Oct 22, 2020

Un poco sobre la gasolina y su historia

Por: Edgar Parra/edgarparrap@gmail.com

La transformación de Norte América en una cultura motorizada fue acompañada de un acontecimiento auténticamente trascendental: el nacimiento y proliferación de un templo dedicado al nuevo combustible y el nuevo modo de vida, las gasolineras.

Antes de la década de 1920, la mayoría de la gasolina se vendía en las tiendas, donde tenían el carburante listo para vender en latas u otros recipientes debajo del mostrador o al fondo del almacén.

El producto no llevaba marca alguna, con lo que el consumidor no sabia si estaba comprando gasolina o un producto adulterado con nafta o keroseno que eran mas baratos. Ademas ese sistema de distribución era muy complicado y lento.

En los primeros años de la era del automóvil, algunos vendedores probaron con vagones de gasolina que entregaban el carburante casa por casa. La idea nunca prospero, especialmente por la frecuencia con que solían explotar los vagones.

Tenia que haber una manera de mejor y la hubo: la estación de servicio. El señalado honor de haber construido la primera estación de servicio se atribuye a varios pioneros, pero de acuerdo con National Petroleum News, la distinción la tiene la Automobile Gasoline Company en St. Louis en 1907.

La publicación sobre temas petrolíferos cuenta en una de las paginas interiores, que bajo el título de “Estación para Automovilistas”, que la “la Auto Gasoline Co. había experimentado con éxito en St Louis un nuevo modo de venta directa de gasolina.

La gasolina se vendía con un pequeño deposito –tanque enchapado con unos dos barriles de capacidad .Afuera habían colocado dos pailas viejas de agua caliente sobre unos estantes a bastante altura, luego unos trozos de manguera de jardinería, la gasolina bajaba pro la fuerza de la gravedad hacia los depósitos de los automóviles.

Todo esto estaba ubicado en una esquina del almacén. Ese era el aspecto que tenia la totalidad de las primeras estaciones de servicios, unas instalaciones pequeñas, hacinadas, sucias y destartaladas equipadas con uno o dos depósitos y difícilmente accesible desde la calle.

El verdadero crecimiento y desarrollo de las estaciones de servicios no llegó hasta la década de 1920. En 1920 no había mas de 100.000 establecimientos que vendiesen gasolina, la mitad de ellos eran tienda de comestibles, almacenes generales y ferreterías.

Las gasolineras se instalaban por todas partes: en las esquinas de las calles en las grandes ciudades, en la calle principal de los pueblos, en las carreteras. Se conocían como estaciones de repostar o estaciones de servicio.

En 1921 se dejo entrever lo que seria su futuro cuando se inauguro en Fort Worth, Texas una superestación, con 8 surtidores y tres accesos diferentes desde la calle. Pero California, y mas en concreto Los Ángeles, fue la verdadera incubadora de las estaciones de servicios modernas, una estructura Standard con grandes rótulos, instalaciones para descanso, toldos, zonas con jardines y accesos pavimentados.

A finales de la década de 1920 estas estaciones estaban ganando dinero, no solamente de la venta de gasolina sino de lo que denominaron RBA ruedas o neumáticos, baterías y accesorios.