Sep 15, 2025

Opinión

De los hidrocarburos a la diversificación: 

La riqueza del subsuelo impulsa el desarrollo de Colombia

Cuando nos preguntamos por la riqueza de la Nación, dónde se produce y en qué se invierte, la respuesta en Colombia tiene un punto de partida claro: las regiones, y allí está presente el sector de petróleo y gas, como motor y dinamizador socioeconómico y ambiental.

Frank Pearl/ACP


 

Esta industria representa el 23% de la inversión extranjera directa, el 26% de las exportaciones y el 4,4% del PIB nacional. El año anterior este sector generó al país alrededor de 50 billones de pesos de ingresos, entre ellos 8,2 billones en regalías, recursos fundamentales para financiar educación, salud, infraestructura y múltiples proyectos sociales en todo el país. 

En departamentos como Meta, Casanare, Arauca, Cesar y La Guajira, más del 40% de su economía depende de los hidrocarburos. Allí se produce una parte esencial de la riqueza de la Nación, y gracias a estos aportes se construyen hospitales, carreteras y escuelas. El gran reto, y la responsabilidad compartida, es convertir esa riqueza en bases sólidas para la diversificación productiva y económica, preparando los territorios para un futuro sostenible.  

La experiencia internacional demuestra que aprovechar responsablemente los recursos del subsuelo impulsa la autosuficiencia energética y fortalece la competitividad. Colombia debe utilizar su potencial hidrocarburífero como palanca de transformación; eso significa transformar sus aportes en innovación, impulso a otros sectores y formalización de economías que hoy permanecen en la informalidad o bajo dinámicas ilegales. 

Administrar bien la riqueza nacional exige visión de largo plazo, reglas de juego estables y seguridad en los territorios. Es clave recuperar el interés de los inversionistas, garantizar seguridad jurídica y viabilizar los proyectos energéticos, creando las condiciones necesarias para atraer capital y generar empleo, infraestructura y bienestar. 

El país enfrenta una falsa disyuntiva: dejar recursos en el subsuelo y asumir mayores desafíos fiscales, tarifas más altas y pérdida de competitividad, o aprovecharlos, extrayéndolos de manera responsable, con altos estándares técnicos y ambientales, para sembrar nuevas industrias y preparar a las regiones productoras para el futuro. La respuesta debería ser evidente. 

La riqueza de Colombia está en sus regiones y su gente, y necesita del motor que brindan sus recursos naturales para convertir potencial en prosperidad. En ese camino, el sector de hidrocarburos seguirá siendo determinante. Nuestra visión es contar con el petróleo y el gas como aliados estratégicos de la diversificación productiva, la sostenibilidad fiscal y la seguridad energética, en beneficio del desarrollo de todos los colombianos. 

Frank Pearl
Presidente de la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas, ACP