La ética en el negocio

 

En un mundo tan globalizado como el actual, donde cada oportunidad en el negocio exige las mejores prácticas de transparencia y códigos de ética, se presenta la interesante de desarrollar y ofrecer a nuestro entorno la tranquilidad de estar interactuando en un ambiente honesto y equilibrado, en todas las áreas que esta conlleve.

Conceptualmente hablando, la ética empresarial consiste en una serie de reglas escritas o tácitas, en las que una organización basa su conducta, respuestas y acciones dentro del negocio que está llevando y en donde define, por consecuencia, lo que es bueno o no. Trata específicamente lo moral bajo principios generales y universales.

Actualmente, existen un buen número de empresas a nivel mundial que entienden la importancia de invertir en la ética como práctica indispensable para el crecimiento organizacional, desde todo punto de vista. Esta fortalece el sentido de pertenencia en sus empleados y colaboradores, transmite una mejor imagen corporativa, permite mejor acceso a financiamiento y crea espacios transparentes para la negociación, entre otras ventajas más. Aquí observamos los beneficios que se obtienen cuando se propicia un entorno enmarcado en la ética, en donde cada uno aporta lo que mejor sabe hacer y esto desencadena otra serie de resultados positivos para la organización.

Así mismo y como consecuencia de no tener las mejores prácticas sobre ética y honestidad empresarial, tenemos que una actuación deshonesta puede afectar negativamente los resultados financieros de una organización. Por ello, mientras más prácticas deshonestas existan en el negocio, menor será la inversión en este y como consecuencia, su crecimiento será muy precario o deficiente. Por tanto, en la medida que no tengamos un entorno transparente y éticamente saludable, las inversiones requeridas, serán más difíciles de ubicar y atraer.

Son muchos los estudios realizados sobre la ética y su influencia positiva en la sociedad y en los negocios, porque ella define nuestra conducta y la forma en la que interactuamos con nuestro entorno inmediato. Cada vez son más las organizaciones que entienden la fuerza de este concepto y formulan mecanismos de promoción de políticas que coadyuven a tener transparencia en todos sus procesos.
Entonces, podemos concluir que desde cualquier punto de vista, la práctica continua de la ética en el negocio, contribuye al crecimiento económico de nuestras organizaciones, crea un ambiente honesto y transparente de interacción empresarial y además fortalece el ordenamiento jurídico, del cual somos parte.

La ética, es sin duda, la mejor inversión que desde lo individual hacia lo colectivo podemos hacer, para que esta se traduzca y revierta en bienestar moral, de valores y principios, como parte fundamental en la formación de nuestras generaciones de relevo y para el crecimiento armónico de nuestro país.

Desde este gremio, conscientes del actual momento país y convencidos de lo importante que representa estar dentro de un mercado tan competido y complejo como este, promovemos de manera continua el uso de herramientas para la credibilidad y tenemos como tarea propiciar escenarios en donde el empresariado nacional esté en línea con las exigencias globales de ética y valores, apuntando a la transparencia en todos los procesos en los cuales, al momento de la reactivación de la industria petrolera, vayamos a estar presentes.

“Formemos individuos íntegros, para poder tener un país de primer nivel”

 

Francisco Arias
Presidente del Capítulo Anzoátegui de la Cámara Petrolera de Venezuela
www.camarapetrolera.org
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@CamaraPetrolera