México está en una encrucijada

Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México, tiene un desafío y una oportunidad para establecer políticas que recuperen la industria petrolera mexicana, cuya política ha sido impulsada por sentimientos nacionalistas y una preferencia por el gobierno sobre la propiedad privada, los cuales han tenido algunas consecuencias negativas. Las reformas recientes ya han logrado resultados significativos y deben ser promovidas

Por  Michael Lynch, Rigzone Contributor (Versión libre al Español)

 


Pemex ha logrado mucho a lo largo de las décadas, pero el control político sobre ella ha paralizado sus operaciones de diversas maneras. El presupuesto a menudo refleja las realidades fiscales del gobierno más que las necesidades y oportunidades de la empresa, la toma de decisiones ha generado capas de individuos con su propia agenda y la interferencia política reduce la eficiencia.

El Nuevo Modelo de Energía, promulgado en 2013, ha tenido un gran éxito y solo debe modificarse en los márgenes. El gobierno ha recibido más de mil millones de dólares en bonos de sus primeras subastas de bloques petroleros y la exploración inicial ha generado, entre otras cosas, cuatro campos offshore que deberían producir más de 300 mil barriles por día. Otros descubrimientos deberían agregarse a estos, y los ingresos del gobierno por estos desarrollos deberían ser de varios miles de millones de dólares al año, dependiendo de los precios, sin costo alguno para ellos.

El ejemplo de Venezuela es valioso, especialmente los campos marginales, donde la empresa estatal venezolana, Pdvsa, había permitido que la producción en algunos de los campos más antiguos disminuyera naturalmente, la apertura de los años noventa incluía arrendarlos a empresas privadas. Esto significó que se pusieron en marcha nuevas inversiones y métodos, que agregaron varios cientos de miles de barriles por día a la producción del país y proporcionaron miles de millones en ingresos, con un costo mínimo o nulo para el gobierno.

México tiene un potencial similar

El impulso actual en México hacia una industria mixta, con Pemex que continúa operando, a veces en conjunto con socios extranjeros, es el mejor enfoque para el gobierno y los cambios deben realizarse en base a un análisis cuidadoso, no a ideologías políticas. La experiencia ha demostrado que, si bien la industria necesita ser supervisada y regulada por el gobierno, la confianza total en lo que es, después de todo, una burocracia disfrazada de empresa petrolera, crea muchos problemas.

[perfectpullquote align=”left” bordertop=”false” cite=”” link=”” color=”” class=”” size=””]“Dado el reciente éxito exploratorio, México tiene el potencial de encontrar y producir mucho más petróleo, no necesariamente al ritmo de la industria venezolana reformada en la década de 1990”[/perfectpullquote]

La nueva administración en México tiene la opción de alentar o desalentar una mayor participación del sector privado, lo que no solo debería significar un aumento en la producción de petróleo sino un aumento en los ingresos, ya que las empresas del sector privado suelen ser más eficientes que las empresas del sector público

Dado el reciente éxito exploratorio, México tiene el potencial de encontrar y producir mucho más petróleo, no necesariamente al ritmo de la industria venezolana reformada en la década de 1990, pero lo suficiente como para proporcionar una cantidad significativa de ingresos en apoyo de los objetivos más amplios del gobierno. La siguiente figura muestra las proyecciones para la producción agregada del Nuevo Modelo de Energía basado en estimaciones del Ministerio de Energía y la Agencia Internacional de Energía.

La nueva administración tiene razón al decir que el sector privado debe ser monitoreado y regulado, pero México es fácilmente capaz de realizar ese tipo de trabajo, y las decenas de miles de millones de inversiones e ingresos, y decenas de miles de empleos bien pagados, se beneficiarían enormemente el país.