Rosneft de Venezuela

(Original publicado Ene 21, 2019)


 

[one-half-first]

Jorge Zajia

Jorge Zajia | Editor in Chief

Los gobiernos pasan y los pueblos quedan. Por esa razón no hemos cerrado nuestras operaciones en Venezuela”. Con esas sencillas palabras respondió el CEO de una de las compañías petroleras que participan en la explotación de los hidrocarburos en “La Tierra de Gracia”, a la pregunta de por qué continuaban sus actividades en ese país, bajo unas condiciones muy negativas para desarrollar un negocio productivo, que esté ceñido a las más elementales normas de respeto y honestidad.

Hoy día, en estos precisos momentos, la Patria de Los Libertadores de América está protagonizando una lucha política profunda, una guerra sin cuartel, para desplazar del poder a quienes lo están usurpando. Nadie sabe, ni puede asegurar, cuándo será el desenlace de esa delicada situación; pero lo que si se puede afirmar con total certidumbre es que ya nada volverá a ser igual en Venezuela y que los vientos de cambio soplan con fuerza en ese maravilloso territorio que colinda por el Norte con el Mar Caribe.

La clave que ha desbloqueado la parálisis en la que estaba sumida su población, ha sido la apertura y el llamado a la unidad del país, proclamada por la Asamblea Nacional (único poder legítimo en Venezuela, que es reconocido internacionalmente), cuyo resultado es que los venezolanos han vuelto a mirarse a los ojos unos a otros, como hermanos que son, sin las diferencias ideológicas que ha contribuido a la división y a plagar a esa tierra, rica y generosa, “de miseria y dolor”. Las evidencias y las pruebas están a la vista de todos y nadie en su sano juicio las puede ocultar y mucho menos negar.

La “amnistía”, propuesta incluso como una Ley por el gobierno del Presidente Juan Guaidó, tiene el objetivo de propender la unión de todos, independientemente de sus posiciones políticas e intereses económicos. La intensión de ese enunciado es respetar y proteger a todas las personas y los bienes, sin discriminación de ningún tipo y sin dejar a nadie por fuera. En ese terreno, es de primordial importancia la seguridad que se les brinde a todas las empresas petroleras [/one-half-first]
[one-half]

transnacionales que actualmente, bajo condiciones muy precarias e inhóspitas, operan en el país: tanto a las operadoras como a las compañías de servicios.

Dentro de ese concierto de compañías petroleras que participan en el negocio de la explotación de los hidrocarburos en Venezuela, Rosneft -propiedad del Estado Ruso- tiene una muy importante operación en el país y sus intereses, en dinero contante y sonante, monta a varios miles de millones de dólares americanos; los cuales -según afirman voceros de los petroleros nacionales, serán respetados y honrados, como los de todas las otras empresas que tienen intereses en Venezuela y que hoy son, mas que socias, víctimas de un gobierno vil y corrupto.

Esta breve nota está inspirada y motivada por las declaraciones de un vocero autorizado del Kremlin que, inmiscuyéndose en los asuntos internos de Venezuela -y sin que nadie se lo solicitara-, amenazaba a los países se atrevieran a brindarle ayuda al pueblo venezolano, sin detenerse a analizar la situación de mengua y hambre que vive esa sufrida nación, y que además exigía el respeto a la soberanía que él mismo estaba violando.

Esa actitud desproporcionada e injusta, obviamente, debe poner en riesgo los intereses de Rusia en Venezuela y no sería exagerado intuir que la cúpula de Rosneft -hombres de negocios-, debe estar muy incomoda con esa actitud de su gobierno, pues lejos de coadyuvar a que la petrolera rusa opere en un ambiente sano y adecuado, con seguridad y garantías, para generar bienestar y riqueza, pueda ser víctima de los desplantes imprudentes e innecesarios de Moscú.

Siempre, inevitablemente, es ley de la vida,“Los gobiernos pasan y los pueblos quedan”; así que lo que se impone es calma y cordura y dejar que Venezuela resuelva sus asuntos internos como los va a resolver: Si en algo le ha dado ejemplo al mundo la patria de Simón Bolívar, El Libertador, “Es que cuando ha necesitado sus libertadores, los ha parido”. Así que Rusia debería buscar otro teatro de operaciones para dirimir y resolver sus diferencias con Estados Unidos.

[/one-half]