Participación Nacional

 

En una economía tan vertiginosa como la nuestra, cada vez se hace más necesaria la implementación de estrategias que permitan la permanencia en el mercado, y esta tarea se ha vuelto fundamental para los responsables financieros de las empresas del sector petrolero, que en un país mono productor como el nuestro, deben conseguir formas de interacción comercial viables para todos. Es sin duda una labor que requiere del estudio y  de la revisión exhaustiva, donde el equilibrio es un desafío en virtud de que el negocio pueda ser no solamente favorable en términos económicos, sino que el mismo pueda conllevar a la culminación exitosa de un proyecto o servicio.

Hoy, se nos presenta un reto adicional y es que como empresarios nacionales, debemos entender el momento y las circunstancias de nuestro actual entorno, con capacidades operativas mermadas, un capital humano cada vez menor y que eventualmente se podría convertir en una seria debilidad ante la inminente recuperación de la industria petrolera, donde se requerirá de la participación y sólida experiencia de nuestro empresariado nacional.

Es allí donde debemos juntar voluntades, con el propósito de lograr materializar los diferentes proyectos que hoy día requiere nuestra infraestructura petrolera, desde el pozo hasta el puerto de embarque, donde empresas del mismo sector o no, junten su músculo operativo o su experiencia, para conformar conglomerados que permitan desarrollar trabajos de envergadura y presentar propuestas integrales a los responsables del negocio petrolero. Y entendemos que este es un camino nuevo que debemos comenzar andar, y como nuevo, implica una serie de factores con los cuales no estamos acostumbrados a lidiar y que deberíamos comenzar a manejar lo antes posible. Temas como la confianza, transparencia y credibilidad, son el punto de partida básico e inicial para la conformación de estos conglomerados que, con el debido marco jurídico, podría convertirse en una poderosa herramienta para el empresariado nacional.

Si logramos entender los beneficios de esta forma de trabajar, no solo nos convertiríamos en una fuente importante de desarrollo de proyectos, sino que además lograremos fortalecer nuestro parque operativo particular, en función del colectivo.

Nuestra infraestructura solo requiere de inversión, trabajo y algo de tiempo para volverla productiva y elevar el potencial energético que tiene. Quizás parte de esta reactivación también implicaría darle el justo reconocimiento a los diversos negocios que de los hidrocarburos se derivan. La refinación y el gas son parte de la cadena de valor, que con la adecuada atención, generarían ingresos a la nación y moverían una buena parte de la economía local y nacional.

La invitación es a estar preparados, porque a mediano plazo la reactivación de la industria petrolera venezolana será un hecho y debemos tener la mejor disposición y las mejores condiciones en coadyuvar al logro de este cometido. Tenemos la responsabilidad de posicionar nuevamente a nuestra industria como la mejor y la más eficiente del negocio petrolero mundial. Tenemos los recursos naturales, tenemos la experiencia, y lo mejor, no estamos comenzando de cero.

“Solos vamos más rápido, juntos llegamos más lejos” y este debería ser el lema que desde ya debemos comenzar a internalizar, para que como empresariado nacional podamos tener cabida en la inminente recuperación de la industria petrolera venezolana. Por ello, es propósito fundamental de este gremio empresarial, atender y apoyar a nuestros afiliados en el fortalecimiento inherente a la credibilidad, con la que estamos plenamente identificados y es parte de las bases estructurales de nuestra institución.

 

 

Francisco Arias
Presidente del Capítulo Anzoátegui de la Cámara Petrolera de Venezuela
www.camarapetrolera.org
junta.directiva@camarapetrolera.org
@CamaraPetrolera