Abr 26, 2021
EL PETRÓLEO SEMBRADO
La Carta Ecológica orientó
una necesidad informativa
Manuel Bermúdez Romero
El deseo de contar con una publicación que fuese portavoz de un tema de creciente interés y el cual requería difusión, fue lo que dio lugar a que Lagoven creara en el año 1981 la denominada Carta Ecológica.
Guillermo Rodríguez Eraso (Nov. 24, 1925-Jul 13, 2012)
Guillermo Rodríguez Eraso, entonces presidente de esa empresa petrolera, explicó la decisión y su propósito en la presentación que escribió para el primer número1 de la publicación:
En los últimos tiempos, asentó, una de las áreas donde se ha dejado sentir de manera más marcada y presionante la necesidad de estar informado y compartir conocimiento, es en la conservación ambiental. El hombre, enfrentado a la urgencia de conjugar el progreso con la conservación, quiere enterarse de lo que está sucediendo a su alrededor, del esfuerzo que hace el científico en su laboratorio y de los adelantos que va recogiendo quien trabaja al aire libre para tratar de compaginar el necesario aprovechamiento de los recursos naturales con la preservación del medio.
Esa necesidad expresada por el geólogo Rodríguez Eraso había sido planteada interiormente en la empresa, y la propuesta para atenderla derivó en la Carta Ecológica, la cual en su definición de contenido y forma se concretó como idea del periodista Omar Vera López, gerente de Comunicaciones de la entonces gerencia de Relaciones Públicas de Lagoven.
En la presentación mencionada, el presidente de Lagoven hizo la determinante precisión siguiente:
Para nosotros este tema no es nuevo. Desde hace mucho tiempo hemos venido haciendo esfuerzos, pioneros en muchos casos en materia de prevención y control de daños al ambiente. Lo que sí es nuevo es que recogiéramos en una sola publicación, como esta Carta Ecológica, noticias e informaciones sobre estos esfuerzos y sobre ese aspecto.
El periodista José Gouveia2, quien se desempeñó por siete años como coordinador editorial de la Carta Ecológica, recuerda que, en efecto, Lagoven adelantaba diversos proyectos que requerían la realización de estudios de impacto ambiental cuyo desarrollo y resultado fueron divulgados por la publicación entre los públicos interesados en la lectura de esos temas específicos.
Destacó Gouveia que, sin embargo, desde su inicio la Carta Ecológica fue motivada por el deseo de presentar a los lectores una publicación sencilla sin pretensiones, suministradora de información sobre el quehacer ecológico en la empresa, en la industria petrolera y el país, tal como lo dejó establecido Rodríguez Eraso en la presentación citada, y en la cual expuso la siguiente aspiración:
“Creemos que ella puede propiciar la difusión de una actitud seria y responsable en cuanto a conservación se refiere. Esperamos que cumpla una función educadora al divulgar conocimientos. Y que sirva de lazo de unión entre todos aquellos conservacionistas que comparten con nosotros esta preocupación y estos deseos”.
