Oct 04, 2021

Blog 510

PÉREZ ALFONZO MÁS ALLÁ DEL MITO


 

La importancia de Juan Pablo Pérez Alfonzo en el devenir del petróleo venezolano es tal, que el análisis de su obra está lleno de emociones extremas. Algunos lo tratan como un Dios, y otros le echan la culpa del desastre petrolero actual. Ha alcanzado, y eso es negativo, la categoría de mito. Y los mitos exacerban la condición humana y hasta llegan a encarnar fuerzas de la naturaleza. Son interpretaciones negativas que no permiten analizar las obras de manera comedida, certera y ubicada en sus tiempos.

Nuestro mito por excelencia es Simón Bolívar. Para no ir muy lejos en la historia podemos observar a esta “revolución”, que ha tenido el tupé de llamarse bolivariana. Y como su desarrollo y logros están muy lejos de la doctrina del Libertador, han creado un Simón Bolívar falsificado y a la medida de sus desmanes, comenzando por el rostro y siguiendo por hacer “bolivariana” la destrucción nacional que padecemos.

Por ello, queremos analizar a JPPA más allá del peligroso mito. Comenzaremos por ubicarlo no como el prohombre del petróleo venezolano, sino como uno de los más importantes. Tal como Gumersindo Torres, a quien se le debe un buen análisis de su contradicción de gomecista y patriota. O Néstor Luís Pérez, autor de la Ley de 1938 aprobada por el congreso y jamás puesta en práctica, quién sabe porqué oscuros intereses, que estuvo preso en La Rotunda por luchar contra la dictadura gomecista. También hay que destacar a Betancourt, a Uslar Pietri, a muchos otros, y más acá en el tiempo reconocer en Rafael Alfonzo Ravard al equipo de eminentes venezolanos que dirigieron con éxito la nacionalización del petróleo, muchos de los cuales conviven con nosotros.
Para analizar la obra de JPPA intentaremos ubicarnos en su tiempo, sopesar sus ideas y acciones en sitio (en lo posible), y no desde este siglo XXI tan lejano en la época y en los paradigmas.

EL PETRÓLEO POSTGOMECISTA

Juan Vicente Gómez fue un dictador sostenido por el petróleo. De antología aquello (que les dijo a los representantes de las petroleras), de “hagan ustedes las leyes porque son los que saben de petróleo”. Éramos el primer exportador petrolero del mundo y paradójicamente un país analfabeto (80%), joven a juro (promedio de vida de 34 años) y palúdico. Las prebendas petroleras convirtieron al dictador Gómez en el hombre más rico de Venezuela. Su fortuna era seis veces el presupuesto nacional y sus haciendas, tomadas de la mano, podían llegar desde Maracay hasta San Cristóbal.

Luego de la muerte de Gómez, Arturo Uslar Pietri lanzó la consigna de “sembrar el petróleo”, que resultó escrita en piedra, y se planteaba el uso los beneficios de la industria petrolera para construir Venezuela. Apenas habían pasado siete años largos de Achnacarry, la reunión de los zares del petróleo de donde salieron las llamadas Siete Hermanas, que dominaron por décadas la producción y los mercados petroleros a costa de presiones, golpes de estado y guerras, lo que fuera necesario. Por otra parte, la participación de Venezuela en los beneficios de su industria petrolera era muy baja. Menor que la mexicana y la de otros países concesionarios.

A partir de la muerte de Gómez se comienzan a gestar leyes que facilitaran a los venezolanos el control y participación en el negocio petrolero. En 1938 se lleva al Congreso una ley que se aprueba; pero nunca se aplica.

En 1943, el presidente Medina Angarita encabezó la aprobación de una moderna Ley de Hidrocarburos que unificó las concesiones, incrementó la participación e incorporó la figura de impuesto sobre la renta.

Juan Pablo Pérez Alfonzo, diputado al Congreso por AD, se abstuvo de votar la ley. Alegó que no aclaraba aspectos de refinación y que no arreglaba cuentas con deudas previas de las transnacionales.

Sin embargo, los adecos no pudieron solapar que en general esa ley estaba de acuerdo con sus principios. Tanto, que fue el marco legal que utilizó JPPA en su política petrolera a partir de 1945.

… A PARTIR DEL 18 DE OCTUBRE

La Junta Cívico Militar resultante del Golpe del 18 de Octubre fue presidida por Betancourt, y cuatro de sus siete miembros pertenecían a AD. Pérez Alfonzo fue el encargado de manejar la política petrolera.

El mundo salía de la guerra, la producción petrolera se multiplicaba en Venezuela y el mundo. Fue nuestro primer boom petrolero. En 1938 se había nacionalizado el petróleo mexicano. En Febrero de ese 1945, el presidente Roosevelt salió apresurado de la reunión con Stalin y Churchill en Yalta, para a abordar el yate USS Quincy en el Canal de Suez, a objeto de recibir al Rey Abdulaziz Ibn Saud, de Arabia Saudita. Acordaron un impactante y poco conocido pacto geopolítico que consistió en un intercambio de petróleo por protección, que fue puntal energético en las siguientes décadas.

La guerra mundial la habían ganado los que tenían petróleo. Hitler no pudo hacerse de un surtidor confiable. Su “locura” de abrir dos frentes en 1941 al invadir la URSS no era tal, sino la desesperación por apoderarse de los ricos yacimientos soviéticos.

La política petrolera de la Junta Cívico Militar se basó en: Incrementar la participación del estado en el negocio, más allá de la Ley propusieron el Fifty- Fifty, que consistía en distribuir “mitad y mitad” los beneficios de las petroleras; además en no otorgar más concesiones (JPPA decía que apenas habían explorado mínimas cantidades de las que se habían concedido).

En cuanto al uso de la renta, se propusieron una agresiva expansión educacional, la industrialización (crearon las corporaciones regionales para promover economías, Betancourt decía que había recursos y no había ni empresas ni empresarios), la reforma agraria y en lo político, la bandera de elecciones universales, directas y secretas.

Lo que proponía JPPA en materia petrolera, no era muy diferente a las propuestas de los principales partidos URD, Copei y PCV, a pesar de que estos no apoyaban al gobierno. La diferencia sustancial de ese momento tal vez haya sido en referencia a las concesiones, por la tendencia política en la que destacaba Uslar.

La política de JPPA 1945- 48, se puede sintetizar en:  mayor participación, y no más concesiones.

El Fifty – Fifty fue aprobado por el Congreso cuando JPPA era ministro de Don Rómulo Gallegos, el 11 de Noviembre del 48. Y el 24 de ese mismo mes… tumbaron al insigne novelista. Cuando éste llegó exiliado a La Habana, dijo que lo habían derrocado los norteamericanos. Betancourt en su monumental “Venezuela Política y Petróleo”, negó ese hecho. ¿Conveniencia política?

JPPA EN LA REPÚBLICA CIVIL

Al caer la dictadura de Pérez Jiménez y luego ganar Betancourt las elecciones, JPPA volvió a ser el ministro del petróleo. ¿Qué había pasado en el mundo? En Irán, Mossadegh nacionalizó el petróleo en 1951 y fue derrocado en 1953. La guerra fría estaba en su apogeo. Las Siete Hermanas seguían controlando el negocio.

En Venezuela, Pérez Jiménez otorgó más concesiones. El presidente Edgar Sanabria había colocado el ISRL petrolero en 60 %.

La producción y los precios los seguían controlando los concesionarios. JPPA en lugar de mirar a los árabes como rivales en producción, los consideró socios y de allí salió la OPEP, que comenzó muy modestamente y a la vuelta de trece años realizó una gigantesca transferencia de capitales desde el primer mundo hacia los países exportadores de petróleo.

La política petrolera de JPPA fue continuación de la del trienio 45- 48, con los agregados de la creación de la OPEP; la CVP, y la conservación de los hidrocarburos.

En 1967 publicitaron el Pentágono Petrolero cuyas aristas (Participación en el negocio, Conservación de los hidrocarburos, No más concesiones, CVP y OPEP), reflejaban la política petrolera de casi todo el estamento político en esos años. Obsérvese que hasta ese momento no se hablaba de nacionalización.

En 1964 se realizó el debate AUP – JPPA. Se enfrentaron dos concepciones del negocio y su impacto en Venezuela: Sí o No, más concesiones. La participación del Estado en el negocio petróleo. Los límites de la inversión en Venezuela de los dividendos del petróleo.

NACIONALIZACIÓN “CHUCUTA”

JPPA se retiró de la política activa, pero era una referencia no solo en el aspecto petrolero, sino en temas como la corrupción, la población y el ambiente.

Apoyó el proceso de nacionalización. Sin embargo, no estuvo de acuerdo con el Artículo Quinto, que permitía (casi en casos extremos) la participación de capitales privados en la industria. Dijo que por ello la nacionalización sería chucuta. En el libro “El Desastre”, conversación entre varios, principalmente JPPA y Domingo Alberto Rangel, se nota un viraje de Pérez Alfonzo a posiciones políticas extremas.

EFECTO VENEZUELA

Luego del boom petrolero del 73, JPPA se mostró muy preocupado por el crecimiento de la corrupción, y porque Venezuela no pudiera absorber los pingües recursos. Decía que Venezuela iba a ser como un indigente que se ganara la lotería y comiera siete veces al día hasta que se descompensara. Que al país le iba a suceder eso con los excedentes y que esa descompensación iba a ser conocida como Efecto Venezuela.

Al observar cómo el país en diez años pasó de increíbles ingresos a la devaluación, a la debacle y a la crisis que culminó en el chavismo, vale la pena analizar esa conceptualización que dejó JPPA para despedirse.

En síntesis, un gran pensador que respondió, como todos, a su época.

A JPPA hay que analizarlo en su tiempo y no desde este 2021. Preguntarnos para llegar a conclusiones más certeras:  En esos años… ¿qué hubiera hecho usted? ¿qué impacto tuvieron sus políticas?

Superar su mitología, para realmente extraer lecciones de su historia.

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Venezuela merece una industria petrolera de primera, que sea capaz de contribuir a la construcción de un país de primera. ¡Hasta cuándo!

Esta columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.

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CURRICULUM VITAE / RAFAEL GALLEGOS CASTRO

Ingeniero de petróleo, Consultor Gerencial Independiente, Facilitador de talleres a empresas y columnista semanal en la prensa nacional. Ha dictado alrededor de 400 talleres de Gerencia y de Petróleo. Consultor Gerencial.

Profesor invitado en el Programa Internacional de Gerencia de Hidrocarburos en el IESA. Profesor invitado en programa de CENDECO Entorno Social, en la Universidad Metropolitana. Coordinador De Diplomado “Diplomacias, Petróleo y otras formas de Energía”, en la UCV. Coordinador Del Diplomado “Venezuela Energética” en la UCAB. Charlista de “El entorno como componente estratégico del negocio” ante ejecutivos de PEMEX en Villahermosa, México.

Trabajó 23 años en PDVSA donde se desempeño como operador en los campos petroleros e ingeniero de yacimientos y de planificación en las áreas de Oriente, Zulia y Barinas y Apure. Fungió Jefe de Planificación de Operaciones en Corpoven Barinas, Consultor Gerencial de Mejoramiento Continuo de Corpoven, Líder de Inversión Social de PDVSA EyP, Gerente de Asuntos Públicos de PDVSA SUR, Gerente General de AC Voluntariado de PDVSA y líder de proyecto de microempresarios del CIED ( COFIE oriente).

Coautor (en conjunto con Eddie Ramírez) del libro: “Petróleo y gas, el caso Venezuela”, año 2015. Ha sido coautor de libros/compilación de diversos autores acerca de Gerencia y Responsabilidad Social. Columnista semanal del Diario 2001 desde el año 2005 hasta el 2011. Actualmente publica artículos semanales en su Blog “Petróleo sin Reservas”, que son reproducidos en los periódicos digitales de Estados Unidos: Informe21, Diario de Caracas y El Punto News.

Se graduó de Ingeniero de Petróleo en la UCV en 1979 y realizó estudios parciales de postgrado en Finanzas en la misma universidad en los años 1983 y 1984.

Es miembro del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (SVIP), del sindicato de trabajadores petroleros Unapetrol, miembro Fundador del Centro de Orientación de Energia (COENER), y miembro del Equipo Coordinador de Gente del Petróleo.

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