El petróleo sembrado

Por: Manuel Bermúdez Romero

                Desde hace un buen tiempo se encuentra en las bibliotecas nacionales un magnífico libro que aborda la extensa actividad petrolera acontecida en Venezuela. La obra se titula Imagen del Paisaje Petrolero Venezolano. Cien años de presencia y trascendencia, que fue editado en el 2011 como gestión divulgativa de Shell de Venezuela.

Se hizo la publicación a propósito de la conmemoración del centenario del inicio de la producción petrolera comercial mediante el pozo Zumaque 1, acontecimiento ocurrido el 31 de Julio de 1914 en Mene Grande, estado Zulia.

La esplendidez de este libro, cuyo autor es el arquitecto Pedro Romero, proviene de que propone reconocer la importancia que ha tenido y tiene el petróleo para el país y en nuestras vidas, dentro de lo cual destaca que el tema fue abordado a partir de su diversidad benéfica y del modernismo y avance social que esa presencia trajo a nosotros más allá del mensurable y conocido aporte económico que proporcionó a la nación.

El libro contribuye adicionalmente con el rescate de la memoria geográfica y paisajística donde se desarrolló la actividad, su operación técnica, la modernidad arquitectónica correspondiente, el urbanismo inaugural venezolano y la influencia social que tuvo la vida petrolera. Es un pasado acontecer que ha permanecido adormilado en archivos y bibliotecas técnicas ministeriales, y seguramente universitarias. El libro acopia, del mismo modo, un modesto pero relevante muestrario gráfico de esa valiosa historia y en 219 páginas contribuye a su recuperación para el recuerdo.

Tal muestrario lo conforman fotos, planos, dibujos, bocetos, litografías, mapas y la reproducción de algunas pinturas excelentes que expresamente Shell y Creole decidieron encargar a bien nombrados artistas (Julia Bornhorst, Adolf Dehn y Bob Wygant) hacia la mitad de aquel auge petrolífero,  todo con el  propósito de hermosear visualmente esta actividad industrial y su paisaje geográfico y humano.

De las 221 imágenes que ilustran el contenido del libro, las fotografías -éstas tienen el mayor peso gráfico de la obra- fueron tomadas por los fotógrafos Mario Alvarado, Iraida Celi, Audio Cepeda, Cruz Cerrato, María José Chávez de Scannone, Mariano De Aldaca, Ferrebus, Carlos Fuenmayor, Zoltan Karpati, Petre Maxim, Walfredo Meleán, Luis Noguera, Gedimidas Orentas, Norman Prieto, Ruy Riveros, y el propio autor del libro, Pedro Romero. Esas fotos se colectaron con apoyo en las colecciones Shell, Creole, Fundapaisaje, Mario Rodríguez, y Fototeca Arturo Lares Baralt. FotoFFoF

Los dibujos y bocetos son de Yolanda Febres, José Indriago, Pablo La Roche, Carlos Romero, María Esperanza Suárez, Richard Villalobos, y del arquitecto Fruto Vivas.

Imagen del Paisaje Petrolero Venezolano, tiene también la valía de que se le concibió con criterio incluyente, por lo cual reseña no sólo la experiencia, aporte y legado de Shell en Venezuela, sino que generosamente incorpora la presencia y contribución significativa que en el mismo sentido hicieron Creole Petroleum Corporation y Mene Grande Oil Company.

La obra, editada en tapa dura y dispuesta de modo apaisado para el mejor despliegue fotográfico, exalta la presencia petrolera, promueve su valor patrimonial y explica la conveniencia de rescatar esos avances para traerlos al presente e imprimirles renovada permanencia y consolidarlos en la memoria venezolana, pudiendo ser incluso útiles en planes de turismo programado.

Y, ciertamente, el ciudadano que haya sido observador frente el devenir petrolero nacional de más de cien años, reconocerá que su huella trascendió el taladro, la gabarra, la oficina administrativa, el taller de mantenimiento, el campamento residencial, y tomó parte en la arquitectura, el urbanismo preliminar, el diseño gráfico, el adiestramiento profesional, las comunicaciones corporativas. Al igual que en el periodismo industrial, el mundo editorial, la gerencia, las relaciones industriales, el atletismo y béisbol, la música coral, la gaita zuliana, la cultura y agricultura, entre otras trascendentes presencias.

El autor apunta en la introducción del libro: “Esta aproximación al paisaje petrolero constituye una invitación para continuar avanzando en la valoración objetiva de esta experiencia centenaria e indagar sobre su vigencia y trascendencia”.

A manera de colofón, el arquitecto Romero, también licenciado en filosofía, subraya que “se trata de apropiarse de la cultura del petróleo como uno de los legados fundamentales de nuestra historia reciente. Reconocernos en ella significa salvar los prejuicios sobre los procesos de transculturación ocurridos. Valorar objetivamente los encuentros culturales superando la consideración simplista de procesos históricos complejos. Conciencia necesaria para asumir el reto de avanzar hacia la construcción de un paisaje humanizado que trascienda por sus valores ambientales, culturales y sociales”.

Son once los capítulos integrantes del texto: Cultura del petróleo, Paisaje cultural, Paisaje venezolano, Paisaje industrial, Geografía del poblamiento venezolano, El proceso urbanizador, Los intentos de integración, Patrimonio cultural, Arquitectura petrolera, Testimonios documentales, y Los  retos del siglo XXI.

La tirada de Imagen del Paisaje Petrolero Venezolano fue de 800 ejemplares que han de estar en las bibliotecas más concurridas del país a la orden para la consulta de las  personas interesadas en la lectura de un resumen integral de la vida petrolera venezolana pasada y presente, así como para enterarse de una propuesta para el porvenir con asidero en pasado aún vigente.

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Manuel Bermúdez Romero
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