reexplotación y reexploración” , el cual es presentado ante el ente regulador del país donde se obtiene la aprobación del plan, para concluir con la etapa veintiuno donde se establece el “Inicio de Operaciones” en la cual se ejecuta la  “Operacionalización del Plan de Reexplotación y Reexploración”, tomando como guía el plan establecido y aprobado.

En conclusión, mi mensaje final para el caso específico de estas oportunidades en la Venezuela del futuro, reitero que estas deben estar alineadas con la estrategia petrolera nacional, soportada en la participación de capital nacional e internacional para rescate de la industria, soportada en la aprobación prioritaria de la nueva Ley Orgánica de Hidrocarburos y el ente regulador de apertura petrolera, encargado de coordinar licitaciones expeditas de campos agotados o inactivos , para lo cual se cuenta con el personal nacional e internacional para acometer estudios y bases licitatorias, tanto en  Venezuela y en el exterior con los exiliados dispuestos a regresar y contribuir y especialistas venezolanos con experiencias en licitaciones de campos agotados. Todo lo anterior, me lleva a puntualizar que de esta forma se puede lograr el incremento de la producción a muy corto plazo y revertir la tendencia actual que tiende a cero y alcanzar el incremento sostenido de la producción y así poder afirmar que:

¡Si hay oportunidades y futuro para el rescate de la industria petrolera venezolana, principalmente en los campos agotados!