Ago 11, 2022

En busca de una nueva Colombia

Gustavo Petro asumió el pasado domingo las riendas Colombia. La toma de posesión del nuevo presidente no fue una rutinaria ceremonia de traspaso de poderes porque supone un giro para el que -valga la excepción para una palabra tan manida- el calificativo histórico resulta atinado.

Publicado por El País

Más allá de los gestos, como la presencia de la espada del libertador Simón Bolívar, lo esencial es que es la primera vez que un dirigente de la izquierda y antiguo militante de la organización insurgente M-19 llega al poder en el país andino. Lo hace, además, después de más de medio siglo de conflicto armado entre el Estado y las FARC y con una vicepresidenta, la líder afro Francia Márquez, que encarna todo el simbolismo del cambio profundo que demandan millones de colombianos.

Las expectativas son enormes y uno de los retos del mandatario será precisamente lidiar con ellas. No decepcionar a quienes le apoyaron y al mismo tiempo no perder el rumbo de un barco que marca de alguna manera la ruta de la nueva izquierda latinoamericana: un movimiento muy  diverso y al mismo tiempo muy distinto a la pink tide o marea rosa de principios de siglo, empezando por su voluntad de desprenderse de la cultura extractivista e impulsar un cambio de modelo respetuoso con el medio ambiente.

De momento, Petro ha formado a un Gobierno plural con un socialdemócrata de prestigio al frente del plan económico, José Antonio Ocampo, y ha presentado una reforma tributaria que tiene el propósito de reducir la abismal desigualdad de la sociedad. Pero los desafíos no se circunscriben en el crecimiento, aun fundamental para combatir la pobreza. Deberán abordar el problema de la violencia, todavía sin resolver, la lucha contra las bandas criminales de narcotraficantes herederas de los grupos paramilitares, y la negociación con el ELN, la última guerrilla activa en Colombia. Tendrá que mejorar la presencia de la instituciones en los territorios rurales y, en definitiva, además de perseguir lo que el nuevo presidente ha bautizado como “paz total”, buscar una reconexión con la sociedad tras los vacíos que ha dejado el Gobierno de Iván Duque.