Pues sí señor: el petróleo viene de la Luna
sí me decía Cipriano Rojas, mi ayudante en el campo a la hora de recolectar muestras de roca, allá por los años de 1955-1957.
En este caso se trataba de las calizas y concreciones de la formación La Luna de los andes venezolanos. Las concreciones, grandes esféricas de calizas, mostraban al romperlas infinidad de bellísimas amonitas. Era un espectáculo inolvidable.