Mar 17, 2022

En mi blog de Marzo 15, 2022

El nuevo libro de Moisés Naím sobre las mutaciones del poder


 

Una elegante traducción al español.

En su anterior libro, “El Fin del Poder”, Moisés Naím nos advertía sobre la progresiva vulnerabilidad del poder, más fácil de obtener – quizás – pero también más fácil de perder. Ahora, en su nuevo libro: “La Revancha de los Poderosos”, Naím nos describe como los poderosos están logrando mantenerse en el poder mediante variantes estratégicas no muy diferentes a las que en el campo de la enfermedad ha utilizado el virus COVID 19. En cierta forma, la aparición de esa nueva especie de líderes podría definirse como una pandemia política, la cual exhibe – como los virus que afligen hoy día a la humanidad – continuas mutaciones que le permiten consolidarse en el poder y hacen menos efectivas las “vacunas” que se crean en su contra.  En palabras de Naím las fuerzas centrífugas que tienden a debilitar el poder están siendo contrarrestadas por fuerzas centrípetas que lo concentran, un choque que parece caracterizar nuestra época actual y cuyo desenlace final no está nada claro.

Según Naím los nuevos dueños del poder se rigen por unas reglas del juego muy diferentes a las que tradicionalmente facilitaron la llegada al poder de los antiguos poderosos. Apoyada por estas nuevas reglas del juego ha surgido una nueva especie política que tiene como objetivo llegar y mantenerse indefinidamente en el poder, cada autócrata combinando actitudes propias de su idiosincrasia con estrategias similares en escala global.  Naím las llama las 3P.

¿Cuáles son las tres P que menciona Naím? Son el populismo, la polarización y la posverdad. Aunque sabíamos que los populistas existían, que algunos líderes políticos se apoyaban en la polarización para lograr sus fines de dominación y que la estrategia de la desinformación, ya sin descaro o sin pudor, había adquirido características de tsunami, Naím se ha encargado de enlazar estos tres componentes a fin de ilustrar claramente la magnitud del problema que constituyen las nuevas mutaciones del poder.

Naím menciona algunas formas de conducta exhibidas por los populistas, las cuales le facilitan el ejercicio del poder, tales como la criminalización de sus adversarios, la creación de un clima artificial de amenazas externas que harían indispensable su liderazgo para combatirlas, el desprecio a los expertos y a la ciencia, el mesianismo y el progresivo debilitamiento de los controles y contrapesos institucionales. Estas y otras estrategias le abren el camino a la polarización, es decir, una sociedad dividida entre amigos y enemigos del líder. Según Naím la polarización política es expresada de manera similar al fanatismo deportivo o musical, en el cual “los seguidores de la estrella se identifican intensamente con ella y sienten aversión hacia las estrellas rivales”. El tercer componente de la nueva forma de ejercer el poder es la posverdad,un fenómeno relativamente reciente, una manera – dice Naím – de oscurecer la verdad y torcerla mediante la intensa producción de desinformación, hasta hacerla difícil de distinguir de la mentira.

La discusión de las tres P que hace Naím es iluminadora y está reforzada por casos específicos de autócratas quienes han ejercido o ejercen el poder apoyado en esos tres componentes. Naím les dedica especial atención a los ejemplos de Silvio Berlusconi en Italia, Vladimir Putin en Rusia, Hugo Chávez y Nicolás Maduro en Venezuela, Donald Trump en USA, Víktor Orbán en Hungría, Rodrigo Duterte en Filipinas y Jair Bolsonaro en Brasil, entre otros muchos casos de liderazgo autocrático basado en las tres P’s. Es un trabajo extraordinario de investigación que hace del volumen una fascinante combinación de politología con reportaje periodístico. En sus páginas encontramos visiones (insights) extraordinarias sobre estos líderes de las tres P’s, las cuales pintan certeramente a los personajes.Nos dice Naím que lo dicho por uno de ellos en algún momento bien pudiera haber sido dicho por otro. Chávez anunciándole a su esposa por televisión que esa noche le “dará lo suyo” y Trump aconsejando a un amigo como agarrar a una mujer por sus partes pudendas o como llevarse a la cama a la esposa de un amigo, revelan una mente similar. La manera como Chávez daba apodos a sus adversarios políticos para ridiculizarlos (“Frijolito”, su contendor presidencial), era la misma utilizada por Trump mucho después (Joe “el dormilón”). Chávez quería freír las cabezas del adversario en aceite mientras Trump, quería meter en prisión a Hillary Clinton (“Lock her up”). y Trump aconsejando a un amigo como agarrar a una mujer por sus partes pudendas o como llevarse a la cama a la esposa de un amigo, revelan una mente similar. La manera como Chávez daba apodos a sus adversarios políticos para ridiculizarlos (“Frijolito”, su contendor presidencial), era la misma utilizada por Trump mucho después (Joe “el dormilón”). Chávez quería freír las cabezas del adversario en aceite mientras Trump, quería meter en prisión a Hillary Clinton (“Lock her up”). y Trump aconsejando a un amigo como agarrar a una mujer por sus partes pudendas o como llevarse a la cama a la esposa de un amigo, revelan una mente similar. La manera como Chávez daba apodos a sus adversarios políticos para ridiculizarlos (“Frijolito”, su contendor presidencial), era la misma utilizada por Trump mucho después (Joe “el dormilón”). Chávez quería freír las cabezas del adversario en aceite mientras Trump, quería meter en prisión a Hillary Clinton (“Lock her up”). quería meter en prisión a Hillary Clinton (“Lock her up”). quería meter en prisión a Hillary Clinton (“Lock her up”).

Este tipo de líderes generalmente se hacían o se hacen llamar por nombres altisonantes, desde “El Comandante”, a la usanza de Fidel Castro (Chávez), hasta “Il Cavalieri” (Berlusconi) o hasta “el super bigote” (Maduro). Ecos de “Il Duce” Mussolini, El “Fuhrer” Hitler  o el “Padrecito” Stalin.

LAS CINCO BATALLAS QUE DEBERÁN DAR LOS DEFENSORES DE LA DEMOCRACIA

Al final de su exhaustivo análisis sobre las nuevas mutaciones del poder Naím ofrece una lista de las deformaciones políticas frecuentemente efectuadas en los países con liderazgos apoyados en las tres P’s y nos ofrece una receta para combatirlas. Será necesario, dice, dar la batalla contra:

  • La gran mentira

La distinción entre la verdad y la mentira será una batalla constante. Por ejemplo, la mentira sostenida por Donald Trump sobre la elección presidencial en la cual fue derrotado, la cual le ha hecho inmenso daño a la democracia estadounidense. A pesar de que ya muchos de los miembros del gabinete de Trump han abandonado esa tesis, incluyendo al vicepresidente Pence, hay millones de seguidores del ex-presidente quienes la siguen creyendo. Mañana, no importa cual bando pierda las elecciones, la mentira sembrada por Trump hará que una buena parte del electorado, ya sean los demócratas o los republicanos, pueda alegar que la elección ha sido fraudulenta, lo cual podría llevar a la nación a una nueva guerra civil

  • los gobiernos convertidos en criminales

Los líderes que utilizan las tres P’s llegan con frecuencia a convertir a sus países en forajidos, transformando instituciones en grandes mafias. Ese ha sido el caso de Corea del Norte, Venezuela, Rusia

  • las autocracias

Los regímenes dictatoriales no se contentan con ejercer el poder en sus respectivos países, sino que, con frecuencia, exhiben deseos de intervenir en los asuntos de sus vecinos, a fin de extender su influencia. Esto lo hacen tanto directamente, como es el caso de Rusia en Ucrania y Bielorrusia, o a través de los ciber ataques y las campañas de desinformación, como ha sido el caso en la salida de Inglaterra de la Unión Europea y de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016.

  • Los cárteles políticos

Los regímenes populistas tienden a la exclusión de todo adversario, ya sea individual o colectivo, manipulando los distritos electorales, negándole a la oposición toda manera de expresión, integrando el sistema judicial con sus adeptos, es decir, todo lo que haga difícil o imposible una verdadera amenaza a su continuación en el poder

  • Los relatos iliberales

Las narrativas que mezclan medias verdades con mentiras, por ejemplo, las de Boris Johnson contra la Unión Europea, de Trump contra los globalistas y ambientalistas, de Hugo Chávez contra los oligarcas, les permiten consolidar su poder.

Naím termina su extraordinario libro diciendo: “Para ganar la guerra a los autócratas 3P vamos a necesitar el valor revolucionario y la creatividad que engendraron la democracia representativa moderna. Si fracasamos, dejaremos a nuestros hijos y nietos un mundo que poco a poco se irá alejando de los principios de libertad y autogobierno que deberían ser su legado. Por eso no nos queda otra opción que ganar esta guerra”.

Publicado por Gustavo Coronel

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