Dic 11, 2024

Greenpeace y Shell llegan a un acuerdo

Greenpeace llegó a un acuerdo extrajudicial con Shell después de que los manifestantes subieran dos veces a bordo de una de sus instalaciones en el Mar del Norte.

La organización benéfica ha acordado pagar 300.000 libras esterlinas al RNLI después de que los activistas subieran al buque de producción flotante mientras lo transportaban al campo Penguins al noreste de Shetland el año pasado.

Los manifestantes también han acordado no regresar a cuatro plataformas de Shell.

Greenpeace ha acusado a Shell de utilizar “tácticas de intimidación” contra la protesta pacífica, mientras que el gigante petrolero dice que la maniobra suponía un grave riesgo para la vida.

Los activistas de Greenpeace subieron a bordo del buque White Marlin al norte de las Islas Canarias en el Atlántico en Enero del 2023 y lo ocuparon durante 13 días.

Los activistas que hacen campaña contra los combustibles fósiles y la perforación petrolera utilizaron botes inflables para llegar al barco contratado por Shell, para subirse a él con cuerdas. 

Tras el acuerdo, Greenpeace afirmó que continuaría haciendo campaña contra Shell, incluso en el Mar del Norte.

La protesta tuvo lugar en el Atlántico en Enero del 2023.

Areeba Hamid

Areeba Hamid, Codirectora Ejecutiva de Greenpeace Reino Unido, dijo: “Shell pensó que demandarnos por millones por una protesta pacífica nos intimidaría, pero este caso se convirtió en una piedra de molino de relaciones públicas atada al cuello. La reacción pública contra sus tácticas de intimidación la hizo dar marcha atrás y llegar a un acuerdo extrajudicial”.

Añadió: “Este acuerdo demuestra que el poder popular funciona. Miles de personas comunes de todo el país respaldaron nuestra lucha contra Shell y su apoyo significa que seguimos siendo independientes y podemos seguir exigiendo cuentas a las grandes petroleras.

“Hemos asegurado que ni un centavo del dinero de nuestros seguidores se destine a Shell y todos los fondos recaudados se utilizarán para seguir haciendo campaña contra la industria de los combustibles fósiles y otros grandes contaminadores”.

Un portavoz de Shell dijo: “Shell se complace de que se haya resuelto la disputa y de que un pago en lugar de los costes en los que incurrió pueda beneficiar a una organización benéfica que trabaja en la seguridad en el mar.

“Para Shell, el derecho a protestar es fundamental y nunca ha sido un problema. En cambio, este caso trataba sobre un abordaje ilegal por parte de manifestantes que un juez del Tribunal Superior describió como “poner en riesgo sus vidas e, indirectamente, las vidas de la tripulación. También fue claro al señalar que Greenpeace podía seguir protestando desde una distancia segura y que sus derechos humanos no fueron violados”.

Shell originalmente había demandado a Greenpeace por 1,7 millones de libras esterlinas en daños y perjuicios.