I Cumbre del Petróleo y Gas   

La industria debe seguir luchando por ganarse el corazón de las regiones

El desprestigio que por largo tiempo ha sufrido la industria petrolera fue uno de los temas centrales de la tercera sesión de la Cumbre y sus panelistas discutieron principalmente alternativas para elevar la reputación de este importante sector

Mauricio Cabrera, María del Rosario Guerra, Luis Pacheco, Amy Myers Jaffe, Erik Oswald y Hassan Nassar

 

El segundo día de la I Cumbre del Petróleo y Gas, inició con la sesión ‘Industria del petróleo y gas: impacto macroeconómico y apalancamiento de desarrollo’, de la que hicieron parte Mauricio Cabrera, Director de Cabrera y Bedoya Banqueros de Inversión; Luis Pacheco, Asesor Petrolero Internacional; Erik Oswald, Vicepresidente para las Américas de ExxonMobil; María del Rosario Guerra, Senadora de la República de Colombia; Amy Myers Jaffe, Consultora Global en Política Energética, Sostenibilidad y Geopolítica de Estados Unidos; y Hassan Nassar, Subdirector de Noticias RCN como moderador.

Mauricio Cabrera, despertó la atención de la audiencia en su intervención al mencionar que “es claro que el petróleo no es el futuro, pero sí es el presente”, haciendo referencia a que si bien el país tiene potencial para la producción de frutas, estas no pueden suplir el petróleo porque en estos momentos aportarían unos ingresos marginales.

Luis Pacheco dijo que para bajar la emisión de gases de efecto invernadero, se debe trabajar en la disminución de la demanda y no de la oferta, especialmente en el caso colombiano cuyas emisiones son mínimas en comparación con otros países.

Erik Oswald por su parte fue enfático en afirmar la necesidad de desarrollar los no convencionales “pues son una de las principales y más rápidas vías para sacar a Colombia de la pobreza, porque son pocos los recursos que tienen la capacidad de proveer ingresos, empleos y energía barata para las personas, en corto tiempo“.

María del Rosario Guerra llamó la atención sobre los efectos que puede provocar la industria petrolera bien manejada con altos estándares ambientales, los cuales son casi nulos al lado de todo el daño que provocan los atentados terroristas sobre oleoductos como el de Caño Limón – Coveñas y el Trasandino, “sin embargo esta industria tiene que ganarse el corazón de los colombianos en las regiones productoras, donde abunda la desinformación y la manipulación de parte de supuestos ambientalistas“.

Amy Myers Jaffe coincidió con la senadora Guerra que la imagen de este sector, que tanto ha aportado al país, es muy popular entre las comunidades, por lo que se deben establecer estándares para el cuidado del medio ambiente y formular una iniciativa de transparencia para comunicarse permanentemente con las comunidades, lo cual evitaría que se creen rumores.