Cipriano Castro, entre el café y el petróleo (y II)

El general Cipriano Castro entró a Caracas en tren por la Estación Caño Amarillo.  El “pueblo,” de lo más  emocionado lo estaba esperando y lo aplaudió hasta el delirio. Ese fue el primer lanzazo contra el ego del gobernante. Lo que no imaginó es que ese “pueblo” sería el mismo que gritaría  “muera Castro” en 1908, para celebrar al nuevo hombre fuerte, Juan Vicente Gómez…