EL PETRÓLEO SEMBRADO
ABC significa educación
Manuel Bermúdez Romero
La chispa que dio lugar a la creación de las Asociaciones de Bienestar y Cultura (ABC), la disparó la búsqueda de conocimientos prácticos y útiles requeridos por las comunidades aledañas a las áreas residenciales de Shell en Mene Grande, Bachaquero y Lagunillas.
Es borrosa la memoria existente sobre aquel propósito y perduran pocos testigos de sus primeros pasos, mas ha sabido el redactor que fue en la mítica Mene Grande donde tomó más fuerza el impulso de aquellas Asociaciones de Bienestar y Cultura, afianzándose ese estímulo en la movilización de empeñosos comerciantes, entre quienes destacaron uno de nombre Agustín Fuenmayor y otro de apellido Matos, entonces gerente del Banco de Maracaibo. De estas dos personas no fue posible encontrar mayor identificación.
Recuerde el lector, para que se ubique en el tiempo y lugar, que Mene Grande fue cuna en Venezuela de la explotación petrolera comercial, la cual inició el 31 de julio de 1914 Caribbean Petroleum Company, subsidiaria de la angloholandesa Shell y de la norteamericana General Asphalt Company.
LLENANDO UN VACÍO
Del modo como ha sido contado, las ABC, creadas hacia el final de los años 50 del siglo XX para proporcionar formación en oficios útiles en la vida doméstica, enseñanza parvularia, entretenimiento, y además promocionar cultura para el cultivo de los vecinos, derivaron en establecidos centros de educación formal.
Fue en Lagunillas y hacia 1960 o antes, donde esa nueva orientación se plasmó en la fundación del Instituto ABC, el cual ha permanecido impartiendo educación y dispuso entonces de una sede transitoria alojada en un edificio propiedad de Shell, levantado en la calle U con la carretera 42, donde la petrolera estableció más tarde su clínica industrial.
Se presume que el cierre del recordado colegio Santa Rosa de Lima, hechura del notable sacerdote José Ignacio Olivares y para aquel momento administrado por las profesoras Esther y Edicta Hernández Toro, torna prioritaria la fundación de un centro de educación media privado debido a que, para añadidura, el Instituto San José, de las Hermanas Dominicas, no contaba para ese momento con bachillerato.
Hasta entonces el ABC Lagunillas sólo ofrecía estudios de bachillerato comercial y suministraba a los niños las primeras letras a través de los kínderes Catamplum chin chin (Bella Vista) y Campanitas, en Puerto Nuevo. Eran tiempos de la administración ejercida por su primera directora, la profesora América Rondón de Macías, y es cuando se le añade el ciclo básico al que, por sus buenos resultados docentes, se le agrega el ciclo diversificado en las especialidades Ciencias y Humanidades del bachillerato clásico.
RESULTADOS REVELADORES
El profesor Lesme Severeyn 1, director del ABC en el lapso comprendido entre los años 1967 y 1971 y reemplazante de la profesora Rondón de Macías, deja constancia sobre la calidad docente del instituto cuando dice:
–Creo que mientras fui director hubo más de tres promociones de bachilleres, y entre los egresados recuerdo a Ángel Sánchez, Rudy Villalobos, Carlos Rincón y Raiza López Henríquez, quienes posteriormente fueron profesores titulares en LUZ. Son cargos, subraya, a los que se accede mediante concursos de oposición. Exigencia y aprobación que hablaron por sí solas del nivel que poseían esos estudiantes.
–Esa fama se conoció en los corrillos no petroleros. Y así, de ser un instituto al que concurrían sólo estudiantes hijos de trabajadores de Shell, se decide abrir sus puertas a muchachos que provienen de todas las comunidades, sobre todo de Ciudad Ojeda. Muchachos que estaban urgidos de opciones educativas -precisó el profesor.
Destacó que entre los docentes de esa época figuraban Erasmo Alonso, biología; Atanasio Pérez Marrero, física; Alicia Lunar, inglés; Genel Severeyn, física y matemática, y Albino Orozco Bracho, castellano y literatura.
Para preservar la memoria cabe igualmente mencionar, lo suscribe quien redacta con el consentimiento del profesor Alfonso Hernández, que entre los educadores que en diversos períodos dictaron cátedra en el ABC, figuraron Pablo Ágreda, Simón Barboza, Nancy Bellorín, Emérito Boscán, Raúl Briceño, Aracelys Coronado, Rafael Chavier, Armando Davalillo, José Gamero, Nelson García (exdirector), Nelly García, Alpinio González, Eddie González -adrejecista de renombre regional-, Rafael González, Rafael Guanipa, Ángel Alfonso Hernández, Osman Leal, Amable León y Gledys León.
Así mismo, Henry López, Antonio Matos, Gumersindo Medina, Orlando Meleán, Germán Meléndez, Mervin Méndez, Roberto Méndez, Magaly Paredes, Nerio Parra, Antonio Piña, Rafael Quevedo, Pablo Quijada, Walberto Ricaurte, el apreciado músico Rafael Rincón González, Emeterio Rivas, Gladys Rojas, Jesús Salas, Beatriz Suárez de Matos, Luisa de Suárez, Humberto Villavicencio y Enrique Zárraga.
Más adelante, respondiendo a las carencias educativas presentes en la sociedad local y a las exigencias del avance del conocimiento universal, se añadieron un bachillerato docente y, en 1993, otro adicional de carácter informático que estaba dirigido al suministro de conocimientos en Organización y Sistemas y Procesamiento de Datos.
Aunque no se dispone de certeza, el redactor comparte con el profesor Hernández la idea de que respecto a la apertura del bachillerato docente, no es errático considerar que éste probablemente llenó el vacío que por esos días dejó el cierre de las Escuelas Normales, dependientes del entonces denominado Ministerio de Educación Nacional (MEN). El periodista no encontró elementos informativos para ofrecer rotunda certidumbre sobre ese aspecto concreto.
SHELL Y MARAVEN: APOYO VITAL
Los profesores Lesme Severeyn, exdirector -como se ha dicho- en una época correspondiente al período inicial, y Nelly Romero Tovar2, coordinadora docente entre las décadas de los años 80 y 90 cuando los directores fueron consecutivamente Oscar Payares y Migdalia Molleda, dan fe de la buena disposición que tuvieron Shell y Maraven, filial de PDVSA la azul, para apoyar y participar en el propósito inicialmente cultural de las ABC y después en el específicamente educativo del instituto.
–Shell, afirmó Severeyn, fue receptiva a la iniciativa. Y al efecto facilitó la edificación donde se montó la nueva sede vecina de la carretera nacional y ubicada frente al Club Carabobo, a la cual además le construyó aulas adicionales que la dotaron de espacio para dar atención a un número de inscritos que superaba su capacidad física. La empresa también suministraba el transporte para la movilización de los alumnos habitantes de sectores alejados de Lagunillas, aparte de que daba mantenimiento mecánico a esas unidades.
El licenciado dijo que la participación de Shell era activa e incluía miembros en la junta administradora o directiva, entre quienes pudo recordar -Severeyn tiene hoy más de ochenta años de edad- a Silvio León, Julio Vale y al abogado Alberto Soto Montero. Aquellos eran empleados que disponían de representatividad dentro de la empresa.
La directiva estaba integrada por las posiciones correspondientes a la presidencia, vicepresidencia, tesorería y tres vocalías, entre quienes había padres o representantes de los alumnos. Posteriormente en asamblea se acordó la incorporación de profesores.
En representación de Shell la presidencia la ocuparon, entre otros, Silvio León, Vinicio Mendoza y el ingeniero Joaquín Rosales. El consultor jurídico del Instituto ABC fue hasta su muerte el abogado Marcos Marín Urribarrí.
Por su parte, la profesora Romero Tovar informó que Shell y luego Maraven cancelaban la matrícula de una buena cantidad de alumnos que eran hijos de trabajadores de esas operadoras.
El aporte de ambas petroleras, la transnacional y su sucesora venezolana, lo apunta el profesor Alfonso Hernández, fue reconocido por los alumnos de una de las promociones de bachilleres, quienes nombraron padrino a Alberto Quirós Corradi, expresidente de las filiales Lagoven y Maraven.
AÚN VIGENTE
De acuerdo con información aportada por la profesora Nelly Romero Tovar, el ABC, conservando su mismo nombre, cambió de propietario el 15 de agosto de 1994 al pasar a pertenecer al grupo Amigos del Bien y de la Cultura, constituido por todos los profesores miembros de la nómina del instituto, quienes participan con acciones distribuidas paritariamente.
Actualmente, bajo la dirección de la licenciada Milagros Noriega y a más de sesenta años de su creación, el Instituto ABC continúa impartiendo educación secundaria en la edificación que fuera la sede del kínder Campanitas en la urbanización Puerto Nuevo, Lagunillas.
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- El profesor Lesme Severeyn es licenciado en Educación egresado de la Universidad del Zulia. Posee un postgrado en Estudios y Comprensión del Hombre, obtenido en la misma universidad y donde fue profesor de la Facultad de Ciencias e impartió las materias Antropología Cultural y Estudios y Comprensión del Hombre.
- La profesora Nelly Romero Tovar es pedagogo en el área de Castellano y Literatura, graduada en el Instituto Pedagógico Experimental Barquisimeto. Fue Jefe del Departamento de Castellano en el Liceo Dr. Raúl Cuenca, Ciudad Ojeda; Jefe de Seccional en el liceo Rafael Seijas, Caracas; Subdirectora del Ciclo Básico Lagunillas, y Coordinadora Docente en el Instituto ABC.
REFERENCIA
La redacción de este testimonio ha sido posible gracias al respaldo suministrado por las señoras Deisy Fernández y Elsa Bermúdez de Carezis, exempleadas de Shell en la División de Operaciones de Producción, Lagunillas, y principalmente por el apoyo diligente del profesor Alfonso Hernández, quien además de facilitar la conexión del periodista con los licenciados Genel y Lesme Severeyn, así como con la pedagogo Nelly Romero, suministró datos que nutrieron el contenido. Las fotografías que complementan este texto también fueron obtenidas por Hernández.
13-01-2021