De la Nave de los Locos a la Fragata de los Entreguistas


 

Un severo escrito de Carlos Raúl Hernández titulado: “La Nave de los Locos”, leerlo en: https://miamimundo.com/carlos-raul-hernandez-la-nave-de-los-locos/,  está dirigido a criticar a quienes “no pueden o no quieren entender la naturaleza” de lo que el autor denomina semidemocracias o semidictaduras o neodictaduras, aquellas que “utilizan el lenguaje y las instituciones del capitalismo democrático”.  Agrega Carlos Raúl Hernández que los “políticos medianos” no comprenden al monstruo y, por ello, no pueden combatirlo con éxito, ya que “denuncian como dictadura lo que no es”.

Pero, agrega, Hernández: “un revolucionario o alguien de inteligencia normal” jamás abandonarían espacios (se refiere a la asistencia a las elecciones legislativas) ni tenderían al gran asco que los políticos usan para refugiarse “en actividades simbólicas, inoperantes o contraproducentes”.

Por supuesto, Hernández comparte con muchos compatriotas un deseo de salir de la pesadilla que agobia a nuestro país. Pero es muy duro contra quienes rechazan la vía electoral que les ofrece el régimen actual y habla de, cómo en 2016-2017 la oposición desperdició la oportunidad de las elecciones regionales y se embarcó en “la nave de los locos contra el más elemental sentido de conservación”.  Para Hernández estos “ingenuos que rechazan la vía electoral “creen hacer  un aporte a la transición llamando al gobierno “Tiranía” y “limitándose a denunciar la corrupción” o a lamentarse por “el precio de la cebolla o el cilantro”. Termina diciendo que llamar régimen al; gobierno o gobierno al régimen “vale concha de ajo”.

Puedo comprender la furia a duras penas controlada de Carlos Raúl Hernández porque yo siento la misma frustración, pero por razones completamente contrarias. En lugar de hablar de pasajeros en la “nave de los locos” para designar a quienes rechazan el proceso electoral en los términos del régimen (sí, el régimen), y a quienes piensan que convalidar con ese acto de conchupancia a una dictadura (sí, una dictadura) es inaceptable, yo pienso en quienes proponen participar en esa farsa y terminar chapoteando en el pantano con los narcos del régimen, como pasajeros en la fragata del entreguismo. Aunque estos no son muchos sí están bastante activos. Son tripulantes de esa fragata, entre otros, Claudio Fermín, Enrique Ochoa Antich, algunos sobrevivientes de pasados naufragios de la izquierda como Leopoldo Puchi y Felipe Mujica, Henri Falcón, algunos encuestadores oportunistas y uno que otro personaje de afuera como José Luis Rodríguez Zapatero. Estos navegantes se han ido acercando al régimen y algunos ni se preocupan ya de usar máscaras y se han integrado al cuerpo de columnistas de APORREA.  Inclusive respaldan los recientes asaltos a las directivas de los partidos políticos.

Gustavo Coronel, geólogo venezolano

Mantengo que ceder al régimen y a su sistema podrido hasta la raíz puede dar ventajas temporales pero representa una derrota en el campo de los principios que terminaría por prostituir el alma de la nación. Uno no barre la basura debajo de la alfombra, sino que la saca para ser efectivamente eliminada. Respeto la posición de Carlos Raúl Hernández pero pienso que quienes rechazan la farsa electoral que ofrece un régimen que se cae bajo el peso de su propia ineptitud merecen algo mejor que la definición de pasajeros en la nave de los locos.

Seguiremos navegando, unos en el barco, otros en la fragata, la cual se hundió.

 

Publicado por Gustavo Coronel