Ago 24, 2023

50 Años de Geofísica

El 24 de Agosto de 1973 se graduó la primera promoción de Ingenieros Geofísicos de Venezuela

Alberto Rial

Abdul Gazi, Alberto Rial, Pedro Noguera, Elpidio Saldeño, Joaquín Pérez, Roger Coriat y Nelson Rodríguez

Egresados de la escuela de Geología, Minas y Geofísica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Central, los nuevos profesionales recibieron sus diplomas de grado en el paraninfo de la máxima casa de estudios del país; un país donde el futuro se perdía de vista, donde había mucho por hacer y muchas ganas de progresar. Corría el año 1973 y la guerra del Yom Kippur estaba a la vuelta de la esquina, como preludio del salto de 4X que darían los precios del petróleo y del banderazo a la Venezuela Saudita. Comenzaba un ciclo de bonanza que duraría poco más de 9 años, hasta que el viernes negro de Febrero de 1983 se encargó de silbar el pitazo final de la abundancia y anunciar el adelgazamiento progresivo de las vacas gordas. Las vacas que hoy siguen adelgazando, si es que las hay.

Pido disculpas por la digresión, pero es que las referencias a Venezuela y sus tiempos pasados destapan una olla de remembranzas que terminan por escribirse solas en la pantalla, sin que haya forma de pararlas. Venía diciendo que el 24 de Agosto de 1973 egresaron de nuestra querida UCV, con su título universitario debajo del brazo, los ingenieros Gazi Abdul, Roger Coriat, Pedro Noguera, Joaquín Pérez, Nelson Rodríguez, Elpidio Saldeño y quien esto escribe, Alberto Rial. Siete nuevos profesionales que tendrían empleo casi que antes de graduarse: en las petroleras, en el ministerio de Minas e Hidrocarburos o en el muy novedoso campo de la informática. De los 7, Roger, penosamente, falleció muy temprano; de Gazi no hemos tenido noticias desde hace años, pero espero que se encuentre bien y saludable. Los otros cinco estamos repartidos entre Venezuela, México y España, como sucede con la mayoría de las familias venezolanas.

Nuestra promoción lleva el nombre del Dr. Gilberto Liévano, un geofísico colombiano que llegó a Venezuela contratado por la Universidad y se quedó en esta tierra hasta el fin de sus días. Con su empuje y persistencia puso a caminar el proceso para que la Geofísica fuese una carrera aparte, en lugar de una mención (una especie de major, que dirían en USA) dentro de la Geología, como figuraba hasta finales de los 60. Aunque no vivió para vernos de toga y birrete, al Dr. Liévano le corresponde el título de padre y pionero de los estudios de Geofísica en Venezuela.

A pesar de lo novedoso de la carrera, de ser los ocupantes de una casa que se estaba construyendo, tuvimos muy buenos maestros, con mucha calidad y dominio de su disciplina. El Dr. Liévano en Sismología; Luis Rodríguez, nuestro queridísimo Totó, en Reflexión Sísmica; Mario Vignali en Introducción a la Geología de Venezuela; Eugenio Gallovich con Métodos Eléctricos; Manuel Méndez Arocha en Gravimetría; Franco Urbani en Geoquímica de prospección; Víctor Graterol en Métodos Magnéticos, y el siempre recordado Clemente González de Juana en Geología del Petróleo. Puede que no estén todos y que haya mezclado materias y nombres pero es lo mejor que mi memoria me da, a 50 años de distancia. Varios de nuestros profesores ya no están con nosotros, lo que no es obstáculo para enviarle a todos un sentido agradecimiento por sus enseñanzas y su ejemplo.

La primera promoción, al igual que las que vinieron en los 5 o 10 años siguientes, coincidió con la época de la nacionalización de la industria petrolera, lo cual nos abrió múltiples oportunidades de trabajo y desarrollo profesional: las dimensiones y la estrategia de crecimiento de PDVSA pusieron a prueba la capacidad de aprendizaje y ejecución de los recursos humanos criollos, cultivados y educados en el patio.

Uno de los grandes retos de la nueva petrolera estatal era el descubrimiento de reservas de hidrocarburos, luego de la prolongada desinversión de las multinacionales en los años previos a 1976. Para lograr este objetivo -con la geofísica como herramienta de punta- hubo que colocar buena parte de la intensa campaña exploratoria de las décadas de los 70 y 80 bajo la responsabilidad de especialistas nativos, reforzando la creación de experticia local con el uso de contratistas extranjeras y convenios de asistencia tecnológica. El resultado, más que conocido, fue el descubrimiento de muchos miles de millones de barriles de reservas adicionales: en poco más de diez años, los profesionales venezolanos pasamos de la contemplación pasiva de tecnología foránea a la participación activa –y exitosa- en los ámbitos del negocio que nos tocó manejar.

La Geofísica ya dejó de ser una disciplina subterránea y desconocida, pero tomó su tiempo. Recuerdo a un ingeniero químico que trabajaba en la refinería de Amuay y me preguntó por mi chamba en la Creole Petroleum, antecesora de Lagoven. Cuando le dije que trabajaba en geofísica y grabábamos líneas sísmicas para encontrar hidrocarburos me contestó que él no sabía que eso se hacía en la industria petrolera. En la entrevista de empleo para mi primer trabajo en Creole, el oficial de Recursos Humanos telefoneó a su jefe y le dijo que me tenían que contratar porque yo era una de esas especies exóticas (exóticas no fue la palabra, pero por ahí andaba) de las que se habían graduado apenas siete por primera vez en Venezuela, y ellos tenían que tener una.

El 25 de Mayo de 1978, hace 45 años, creamos la Sociedad Venezolana de Ingenieros Geofísicos, SOVG, que aún se mantiene en funciones a pesar de las dificultades del país. La primera Junta Directiva para el período 1978 – 1980 estuvo conformada por 7 miembros, graduados de la UCV en las promociones del 73 al 77. Luego de la fundación de la Sociedad, el siguiente paso –y el bautizo de fuego- fue la organización del I Congreso Venezolano de Geofísica en 1982, que resultó un éxito rotundo y abrió el camino para todos los congresos que vendrían después.

Hace 5 décadas que salimos de la universidad. Hoy el país es otro, la universidad es otra y nosotros también. Hemos cambiado. Hemos trabajado como geofísicos, como coaches, como banqueros, como consultores, como planificadores, como administradores y un rosario de actividades más. La geofísica, sin duda, fue un magnífico comienzo, y en celebración de este aniversario vayan mis saludos a colegas y profesores y un fuerte abrazo a mis buenos amigos compañeros de promoción.