Sep 01, 2025

Capturar no basta: dilemas y brechas en la descarbonización

Por Maria Angela Capello, PhD


 

En Houston, EEUU ya operan 182 estaciones de carga para vehículos eléctricos. La foto es de la estación “Shell Recharge”, ubicada en 801 W 23rd St, Houston, TX 77008. Foto de la autora.

Soy geofísica y quiero abrir este artículo con una cita del también geofísico Michael E. Mann, autor del famoso “hockey stick graph” publicado en Nature en 1988:

“La mejor forma de eliminar carbono es no emitirlo en primer lugar.”

Esta afirmación cobra fuerza al observar que los proyectos actuales de captura apenas alcanzan una fracción del volumen necesario anual para cumplir los objetivos del Acuerdo de Paris, o las trayectorias para llegar a un Net-Zero. 

Y …¿Cuál es ese volumen? Según datos de Statista y Our World in Data, en 2024 las emisiones globales de CO₂ totalizaron unos 37 mil millones de toneladas métricas de CO₂. Si a esto le sumamos el metano (CH₄), óxidos de nitrógeno (N₂O) y otros gases de efecto invernadero, el total asciende a aproximadamente 50 mil millones de toneladas de CO₂ anuales equivalente (CO₂e). Esta es la magnitud que en teoría habría que remover cada año de la atmósfera para compensar por completo el impacto climático de nuestras actividades humanas.

En contraste, el volumen total capturado en 2024 fue de apenas 45 millones de toneladas de CO₂e, lo que representa menos del 0.1% de las emisiones globales. 

La brecha es en verdad gigantesca.

El sector energético concentra cerca del 75% de las emisiones globales, unas 37.500 millones de toneladas anuales. Dentro de este sector, el  transporte es el principal emisor, sobre todo por el uso de combustibles fósiles. Por ello, gran parte de los esfuerzos de descarbonización se centran en esta área. 

Por otro lado, el sector agrícola, mucho menos presente en los debates públicos, genera alrededor del 11,7% de las emisiones globales, unos 5.850 millones de toneladas anuales. La mayor parte proviene del metano liberado por la ganadería, y el uso de fertilizantes nitrogenados. 

La comparación es reveladora: mientras el sector energético acapara la atención de las políticas de descarbonización, la agricultura sigue siendo un emisor significativo, aunque menos visible, en parte por su papel esencial en la producción de alimentos para personas y animales. Además, las críticas al sector energético suelen dirigirse a las grandes operadoras, cuando en realidad es el consumidor final quien utiliza los medios de transporte basados en combustibles fósiles como parte de su nivel o estilo de vida y bienestar. Este dilema nos impulsa a reflexionar: ¿es más eficiente rediseñar los sistemas para evitar emisiones desde el origen, o invertir en tecnologías que las capturen una vez liberadas?

Las empresas petroleras han asumido enfoques distintos en el aspecto de como descarbonizar el segmento trasporte. Algunas, como es el caso de Aramco, mantienen el uso de combustibles fósiles, pero reducen las emisiones con tecnologías como la Mobile Carbon Capture (MCC), que captura directamente el Co2 de los tubos de escape de los vehículos. Otras, como TotalEnergies, enfocan sus esfuerzos hacia la electrificación del sector transporte, la generación de combustibles alternativos y acuerdos para instalar sistemas de carga ultrarrápida para camiones. Es decir: unas reducen la huella de carbonos de motores de combustión interna, y otras impulsan transporte de cero emisiones. 

Este tipo de dilemas recuerda el momento en que la industria automotriz adoptó el catalizador como estándar en los años 70. En aquel entonces, la presión regulatoria y la innovación tecnológica convergieron para transformar radicalmente las emisiones de los vehículos. Hoy, la captura de carbono vive un momento similar: una convergencia entre urgencia climática, madurez tecnológica y una creciente voluntad política presente en muchos países. Pero hay diferencias: No disponemos de marcos regulatorios firmes y de alcance global, por lo que muchas empresas no impulsarán cambios profundos en el transporte. Además, la efectiva electrificación de flotas vehiculares exige infraestructuras robustas a nivel nacional y regional, algo difícil de garantizar economías poco diversificadas o emergentes. La falta de compromisos internacionales consistentes, así como la intermitente participación de EEUU en el COP21, tampoco han favorecido una ruta global hacia una descarbonización acelerada. El liderazgo en este tema por parte de la mayor economía del mundo pesa, y mucho.

Entre los proyectos de captura de CO2 a gran escala destacan Tundra (EE.UU., 4Mt/año), Alberta Carbon Trunk Line (Canadá, 14,6Mt/año) y Northern Lights (Noruega, hasta 5Mt/año), junto a iniciativas en cemento, acero y bioenergía. En Latinoamérica, Andes Renovables (Chile) evita emisiones mediante energías limpias. En Latinoamérica, se puede mencionar el proyecto Andes Renovables, de Chile, que aunque no captura CO₂ directamente, evita la emisión de millones de toneladas mediante generación de energía renovable.

El mayor reto hoy no es únicamente la tecnología de reducción o captura de emisiones en sí, sino la combinación del factor escala (el desafío principal!) con la viabilidad económica y regulatoria. Además, la aceptación social y regulatoria es clave. La brecha entre generación y reducción de emisiones es abismal y la acción para remediarla, necesaria.

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Para saber más

Mapa de estaciones de carga para vehículos eléctricos en Houston: EV charging stations in Houston – ChargeFinder

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Photo by Zeb Zakovics on Unsplash 

Sobre la autora

Maria Angela Capello, PhD, es una líder en la yuxtaposición de sostenibilidad, geociencias, equidad de género y gestión técnica en energía, integrando estos enfoques para promover una transformación ética y global del sector. Miembro Honorario de la SPE, Miembro Vitalicio de la SEG, Directora en AGI y Co-Chair en UNECE, ha sido reconocida con el título de Cavaliere por el Presidente de Italia. Es autora de más de 100 publicaciones técnicas y cuatro libros, y promueve una transformación ética y sostenible en el sector energético a nivel global, con énfasis en los países en desarrollo.

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Maria Angela Capello, Ph.D.
President – Red Tree Consulting, LLC
www.redtreeconsultingllc.com
mcapello@RedTreeConsultingLLC.com
+1 (281) 967 2019 – Houston, TX, USA
Graduate Research Fellow, University of Plymouth
UNECE Co-Chair  Women in Resource Management 
AGI Ambassador & Board Liaison  https://www.americangeosciences.org/Co-Chair SPE Energy Transition Symposium 2025
Executive Editor Sustainable Geosciences: People, Planet and Prosperity

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