La confianza: El primer paso

 La pérdida de la confianza es, quizás, lo que más ha deteriorado la relación comercial, afectando considerablemente a salud del tejido empresarial petrolero.

Por Francisco Arias/Cámara Petrolera Anzoátegui


Francisco Arias

La clave para obtener resultados positivos en un negocio, se fundamenta en propiciar escenarios de confianza, respeto, valores y equilibrio en los términos comerciales que se establezcan. Esto es y será lo que cementará las bases para el crecimiento, fortalecimiento y durabilidad de las relaciones.

En términos sociológicos, la confianza es la creencia de que la otra parte actuará de acuerdo a lo establecido o adecuadamente, conforme a la situación. Este concepto es la base principal de cualquier relación, sin ella, no existen razones creíbles para el crecimiento y permanencia.

Las oportunidades de negocio en el entorno petrolero venezolano, enmarcadas dentro de las variables mencionadas, fueron por mucho, una importante fuente de ingresos económicos y generadora de bienestar en el país, apalancada por una creciente producción petrolera que, con los precios del momento, aseguraban la inversión continua en proyectos, bienes y servicios que el empresariado podía atender.

En condiciones normales, ese sería el escenario que debería prevalecer en una economía mono productora como la nuestra. Sin embargo, hoy la realidad es otra, toda vez que la industria petrolera venezolana ha estado afectada por desacertadas decisiones operativas y por las duras sanciones internacionales que cada vez hacen más compleja la relación comercial entre el cliente y sus proveedores de bienes y servicios.

Ya por varios años la reciprocidad en los términos del equilibrio comercial entre el contratante y el contratado, se ha tornado inestable y cargada de incertidumbre, lo que hace muy difícil la necesaria y adecuada planificación financiera para cualquier empresa.

La pérdida de la confianza es, quizás, lo que más ha deteriorado la relación comercial, afectando considerablemente a salud del tejido empresarial petrolero que, ahogado en crecientes niveles de deuda, corre el riesgo de no poder mantener su carga operativa.

Siendo una de las emociones primarias del ser humano, la confianza se convierte en un elemento crítico y de importancia en los procesos de construcción y manejo de una relación comercial y fundamental en las diferentes etapas de cualquier negocio. Cuando la confianza se establece, se generan resultados positivos.

En el caso de la relación comercial de los diferentes actores que hacen vida en la industria petrolera del país, es necesario rescatar la confianza con la intención de recuperar la infraestructura petrolera nacional en toda su cadena de valor y dar el justo reconocimiento al empresariado nacional, que con su experiencia podrá reactivar la industria.

Lo interesante de nuestra situación es que, aún, una buena parte del empresariado sigue apostando a recuperar el sector para que la industria de los hidrocarburos pueda generar nuevamente bienestar a la Nación en un entorno de negocios saludable en el que el contratante tienda vías seguras.

Esto pasa por dar señales de cambios, asegurando las fuentes de pago al contratado, y que así el empresariado pueda contribuir con la estabilidad económica del país y esto ocurrirá, cuando se materialice la voluntad de querer hacer bien las cosas.

El empresariado venezolano, es y será un proveedor confiable de bienes y servicios para la industria petrolera, es quien conoce los campos, la infraestructura y trabaja en toda la cadena de valor, desde el pozo, hasta el puerto de embarque. No será otro que el nacional quien motorice más que nadie, la industria petrolera venezolana.

“La confianza en los negocios, crea un escenario propicio para el crecimiento y la reciprocidad.

Es fundamental promoverla a diario en todos los niveles.”