Feb 20, 2025

Historias y personajes del petróleo

La miel del Mantrasto pone dulzura

a la economía petrolera de la Faja

Manuel Bernáez Belisario, Apicultor, Presidente de la Asociación de Productores de Miel del Sur del Estado Anzoátegui, dice que “Son tiempos difíciles para el petróleo y sus precios, pero no para nuestras abejas”.

Evaristo Marín/Especial para Petroleum

El mercado que se abre a la miel del Mastranto para el consumo local y de exportación es definido como sorprendente. La materia prima crece silvestre en las sabanas y ha generado zafras de hasta 50 toneladas/año.

En los farallones de Chimire, entre El Tigre y Cantaura, los apiarios se multiplican.

Las colmenas se multiplican con el dulzor de la miel de abejas, en la Faja del Orinoco. ““Son tiempos muy difíciles para el petróleo y sus precios a nivel internacional, pero no para nuestras abejas y la flor del Mastranto”, nos dice Manuel Bernáez, apicultor del sur del estado Anzoátegui, al hablar con mucho optimismo de la perspectva que se abre para  el creciente mercado de la miel en el mercado gastronómico local y de exportación.

En las tierras petroleras de la Faja del Orinoco y sus alrededores, donde la flor del Mastranto crece silvestre  en los sabanales, la miel de abejas ha logrado alcanzar en un año zafras de hasta  cincuenta toneladas. Eso ocurrió en el 2020, en el área productiva, desde el sur de El Tigre, hasta los límites con Freites(Cantaura) en donde está aproximadamente el 60 % de las colmenas, ha pasado a ser en menos de una década una tierra de alta promisión, con resultados verdaderamente sorprendentes para el mercado venezolano y del Caribe (islas turísticas antillanas).

La miel del Mastranto, de color ámbar y exquisito sabor.

Aún son  pocos los productores (Se estima que unos 74 en Anzoátegui,en su totalidad en el sur del Estado) pero si se agrega geográficamente a los del Guárico y Monagas, zonas donde también la flor del Mastranto crece en las sabanas, silvestre, con una abundancia asombrosa, la multiplicación de apiarios puede calificarse como algo muy alentador.  “El sabor de la miel del Mastranto  es único.Esa pequeña planta no requiere de mayor cuido, solo necesita que caiga la lluvia y crece vigorosa en pocas semanas” enfatiza Barnáez.

El clima en los últimos cinco años no ha sido del todo  benévolo.Cuando no son excesivamente copiosas. esporádicas o moderadas, las lluvias no han satisfecho totalmente las expectativas.Sin embargo, el esfuerzo no ha decaído. La siempre ponderada miel de abejas, tan exquisita para nuestra gastronomía, rica en nutrientes y con muy valiosas propiedades medicinales contra el envejecimiento, enfermedades cutáneas, trastornos respiratorios y también para el combate de muchos virus infecciosos, entre ellos los gripales, está entre las alternativas económicas del país para enfrentar a futuro la debacle petrolera.

“Esta actividad ltamente productiva , debemos verla con ojos de admiración y devoción. No olvidemos lo  bueno que es la miel para el ser humano, desde la infancia hasta esos tiempos duros de la vejez. Lo que necesitamos es un buen ciclo de lluvia, para que el Mastranto crezca en todas nuestras sabanas. Nuestra zafra debe estar entre 100  y 150 toneladas de miel para ser económicamente muy rentable  ”, dice Manuel Bernáez, muy ufano uno de ser uno de los apicultores de más larga trayectoria y con más colmenas en El Tigre y otras zonas del sur del Estado Anzoátegui.

La Asociación que los agrupa y de la cual es Bernáez Presidente, tiene excelentes conexiones con organizaciones como la Federación Internacional de Apicultura (Filap) y casas comerciales proveedoras de insumos y equipos, en Estados Unidos, Europa y Sur América (Brasil, Argentina)

La miel del Mastranto es un regalo de la naturaleza en los sabanales petroleros.

Bernáez tiene sus apiarios y unas piscinas de agua dulce, dedicadas a la cría alernativa de peces (cachamas y cachamotes)  a solo  22 kilómetros de su casa en El Tigre.

El lindero norte de su finca en producción desde hace 17 años son los famosos farallones de Chimire. Hasta allí llega la vía que conecta  El Tigre con Bajo Hondo, hacia Cantaura y Puerto La Cruz, desde  el campamento petrolero de San Tomé.

Nos cuenta Bernáez que más del 80% de los apicultores, afiliados o no a la Asociación de Productores de Miel del Sur del Estado Anzoátegui,  cuenta con equipos mínimos para realizar la actividad de manera cónsona: Extractores eléctricos, mesas de despercolado, tanques de almacenado, protectores adecuados y otros implementos de trabajo como ahumadores, pinzas, palancas o paletinas. En menor proporción (aproximadamente, un 20 %) también están dotados de salas de extracción de alta tecnología.

Bernáez admite que el mercado  se ha contraído significativamente, dado el proceso de hiperinflación  y la baja del poder adquisitivo que vivimos, en una Venezuela en crisis, pero la demanda de mieles a nivel de laboratorios médicos y  de empresas productoras de alimentos mantiene a ese sector de producción rural en condiciones todavía aceptables. “Crecer y mejorar, son palabras claves”,enfatiza y recuerda que de haber mayor  apoyo financiero, tecnológico y de seguridad para las áreas productivas, el futuro puede ser muy grandioso.

Concluye afirmando que la flor del Mastranto, antes solo motivo de inspiración poética y musical en nuestros llanos, tiene un poder mágico para mieles de alta calidad. “La opción de que sea una alternativa económica muy rentable, en una Venezuela petrolera o no petrolera,es algo que está planteado en el largo plazo”.

Evaristo Marin

FOTOS  Evaristo Marin /Internet.  Archivos Evaristo Marín

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EVARISTO MARIN.Periodista y escritor venezolano, con larga trayectoria en el Diario El Nacional. Premio Nacional de Periodismo 1986. Reside en Houston, desde el año 2024. evaristo552@gmail.com