Las compañías de exploración y producción (E&P) que invierten en la industria upstream de México han mostrado un enérgico interés en las cuencas offshore del país, pero el potencial onshore (en tierra firme) no ha sido explotado y es potencialmente enorme. Así concluye un reciente análisis de IHS Markit, que identificó a Tampico-Misantla como una de las 24 “súper cuencas” terrestres de todo el mundo.

De acuerdo a la firma, las “súper cuencas” son aquellas que tienen múltiples yacimientos y rocas fuente, diversos tipos de plays a través de numerosos horizontes geológicos, infraestructuras con acceso a los mercados y un sector de servicios establecido con cadenas de suministro.

“En la búsqueda de súper cuencas, miramos al menos 5 mil millones de barriles de petróleo equivalente (bpe) de reservas remanentes convencionales en cuencas que ya han producido por lo menos 5 mil millones de bpe”, dijo Robert Fryklund, Jefe de Estrategia Upstream de IHS Markit y autor del informe. “Hicimos una evaluación global de las cuencas donde se constataban nuestros criterios de estudio, buscando aquellas con múltiples plays y al menos dos rocas fuente maduras, básicamente cuencas que siguen dando y dando”.

La cuenca Tampico-Misantla, que produce petróleo desde principios de la década de 1920, tiene esas características, comentó Fryklund. “De muchas maneras,ésta bien podría reflejar la súper cuenca modelo de América, la siempre fuerte Cuenca del Pérmico”, agregó.

Al analizar la cuenca del Pérmico IHS Markit revisó la estimación actual de los recursos recuperables finales (EUR, por sus siglas en inglés) y la comparó con los datos del año 2000, unos diez años antes de que comenzara el boom de esquistos en el Pérmico. Antes del boom de la perforación horizontal y del fracturamiento, el EUR en esta cuenca era de 35.000 millones de barriles de petróleo. Sorprendentemente, la perspectiva actual es de 104 mil millones de barriles, casi tres veces la estimación anterior.

La capacidad de apuntar hacia horizontes más pequeños y tomar ventaja de las múltiples zonas productivas apiladas (unas 45 unidades) encontradas en la cuenca hizo posible este significativo aumento del EUR, según el informe.

Fryklund señala que este incremento de tres veces para la cuenca del Pérmico impulsó a un equipo de sus profesionales a examinar otras cuencas fuera de los Estados Unidos para evaluar dónde los gobiernos podrían aprovechar aquellas cuencas similares para sacar más provecho de sus áreas de producción. Considera que si bien no esperan el mismo aumento dramático de la producción en otras cuencas, como ha ocurrido en el Pérmico, la cuenca mexicana Tampico-Misantla se ajusta a la definición del estudio de una “súper cuenca”. Esta aun tiene 5.2 mil millones de bpe en los campos convencionales descubiertos (sin tomar en cuenta el potencial no convencional de la cuenca).

Tampico-Misantla, una cuenca poco explorada

La firma identificó 23 horizontes convencionales en la cuenca Tampico-Misantla, la cual tiene tres rocas fuente maduras: la Formación Agua Nueva, la Formación Huayacocotla y la Formación Pimienta. Al menos dos de éstas, dijo Fryklund, son yacimientos potenciales de esquisto.

Una evaluación de los esquistos de Agua Nueva y Pimienta para determinar el potencial de recursos de petróleo de esquisto dio como resultado una estimación de 3,8 mil millones de bpe de recursos técnicamente recuperables en esta cuenca. Al respecto, Fryklund comentó que el esquisto de Pimienta no ha sido probado en la cuenca Tampico-Misantla, pero sí en otros ocho pozos en las cuencas de Burgos y Sabinas, donde fluyó gas.

IHS Markit refiere también que la cuenca Tampico-Misantla ha sido poco explorada. El último descubrimiento en esta cuenca fue en 1988, con relativamente pocos descubrimientos de aproximadamente 100 millones de bpe, sin embargo estima que unos 2,5 millones de bpe podrían encontrarse en múltiples campos convencionales, probablemente la mayoría de ellos se trate de yacimientos relativamente apretados que podrían beneficiarse de la perforación horizontal.

“Entre las reservas remanentes de los campos existentes, el potencial de exploración convencional y las oportunidades en esquisto y otros yacimientos apretados,a cuenca ofrece una diversidad de oportunidades en el upstream para las grandes y pequeñas empresas, petroleras nacionales e inversionistas”, expresó Fryklund.

Señaló que a pesar de la promesa geológica, si bien el potencial de recursos es alto, convertirlo en reservas probadas no está exento de desafíos significativos. “La infraestructura del sector de servicios locales necesitaría una inversión sustancial. Nosotros creemos que el capital de inversión está disponible si hay claridad en torno a la oportunidad de invertir”.

Con una estructura de costos relativa- mente altos para la actividad de perforación horizontal, las condiciones fiscales vigentes que regulan los derechos de Pemex (licencias otorgadas a Pemex en la Ronda Cero o licencias de producción tenidas en el momento de la Ronda) en la cuenca Tampico-Misantla, son insuficientes para compensar los mayores costos asociados con las fases preliminares de desarrollo de yacimientos apretados.

Actualmente Pemex es el único productor de la cuenca Tampico-Misantla y enfrenta retos financieros y técnicos para desarrollar todo el potencial de esta cuenca, según Alejandra León, Analista de Energía de México en IHS Markit. “El aumento de recursos y capacidades más allá de Pemex es funda- mental para el desarrollo de la cuenca”, dijo.

Comenta que el desafío es aumentar el número de operadores calificados que inviertan en esta cuenca y mejorar los términos fiscales. “La Comisión Nacional de Hidrocarburos puede necesitar redibujar o re-empaquetar áreas y bloques para crear la escala necesaria que permita alcanzar las sinergias que conduzcan al éxito de las estrategias operacionales empleadas en este tipo de cuenca de exploración y producción”, afirmó.

La producción de crudo mexicano -que sigue siendo la principal fuente de financiamiento del presupuesto gubernamental continúa declinando. Según Carlos Pascual, Vicepresidente Senior de Energía Global de IHS Markit y uno de los autores del estudio, es poco probable ver nuevamente una producción de 2,5 millones de barriles de petróleo por día bajo las condiciones actuales.

“Otro factor clave que favorece a Tampico-Misantla es el tiempo, que podría ser muy constructivo para México”, puntualizó Pascual. Añade que la cuenca Tampico-Misantla podría ayudar a com- pensar el perfil de declinación de la oferta de producción mexicana en el corto y mediano plazo, como lo hizo la cuenca del Pérmico en los Estados Unidos.

“El potencial de obtener resultados a corto plazo, podría traer ventajas grandes en los ingresos del gobierno, el sector de servicios locales y el empleo”. Pascual explica que el ciclo de tiempo para el éxito sustancial en el caso de las aguas profundas no generaría volúmenes relacionados hasta mediados de la próxima década y más allá.

“Tampico-Misantla ofrece una oportunidad a corto plazo que podría impactar positivamente la economía mexicana en el entorno actual de precios del petróleo”, señala. Agrega que “hay otros riesgos importantes para atraer a los inversionistas a esta cuenca (incluyendo la seguridad y la infraestructura vieja) que no debe subestimarse; sin embargo, si el gobierno toma medidas positivas para abordar los términos necesarios para la exploración y producción no convencional, el potencial será significativo”.

El Jefe de Estrategia Upstream, Robert Fryklund, concluye que la exploración y valoración de recursos convencionales y no convencionales es un asunto funda- mental para mantener la producción a largo plazo, y que la cuenca Tampico-Misantla es una fuente potencial de recursos descubiertos significativos que podrían marcar la diferencia para México.

“Si bien el gobierno tiene varios desafíos para abordarla también tiene el poder y la autoridad para resolver estos desafíos, al menos en algunas áreas, y para trazar el camino en la siguiente fase de desarrollo de esta súper cuenca”.