Ago 05, 2024
Kamala y el medio ambiente
El ascenso de Kamala Harris como candidata demócrata ha generado una ola de entusiasmo entre los defensores del medio ambiente y los halcones climáticos en el Congreso, quienes destacan su historial de investigación de la industria petrolera y su apoyo al Green New Deal desde el Senado.
Las cuestiones medioambientales no han sido una parte importante de la cartera de Kamala como vicepresidenta, pero los defensores la ven como una figura que tiene buena fe en el tema y está posicionada para generar entusiasmo entre los votantes más jóvenes y progresistas que se mostraron ambivalentes ante la candidatura de reelección del presidente Joe Biden.
Lena Moffitt
Lena Moffitt, CEO de Evergreen Action, dijo “Creo que se merece más crédito del que suele recibir en esta área. Lo ha convertido en una prioridad de los cargos que ha supervisado desde hace dos décadas de una manera que es realmente impresionante”.
El mandato de Kamala como Fiscal General de California incluyó una investigación en el 2016 sobre las acusaciones que ExxonMobil ocultó a sabiendas los impactos de los combustibles fósiles en el cambio climático, aunque finalmente no se presentó ninguna demanda.
Ese mismo año, su oficina llegó a un acuerdo de 14 millones de dólares con los subsidios de bp por las acusaciones de que las empresas no habían asegurado adecuadamente los tanques de gasolina subterráneos con fugas en las estaciones de California, y presentó acusaciones penales contra un operador del oleoducto de Houston por una ruptura en el 2015 en el condado de Santa Bárbara.
Como senadora y candidata presidencial, Kamala Harris adoptó posiciones a la izquierda de Joe Biden en cuestiones climáticas y energéticas. A diferencia de Joe, apoyó la prohibición del fracking y el ambicioso conjunto de acciones climáticas presentadas por el senador Ed Markey (demócrata por Massachusetts) y la representante Alexandria Ocasio-Cortez (demócrata por Nueva York) conocido como el Green New Deal. Un funcionario de su campaña ahora le dice a The Hill que no prohibirá el fracking si es elegida presidenta.
Sin embargo, las mismas posiciones que inspiran entusiasmo entre los defensores del medio ambiente también podrían alimentar los ataques de los conservadores.
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