LIMINAR

Escribir sobre la historia no es labor de un día. Escribir sobre la historia patria es reflexionar sobre la propia vida y su inserción en la existencia atormentada y compleja de la patria de todos.

Quien escribe sobre la historia en la madurez suele haberlo hecho desde la perspectiva crítica y esperanzada que le ha acompañado desde la juventud. Para escribir sobre la historia hay que conocer la historia.

Y conocer la historia significa haber madurado un juicio valorativo sobre las personas y sus circunstancias.

Porque la historia es la aventura de la libertad humana en el tiempo. Y como tal tiene algo o mucho de heraclitiana, en cuanto su decurso es como el río, que fluye y cambia, sin que podamos decir que sean las aguas de su cauce, aunque el río sea el mismo, las mismas en las cuales nadábamos ayer.

Para un país el fluir de la historia, sus procesos disímiles, sus aparentes avances o retrocesos, son la manifestación, mientras la nación subsista, que siempre su vida no está hecha, sino en perpetuo hacerse. Y ese hacerse no es otra cosa, cada vez y siempre, que el reto de escribir la página del tiempo que le es dada a cada generación. Para tal tarea quienes piensan a la patria, cada uno en su tiempo, no parten de cero. Su pensar es un diálogo compartido, nutrido de crítica racional, con quienes les han precedido…

2024 Asdrubal Aguiar VENEZUELA EN LA ANTESALA DE LA HISTORIA