Adrian Lara, Analista Senior de Petróleo y Gas en GlobalData, compañía líder de datos y análisis, ofrece su punto de vista sobre la impacto en el sector upstream: “Recuperar estos activos en el Caribe, gracias al acuerdo con Conoco, significa que PDVSA puede exportar a un ritmo más rápido y evitar cuellos de botella que ya estaban desacelerando la producción en el país por la saturación de sus facilidades para almacenar crudos. Maximizar el nivel de exportaciones es clave para asegurar cualquier ingreso que Venezuela pueda recibir. Si estos cargos son por préstamos anteriores o trueque para productos refinados, los envíos que no tengan ningún problema para exportar el volumen disponible son cruciales”.
“Sin embargo, la caída de la producción en el país no se detendrá, ya que la actividad de los taladros de perforación y reparación de pozos y los servicios de campo están prácticamente al mínimo o inexistentes en algunas áreas”. La mayor necesidad de diluyente para mezclar crudo de la Faja del Orinoco también ha incrementado la operación de producción de cada barril.
“Además, incluso en niveles más bajos de producción de petróleo, las exportaciones a Asia seguramente tendrán que continuar debido a los acuerdos previos en el pago de préstamos”. De hecho, esto reduce el volumen disponible que se puede enviar a las refinerías estadounidenses del Golfo donde el crudo pesado, como el crudo diluido de la Faja del Orinoco, no solo ha sido una demanda constante sino que significa pagos en efectivo reales para PDVSA.
“Con la disminución de las exportaciones mexicanas de crudo pesado y las arenas petrolíferas canadienses que todavía tienen restricciones logísticas, la refinería de Estados Unidos son una salida segura para el crudo venezolano, si PDVSA logra entregar su petróleo crudo diluido en lugar de Asia, podemos ver un nivel relativamente estable de Exportaciones a EE. UU. Sin embargo, todo esto depende de la estabilización del país, que está demostrando ser muy difícil “.
