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PETRÓLEO: ¿EL NIÑO MALO DEL SIGLO XXI?


 

En su relato “JFK”, el Maestro Borges nos habla del portentoso y frágil destino humano. En el siglo XXI se agudizan estas dos características. Por una parte, los adelantos de tantas tecnologías nos indican la potencialidad de llegar hacia una etapa superior de la civilización. Contrariamente, la bomba atómica, la contaminación y el cambio climático, entre otros factores, amenazan como nunca antes la permanencia del ser humano en el planeta.

Cada día hay más misiles y aviones cargados con bombas atómicas. ¿Es exagerado afirmar que en pocos años cualquier loco podrá comprar un arma nuclear en cualquier ferretería? O cualquier jefe de estado irresponsable…

En cuanto al cambio climático, presenciamos por ejemplo, el derretimiento de los polos. La nueva economía del Ártico es una realidad. Cinco o seis países adelantan turismo, fábricas, minería, explotación petrolera. Hasta China planifica trasladarse por esa zona hasta Europa, ahorrando kilómetros al obviar el canal de Suez. Si la temperatura promedio del planeta sube tres o cuatro grados antes de fin de siglo, la humanidad asistirá a la desertificación del Amazonas, las zonas agrícolas pasarán a ser Canadá y Siberia. Además, los huracanes serán devastadores. Y si el mar sube medio metro de nivel, muchas ciudades costeras desaparecerán. 

Todos culpan al petróleo; pero el problema es más profundo. La minería ilegal, la contaminación de los ríos, el acabose de los bosques y la sobreexplotación de los mares no tiene nada que ver con los fósiles.

Hay que ir a las causas antes de buscar las soluciones.

Este es el mundo que le estamos ofreciendo a nuestros niños. Los que nazcan hoy tendrán 78 años en el 2100. ¿Fin de la historia? Bombas, contaminación y clima. La humanidad escoge.

TRANSICIÓN ENERGÉTICA

La madera fue el combustible de la civilización por miles de años. Ya en el siglo XVIII los bosques tendían a desaparecer. El famoso bosque de Sherwood de Robin Hood no era ni su sombra. Y menos la boscosa Europa que atravesó Julio César antes de cruzar el Rin. La madera se estaba agotando y su escasez como combustible fundamental amenazaba a la civilización con un regreso a la edad de piedra, tal como sucedería hoy si dejáramos de utilizar la energía fósil. Pero el carbón llegó a tiempo en Europa y además transformó la civilización. La sintonía del carbón, la máquina de hilar, los barcos de vapor y el acero, generaron la primera revolución industrial. El mundo comenzó a girar a una velocidad nunca vista.  

Sin embargo, la contaminación que generó el carbón fue terrible. Las ciudades industriales eran de hollín. En el siglo XIX el petróleo sustituyó al carbón. Más limpio, más económico y más poderoso. Los tres factores que se requieren para el cambio de patrón energético.

 La primera Misión del petróleo fue “alumbrar al mundo” sustituyendo las lámparas de aceite de ballena, de cebo y de gas de carbón por otras de kerosén, que eran más limpias, económicas y potentes.

A finales del siglo XIX, Edison inventó el bombillo… y apagó a la industria petrolera. La alianza de Rockefeller con Ford (entre muchos otros), generó una nueva era. Ahora la Misión del petróleo era “mover al mundo”. Se generaron las dos industrias prototipos del siglo XX: la automovilística y la aviación.

A partir de los años cincuenta la velocidad depredadora de los seres humanos se hizo mayor que la capacidad de la naturaleza para reponerse.   

Por su parte la quema de fósiles genera CO2, que contribuye al efecto invernadero, al calentamiento, a la contaminación. Pero, además el ganado también genera gran cantidad de metano, al igual que los subproductos de muchas industrias contaminan el medio ambiente y calientan la atmósfera.

Y de paso … país grande, contaminación grande.

Lo cierto es que hoy, los seres humanos dañamos el ambiente, y generamos mucho más dióxido de carbono que el que puede asimilar el planeta. Para la civilización llegó la hora no solo de sustituir sus fuentes de energía, sino cambiar los modos de producción no sustentables y las políticas ambientalistas.

Se requieren energías alternas que sean más limpias, más económicas y más poderosas energéticamente que los fósiles. ¿Llegarán a tiempo? Hay mucha preocupación. Es urgente lograr una transición energética efectiva. Es el gran deseo del mundo.

LAS MATRICES ENERGÉTICAS

Sin embargo, “deseos no preñan”. Las matrices energéticas, que nos muestran la procedencia de las fuentes de energía, nos indican que los fósiles (carbón, petróleo y gas) representan casi las tres cuartas partes. Hay muchas proyecciones (cada quien de acuerdo a su perspectiva) de cómo cambiará la matriz energética. Pero lo único cierto es que no ha surgido una tecnología disruptiva que logre un crecimiento que sustituya significativamente a los fósiles.

Muchos plantean que el pico de demanda del petróleo se dará en unos diez o quince años. Pero eso no quiere decir que no se utilizarán más hidrocarburos. El carbón fue sustituido por el petróleo hace más de un siglo y todavía representa una de cada cinco unidades de fuente de energía.

Por ahora las energías solar y eólica están resultando más económicas que los fósiles para generar electricidad; pero presentan inconvenientes por variación del calor solar o de los vientos.

Del resto… mucho deseo. Comunidades importantes han prohibido el uso de vehículos impulsados por gasolina para el 2030. Algún analista planteó que tendrán que revertir las medidas porque los hidrocarburos no podrán ser sustituidos tan fácilmente (recordemos: más limpio, más económico y más potente energéticamente), y que estas medidas lo que generarán es desinversión en los hidrocarburos, y devendrán en escasez y precios más altos en el futuro.

DESCARBONIZACIÓN

 En el año 2015 se aprobó el Acuerdo de París, 195 países acordaron esfuerzos para limitar el incremento de la temperatura global a 2 °C a finales de siglo. A tal efecto, se hacía imperativo adelantar procesos de descarbonización, es decir reducir fundamentalmente las emisiones de dióxido de carbono (CO2), a la atmósfera.

En el control de CO2 hay adelantos, pero lejos de una tecnología disruptiva. Igual sucede con las energías alternas. Parece un juego trancado. Por otra parte, si se logra descarbonizar significativamente la producción de energía fósil, habrá petróleo para cien años.

Nada de raro tendría que la energía alterna que sustituya al petróleo sea …  el petróleo descarbonizado. Cosas curiosas como aquella de Estados Unidos que consiguió una aproximación a su independencia energética del petróleo, en el mismo petróleo… de lutita.

Seguramente los hidrocarburos seguirán siendo negocio por algunas décadas. Más si se logra descarbonizar significativamente sus procesos.

Con petróleo o sin petróleo, es la hora de políticas energéticas globales y de decisiones de organismos internacionales vinculantes en aspectos ambientales.  

El planeta está enfermo y Gaia es un ser vivo dispuesto a expulsarnos para continuar su ruta. Los seres humanos somos apenas un accidente y la tierra puede seguir sin nosotros. Además, para el análisis hay que tomar en cuenta la influencia de los ciclos naturales del planeta en el calentamiento.  

LA ESTRATEGIA ES GLOBAL

Es la hora de estrategias integrales. La descarbonización (ni en el supuesto que sea muy eficiente) no basta. Hay que desarrollar la economía circular para lograr crecimientos sostenibles: alargar el ciclo de vida de los productos, aprovechar los residuos, establecer modelos de producción más eficientes y amigables con el ambiente.

Es hora de rescatar valores, de tomar conciencia de nuestra capacidad depredadora, de castigar la minería ilegal, la pesca sobre explotadora, el mal uso de los recursos. Es imperativo diseñar estrategias productivas y ambientales, y redefinir la gobernabilidad mundial.

El petróleo ha cargado con toda la culpa; pero hay otros “niños malos”: la depredación que destroza bosques, ríos, mares, aire, vidas; la producción no sustentable, la indiferencia… la decadencia de los valores.

El siglo XXI será un siglo de transición o de acabose. Sería muy triste que los seres que hemos generado esta civilización tan prodigiosa, fuéramos sustituidos por las cucarachas.

En nuestras manos está hacer que los necesarios cambios lleguen antes que el daño sea irreversible, para que para que como dice la biblia, nuestros hijos y nietos y más allá puedan… heredar la tierra.

PD: Hoy abrimos, y cerramos la columna con el Maestro Borges. Cuando murió su madre, de 99 años, alguien al darle el pésame le dijo que era una pena que no hubiera llegado a los cien. Borges le respondió: “Me parece que usted exagera los encantos del sistema decimal.

Pero exagerados somos, y no puedo evitar celebrar que este blog llega hoy a 500 ediciones. Todas llenas de pasión por Venezuela. Por rescatar la democracia y reconstruir este gran país.

Además de estos 500 artículos, agregamos los cerca de 300 durante seis años en el Diario 2001, y unos setenta de “Crónicas del Paro”, cuando en el año 2002 iniciamos esta odisea tan larga que tanto nos ha enseñado.

Cerca de mil artículos, a los que esperamos llegar y celebrar … en democracia.

Gracias a todos por el constante estímulo y la gigantesca paciencia.

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Venezuela merece una industria petrolera de primera, que sea capaz de contribuir a la construcción de un país de primera. ¡Hasta cuándo!

Esta columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.

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CURRICULUM VITAE / RAFAEL GALLEGOS CASTRO

Ingeniero de petróleo, Consultor Gerencial Independiente, Facilitador de talleres a empresas y columnista semanal en la prensa nacional. Ha dictado alrededor de 400 talleres de Gerencia y de Petróleo. Consultor Gerencial.

Profesor invitado en el Programa Internacional de Gerencia de Hidrocarburos en el IESA. Profesor invitado en programa de CENDECO Entorno Social, en la Universidad Metropolitana. Coordinador De Diplomado “Diplomacias, Petróleo y otras formas de Energía”, en la UCV. Coordinador Del Diplomado “Venezuela Energética” en la UCAB. Charlista de “El entorno como componente estratégico del negocio” ante ejecutivos de PEMEX en Villahermosa, México.

Trabajó 23 años en PDVSA donde se desempeño como operador en los campos petroleros e ingeniero de yacimientos y de planificación en las áreas de Oriente, Zulia y Barinas y Apure. Fungió Jefe de Planificación de Operaciones en Corpoven Barinas, Consultor Gerencial de Mejoramiento Continuo de Corpoven, Líder de Inversión Social de PDVSA EyP, Gerente de Asuntos Públicos de PDVSA SUR, Gerente General de AC Voluntariado de PDVSA y líder de proyecto de microempresarios del CIED ( COFIE oriente).

Coautor (en conjunto con Eddie Ramírez) del libro: “Petróleo y gas, el caso Venezuela”, año 2015. Ha sido coautor de libros/compilación de diversos autores acerca de Gerencia y Responsabilidad Social. Columnista semanal del Diario 2001 desde el año 2005 hasta el 2011. Actualmente publica artículos semanales en su Blog “Petróleo sin Reservas”, que son reproducidos en los periódicos digitales de Estados Unidos: Informe21, Diario de Caracas y El Punto News.

Se graduó de Ingeniero de Petróleo en la UCV en 1979 y realizó estudios parciales de postgrado en Finanzas en la misma universidad en los años 1983 y 1984.

Es miembro del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (SVIP), del sindicato de trabajadores petroleros Unapetrol, miembro Fundador del Centro de Orientación de Energia (COENER), y miembro del Equipo Coordinador de Gente del Petróleo.

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