Jun 25, 2024

Rómulo Betancourt estratega petrolero

RAFAEL GALLEGOS 639

---

 

Cuando el joven veinteañero Rómulo Betancourt se inició en la política como uno de los líderes de la llamada Generación del 28, ya vislumbraba lo fundamental que sería el petróleo para el futuro de Venezuela, por ello comenzó a estudiar todo lo relacionado con el desarrollo del negocio, su geopolítica y la forma de transformar sus pingües divisas en un factor de despegue de la atrasadísima sociedad venezolana.

Estando en el exilio de Curazao, por las noches y a la luz de un farol, se ponía a leer libros de política petrolera en inglés con un diccionario en la mano. We, y buscaba… nosotros. Oil… petróleo. Y así fue traduciendo el primer libro. El segundo sería más fácil que el tercero y así sucesivamente, comentaría el mismo Betancourt años después, ya convertido en una referencia política latinoamericana.

Rómulo Betancourt se empeñó toda su vida en luchar para incrementar la participación de Venezuela en el negocio petrolero, y en la orientación de la renta y los beneficios de esa industria hacia el desarrollo de Venezuela.

En 1943, su partido Acción Democrática emitió, a través de Pérez Alfonso un voto salvado en la discusión del Congreso para la aprobación de la Ley Orgánica de Hidrocarburos. A nuestro entender el argumento para ello no fue contundente. Más bien un intento de diferenciación.

EL TRIENIO ADECO

En 1945, la Junta de Gobierno presidida por Betancourt puso en práctica su estrategia petrolera. Incrementó la participación de Venezuela en el negocio y luchó por la aprobación del fifty-fifty, que planteaba mitad y mitad entre Venezuela y las transnacionales en los beneficios del negocio petrolero. En cuanto al uso de los beneficios petroleros para el desarrollo del país, inició muchas obras de infraestructura, y comenzó una revolución educativa y social.

LUEGO DE LA CAÍDA DE PÉREZ JIMÉNEZ

Tras la caída de Pérez Jiménez en 1958, Betancourt regresó del exilio en Nueva York, y ganó las elecciones presidenciales de diciembre.

En política petrolera, su gobierno mantuvo su idea de “no más concesiones”, con respeto mutuo y sin estridencias. Además, mostró una posición muy firme contra el sistema de cuotas con las que Estados Unidos limitaba las exportaciones petroleras de Venezuela hacia ese país. Una acción que deberían tomar en cuenta los inocencios que creen que el petróleo es libre mercado y que Estados Unidos no ejerce políticas proteccionistas con su petróleo. Durante la visita del presidente John Kennedy a Venezuela, Betancourt le planteó, firme y sin resultados, su posición en contra de las cuotas.

Igualmente, el gobierno de Betancourt fundó la CVP (Corporación Venezolana de Petróleo), empresa estatal cuyo sentido fue incrementar el conocimiento de los técnicos venezolanos en materia petrolera para que los nacionales comenzáramos a manejar nuestro petróleo a lo largo de toda la cadena de valor. Tal vez desde la fundación de la CVP, Betancourt jugaba con alguna forma de nacionalización o de participación del Estado venezolano en la gestión del negocio.

La fundación de la OPEP en 1960 sorprendió a los estrategas. Mientras todos pensaban que los rivales del negocio deberían ser los productores del medio oriente que le estaban quitando el mercado a Venezuela, Betancourt y Pérez Alfonso plantearon un marco diferente – se salieron de la caja. Ahora la dicotomía sería entre transnacionales petroleras y países productores. Hay que recordar que cuando se fundó la OPEP Venezuela era el primer productor de la organización. Por cierto, de no ser por la destrucción de la “revolución”, Venezuela sería el hoy segundo productor de la OPEP con unos 5 o 6 millones de barriles.

La OPEP tuvo un inicio tímido y hasta timorato. Sus cinco fundadores (Arabia Saudita, Kuwait, Irán, Irak y Venezuela) apenas se plantearon unificar políticas y participar en la construcción de precios. Nadie vislumbró el rol fundamental que jugaría esa organización apenas una década después.

PETRÓLEO PARA EL DESARROLLO

Podemos afirmar que el gobierno de Betancourt sí sembró el petróleo. Además de vencer en una heroica lucha contra la insurrección tutelada por Cuba y los alzamientos militares, construyó 3.000 escuelas, 2.000 liceos, creó Santo Tomé de Guayana, realizó la Reforma Agraria, impulsó la industria. Durante su período el crecimiento del PIB estuvo entre 4 y casi 9% anual, con una inflación mínima de  0,77 y máxima de 2,36 %.

Sus políticas lograron que la democracia venezolana fuera un derivado del petróleo tan importante como la gasolina.

EL PENTÁGONO PETROLERO

Esta figura geométrica, presentada al país por Pérez Alfonso en 1967, representó con creces la política petrolera de Betancourt y su partido a lo largo de décadas.  Cinco aristas: Fundación de CVP, Fundación de OPEP, Conservación de los hidrocarburos, NO más concesiones y Mayor participación en el negocio.

LA NACIONALIZACIÓN

Betancourt y Pérez Alfonso, en todos sus escritos y comentarios, afirmaron que su intención, por lo menos hasta los años sesenta no fue nacionalizar la industria petrolera.

Sin embargo, en los setenta esa fue la consigna y el logro. Nacionalizar las empresas petroleras se puso de moda en el mundo. Betancourt estuvo de acuerdo con la nacionalización – cuyos gigantescos  logros los podemos discutir en otro artículo.

El artículo quinto de la Ley de Nacionalización, que permitía en casos especiales incorporar capital privado en la industria petrolera, fue apoyado por Betancourt, en contra de casi toda la oposición. AD y Copei tuvieron que imponer su aprobación con su mayoría en el Congreso. Pérez Alfonso estuvo en contra de ese artículo y expresó que se trataba de una nacionalización “chucuta”.

El ex presidente Betancourt criticó el uso que el gobierno de CAP le dio a los excedentes petroleros, así como la creciente corrupción que ya se observaba.

Rómulo Betancourt murió en 1981, en pleno boom petrolero. Su portentosa mente seguramente estuvo de en línea con lo pregonado por su eterno compañero de luchas Pérez Alfonso con el Efecto Venezuela.

Betancourt asoció el petróleo con prosperidad y con democracia. Los venezolanos de hoy estamos obligados a materializar ese legado.

El mejor homenaje a la memoria de este gran político – porque lo fue – es salir en avalancha este 28 de julio, a rescatar la democracia, a nuestra industria petrolera, y al país.

……………..

…………………………………

http://598.a26.mywebsitetransfer.com/author/rafael-gallegos/