Nov 09, 2022
COP 27
Jorge Zajia | Editor in Chief
La conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, COP 27, que este año fue organizada por Egipto y que estará en pleno desarrollo estos días que corren del 06 al 18 de Noviembre, nuevamente le brinda la oportunidad a los líderes mundiales de debatir el tema del calentamiento global y la transición energética, como una opción para desplazar y sustituir a los hidrocarburos por otras fuentes de energía más “limpias” para coadyuvar a minimizar la concentración de CO2 en la atmósfera.
COP 27 se realiza en medio de mucha incertidumbre y no menos contradicciones sobre el rol de los hidrocarburos dentro del cuadro energético mundial. La Conferencia anterior que se realizó en Glasgow, COP 26, discutió la mesa las contradicciones más que existen sobre como controlar las emisiones de CO2 y el calentamiento global, las cuales prácticamente se centran en la única carta de los hidrocarburos, principalmente el carbón, los cuales muy a pesar de sus críticos, seguirán jugando un rol de primer orden -y muy importante- en el “mix” energético mundial durante las próximas décadas y, quizás, siglos.
Hay que recordar que en COP 26 discutió con profundidad el tema de los bosques y la deforestación, concluyendo que los árboles son una alternativa efectiva, ya que pueden absorber grandes cantidades de CO2; así que controlar, y eliminar, la deforestación es vital para combatir el cambio climático.
Como hace un año, estas dos semanas los líderes, públicos y privados, que manejan el negocio del petróleo y el gas natural a nivel mundial, tiene la oportunidad de oro de discutir todos los aspectos técnicos, económicos, políticos y sociales, para despejar algunas dudas sobre la vigencia de los hidrocarburos durante las próximas décadas.
“La solución es un mundo sin petróleo y sin carbón”, indicó con energía Gustavo Petro, el recién estrenado Presidente de Colombia, al tiempo que en su país la gran noticia del día era que a unas poblaciones muy pobres de la costa pacífica colombiana se les estaban dando facilidades para que emigraran del consumo de leña para cocinar a combustibles líquidos y gaseosos.
Quienes izan la bandera de la transición energética, mediante la sustitución del carbón, y el petróleo y el gas por las llamadas fuentes alternas de energía, deben detenerse a pensar y a evaluar objetivamente que todavía la humanidad no ha culminado el proceso de la sustitución de la leña por otras fuentes modernas.
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