Escasez de gasolina en Venezuela: Historia de terror

Por: Horacio Medina


 

Horacio Medina

Para la inmensa mayoría de los venezolanos el solo hecho de pensar en que llegaría el día en que no habría gasolina, resultaba, una historia alucinante y surrealista. Difícil de creer y de imaginar. Pero ese momento llegó y se ha convertido en una historia de terror que presenta miles de ramificaciones, en todo el ámbito del quehacer nacional. Una historia de terror que no terminará, hasta que el régimen forajido que la protagoniza, no salga de la escena, esperamos que para siempre.

A veces nos resulta lógico preguntarnos ¿para qué ver películas de terror cuando la realidad misma puede ser igual o incluso peor? En Venezuela, la respuesta resulta evidente, ya que, las historias ciertas que ocurren en el país superan con creces cualquier película de terror que se pueda llevar a la pantalla. Sobran los ejemplos, en todos los ámbitos del quehacer nacional para ilustrar nuestra aseveración. Temas para escoger hay muchos: Wilexis vs ‘El Gusano’; ‘Operación Gedeón’; colapso del sector eléctrico; hiperinflación; lavado de dinero; etc., etc., etc.

Sin embargo, hoy nos ocuparemos de uno de esos temas que, es al mismo tiempo una impactante historia de terror, desidia, negligencia, corrupción y traición: la escasez de gasolina.

¿Les parece que exageramos? Veamos.

Datos que hemos recabado, de manera reciente, nos indican que el índice de escasez para la gasolina en Venezuela se ubica por encima del 95%, esto en medio de una marcada reducción en la demanda, signada por la emergencia originada por el COVID19 y la alta paralización comercial e industrial derivada de la severa contracción económica.

¿Tiene esto solución a corto plazo? ¿Un problema coyuntural o estructural?

Desde nuestro punto de vista, esta situación no tendrá solución, mientras no se salga del régimen forajido que detenta el poder dado que, no se trata de un problema coyuntural, se trata de un problema estructural que requiere, para resolverlo, acciones y soluciones que este régimen forajido, ni sabe cómo, ni tiene con qué.

Comenzaremos por explicar las razones que han derivado en esta difícil situación de escasez, particularmente de gasolina.

En el año 2002, Hugo Chávez decide tomar, por la fuerza, el control de PDVSA y su renta, para lo cual despidió, entre diciembre de 2002 y junio de 2003, a 22 mil trabajadores, en lo que constituye un genocidio laboral sin precedentes ni parangón, en la historia de la humanidad.

Pues bien, entre 2002 y 2006, en tan solo cuatro años, el esfuerzo propio en producción de PDVSA perdió 1 millón 150 mil barriles por día, mientras las empresas mixtas crecieron 500 mil barriles por día, para alcanzar 1 millón 100 mil barriles diarios, es decir Venezuela concretó, en ese lapso, una pérdida neta de 650 mil barriles diarios en su capacidad de producción, y que para el lapso 2002-2020 supera los 2 millones 700 mil barriles.

Sin duda, una reducción brutal en la capacidad de producción de crudo, pero no es menos impactante, lo ocurrido en el sistema de refinación de PDVSA. En 1998, la capacidad de procesamiento de crudo en las refinerías nacionales era de 1 millón 300 mil barriles diarios, mientras que, el procesamiento de crudo a nivel nacional, en el I Trimestre del 2020, se limitó a un promedio de 160 mil barriles diarios y actualmente, mayo 2020, las refinerías de Amuay, Cardón y Puerto La Cruz, están paralizadas y El Palito apenas logra activar de manera inestable su destilación atmosférica. De modo que un país que producía, en 1998, 350 mil barriles diarios de gasolina, hoy día no produce gasolina, en ninguna de sus refinerías.

Para complementar podríamos establecer, a modo de compendio, las principales causas que nos trajeron a esta situación de escasez y caos.

  • Genocidio laboral en PDVSA que desprofesionalizó la empresa, en lo particular y debilitó al Sector Hidrocarburos en general, sometido a un nefasto, traumático e irracional proceso de expropiación (incautación o robo).
  • Desprecio absoluto por protocolos de mantenimiento preventivo y mantenimiento correctivo; desinversión; desidia; negligencia; violación de normas de prevención y seguridad industrial.
  • Muchas empresas del sector privado fueron reasignadas a empresas socialistas de producción, consejos comunales, colectivos sociales y cooperativas, afectando también al sector de distribución del mercado nacional manejado, de manera eficiente, por el sector privado, bajo regulaciones del Ministerio y la supervisión conjunta con PDVSA, acordando márgenes y estableciendo normativas claras.

Finalmente, debe quedarnos claro que, de haberse mantenido la capacidad de producción y de procesamiento que existía en 1998, no estaríamos atravesando la aterradora y alucinante crisis actual y, mucho menos la escasez de gasolina. No se trata de sanciones.

Más allá de tener que importar 3 millones 500 mil de barriles mensuales, deberían reestablecer la flota de camiones cisternas hasta las 1 mil 200 unidades partiendo de las 300 unidades operativas de hoy. Además de reparar más de 1 mil estaciones de servicio y hacer trabajos importantes en los centros de almacenaje y distribución, al mayor, a nivel nacional.

Es decir, para normalizar la distribución de gasolina en el país, se requieren grandes esfuerzos que no podrán ejecutarse, mientras se mantenga el régimen Chávez-Maduro.