Opinión

Juan Szabo

Webinar de VAPA/VenAmerica

Acabo de ver una presentación sobre petróleo en Venezuela de Juan Szabo que es una de las más completas que he podido ver recientemente sobre el tema, ya que analiza nuestra situación petrolera tanto en el contexto nacional como en el marco de la situación geopolítica imperante.

Gustavo Coronel

Sus ilustraciones son excelentes y permiten obtener una idea bastante clara de donde estamos en esta materia. No es mi intención hacer un detallado recuento de su exposición, sino mencionar algunos de los aspectos de su charla que me llamaron más la atención, no necesariamente en la secuencia en la cual fueron presentados.

En PDVSA hay mucha gente buena

A diferencia de lo que yo pienso, quizás por estar alejado de nuestra realidad petrolera por largo tiempo, Szabo opina que todavía existe mucha gente buena en PDVSA. Eso es alentador y me reconforta saber que aún existe un valioso recurso humano en el sector, a pesar de tantos años de desastre gerencial y tanta corrupción.

Venezuela tiene unos 115.000 MMBbls de reservas

Esta es una cifra que Szabo llama “ajustada” para considerar factores más precisos de recuperación del petróleo en sitio, así como consideraciones más ajustadas a la realidad sobre reservas probadas, de acuerdo con las reglas internacionales del negocio. 

Concuerdo plenamente con Szabo en este punto, ya que he mantenido por largo tiempo que la certificación  de las reservas de la Faja del Orinoco hecha por Ramírez Carreño y Chávez fue un fraude políticamente motivado, el cual ha logrado perpetuarse de manera acrítica en casi todas las mentes del mundo no petrolero.

Lo importante de esto es que este volumen es aún formidable y le permitirá a Venezuela llevar a cabo el desarrollo pleno de su industria petrolera, a niveles satisfactorios, una vez que el nuevo gobierno democrático llegue al poder.

Estas reservas produciendo 4.5 MMBPD alcanzan para 50 años

Sin duda alguna, ese monto de reservas, buena parte del cual sería de petróleo de mediana a liviana calidad, puede fácilmente permitirle al país producir unos 4.5 millones de barriles diarios por los próximos 50 años, periodo avizorado por los expertos para que el petróleo mantenga su papel de protagonista. Para Szabo este parece ser el nivel ideal de producción que le daría al país los ingresos necesarios para su recuperación. Szabo añade que la mitad de esa producción vendría de la Faja del Orinoco.

Desde el punto de vista técnico no tengo diferencias con esta cifra, pero, hablando no como petrolero, sino como habitante del planeta, tan golpeado en su calidad ambiental por el uso excesivo de fuentes contaminantes de energía, espero sinceramente que Venezuela no llegue a tener ese nivel de producción. Soy un convencido de que la transición hacia fuentes menos contaminantes de energía como el gas natural, solar y eólica debe acelerarse. Una Venezuela a ese nivel de producción iría, en mi parecer, en contra de la tendencia deseable para un planeta que ya está muy agobiado a nivel ambiental.

Desde el día uno debe mantenerse el nivel de producción. Las acciones del Estado en las Empresas Mixtas deben ser vendidas. Debe crearse una agencia regulatoria de los hidrocarburos. PDVSA iría desapareciendo de manera progresiva, una vez limpiadas sus deudas, demandas, etc. Los contratos con las empresas privadas deben iniciarse lo antes posible, tomando como modelo las licencias actuales. 

Szabo visualiza un período de transición de unos dos años para pasar de lo actual a lo futuro. El tema de cómo pasar de lo que tenemos hoy en día, es decir, una PDVSA en ruinas, a una nueva etapa en la cual el sector privado juegue un papel decisivo es muy complejo y debe recibir mucha atención de los planificadores. Las ideas de Szabo en este sentido están en línea con quienes no le dan al Estado papel alguno en el desarrollo futuro de la industria petrolera venezolana. Yo concuerdo plenamente con estas ideas. Existe, sin embargo, una corriente que aboga por la sobrevivencia de PDVSA y por un papel importante para el Estado. Eso me parece ya imposible, suicida.

Las inversiones requeridas para realizar el inicio y desarrollo de la nueva industria petrolera venezolana en democracia se estima en 140.000 MM$

Szabo estima que se perforarían unos 11000 pozos nuevos, se refinarían unos 800.000 barriles diarios de petróleo y se exportaría hasta llegar a un pico de unos 3.2 millones de barriles al día.

Szabo incluye en su presentación un detallado análisis de la situación geopolítica mundial y del papel de la nueva Administración de los Estados Unidos en moldear esa situación en el corto y mediano plazo. Algunas de sus opiniones en este sentido solo podrán ser validadas con el tiempo.  

En resumen, una excelente contribución a nuestro entendimiento del posible futuro petrolero venezolano.   

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