Mayo 06, 2021

Miguel Rodríguez Mendoza

(1948-2021)

Por: Luis Xavier Grisanti

El fallecimiento de Miguel Rodríguez Mendoza (Cumaná, 28.03.1948; Ginebra, 25.04.2021) deja un gran vacío en la diplomacia económica internacional de Venezuela. Abogado egresado de nuestra UCV y doctorado en la Universidad de París, Rodríguez Mendoza fue el arquetipo del honesto servidor público para quien la defensa de los intereses del país en los foros económicos mundiales representaba el norte franco de su quehacer profesional y ciudadano.

La formación de diplomáticos especializados en economía y comercio internacionales fue una preocupación que comenzó a tomar cuerpo durante el período de transición democrática iniciado por el presidente Eleazar López Contreras (1935-1941). Su ministro de Fomento, el Dr. Manuel R. Egaña, auspició el entrenamiento de profesionales especializados en hidrocarburos para servir en las embajadas de Venezuela en los países cuyos intercambios comerciales e inversiones directas fueren elevados, como Canadá, Estados Unidos e Inglaterra, donde durante décadas se designaron consejeros petroleros provenientes del servicio civil del fenecido Ministerio de Minas e Hidrocarburos.

Con la restauración democrática del 23 de enero de 1958, se afianzó la política de entrenar especialistas en derecho comercial y negociaciones económicas internacionales. El canciller Arístides Calvani, durante la primera presidencia del Dr. Rafael Caldera (1969-1974), fundó el Instituto de Comercio Exterior (ICE), de donde salió un elenco de brillantes diplomáticos y expertos en comercio e integración que dieron lustre a las representaciones bilaterales y multilaterales de Venezuela en el exterior.

La formación de especialistas en economía, comercio internacional y derecho de integración no puede improvisarse. En el caso del abogado cumanés, su hoja de servicios fue impecable y sus contribuciones esenciales para la inserción de Venezuela en la economía globalizada que ya se asomaba a principios de la década de los años 90: director de Consulta y Coordinación del Sistema Económico Latinoamericano (1982-1988); comisionado presidencial para Asuntos Económicos Internacionales (1989-1991); negociador líder del ingreso de Venezuela al Tratado General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT, 1999, más tarde Organización Mundial de Comercio – OMC), del acuerdo de cooperación y comercio entre Colombia, México y Venezuela (G-3) y de la nueva arquitectura institucional de la Comunidad Andina; presidente del Instituto de Comercio Exterior y ministro de Estado (1991-1993); asesor especial para Asuntos Comerciales de la Organización de Estados Americanos (1994-1998); y director general adjunto de la Organización Mundial de Comercio (1999-2002).

Este articulista no puede dejar de mencionar su experiencia de trabajo con el Dr. Rodríguez Mendoza, cuya competencia, profesionalismo y habilidad negociadora pudimos valorar. Durante nuestro servicio como ministro consejero en la Embajada de Venezuela en Washington y por iniciativa del entonces embajador de Venezuela, el excanciller y académico de la Historia, Simón Alberto Consalvi, se integró en 1992 una comisión presidencial para la negociación de convenios económicos y comerciales con los Estados Unidos, presidida por el ministro de Cordiplan, Dr. Ricardo Hausmann, y coordinada por el reconocido diplomático sucrense, cuyo secretario fue quien suscribe.

La comisión presidencial procedió a la negociación de los Tratados para Evitar la Doble Tributación y para la Protección y Promoción Recíproca de Inversiones, así como los acuerdos sobre subsidios y sobre protección de los derechos de propiedad intelectual. Los dos primeros fueron concluidos y el de doble tributación se firmó y está en vigencia; el de protección de inversiones no se suscribió y los siguientes dos se subsumieron a los respectivos convenios de la Ronda Uruguay del GATT y la OMC (1986-1994). El abogado especialista en derecho comercial y de integración, Gonzalo Capriles, dirigió las numerosas rondas de negociación con las autoridades estadounidenses en 1992 y 1993.

Concluimos este breve repaso de la útil y fructífera vida de Miguel Rodríguez Mendoza con una mención sobre su calidad humana y su firme voluntad para formar a las nuevas generaciones de diplomáticos especializados en jurisprudencia comercial y relaciones económicas internacionales, los cuales Venezuela necesitará, hoy y siempre.

@lxgrisanti