El petróleo y el gas son parte de la solución al cambio climático

El Secretario General de la OPEP, afirma que la industria del petróleo y gas desempeña un papel decisivo en la adopción de tecnología que podría reducir las emisiones de los combustibles fósiles, ya que la solución al cambio climático no es combatir el uso de los hidrocarburos, sino adoptar la tecnología para reducir la huella de carbono

Versión libre del original en Inglés por Tsvetana Paraskova/Oilprice.com

 

 

Mohamma Barkindo, el nigeriano Secretario General de OPEP, declaró a los medios de comunicación, en medio de crecientes campañas de la sociedad civil contra la industria petrolera, que cree que el petróleo y el gas son parte de las soluciones al cambio climático y la solución se basa en la tecnología, las políticas apropiadas y las decisiones corporativas. “Una combinación de estas soluciones ayudaría a minimizar el impacto del cambio climático“, dijo.

Las campañas contra la industria petrolera complican aún más la tarea de los productores de petróleo de garantizar el acceso a la energía para miles de millones de personas en todo el mundo, dijo Barkindo, según lo informado por los medios de comunicación nigerianos.

La posición de la OPEP de que el mundo necesitará petróleo y gas para proporcionar acceso a la electricidad a más de mil millones de personas, es similar a la de muchas grandes petroleras, mientras que los activistas del cambio climático se han estado movilizando en los últimos años y meses para llamar a los líderes mundiales a que presten atención inmediata a los efectos devastadores del calentamiento global.

Barkindo ha dicho que los activistas del cambio climático y sus críticas al sector petrolero son quizás la mayor amenaza para la industria petrolera en el futuro.

 Greta Thunberg calificó como su mayor cumplido que la OPEP calificara a los activistas del cambio climático como su mayor amenaza.

Philip Alston, Relator Especial de la ONU sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, dijo en un informe que, debido al implacable calentamiento global, el mundo corre el riesgo de caer en un ‘apartheid climático’, un escenario en el que los ricos se comprarán a sí mismos los peores efectos del cambio climático, mientras que a los pobres se les dejará sufrir las mayores consecuencias.