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LAS SANCIONES DE LA “REVOLUCIÓN”

Por: Rafael Gallegos

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El que tenga ojos que vea, decía el “gigante” de la “revolución”. Hoy, todos estamos de acuerdo en que por más que se intente edulcorar el panorama solo se ve una Venezuela en la inopia, como diría Rómulo Betancourt.

Y como lo que está a la vista no necesita anteojos, ya el gobierno no osa defender su ejecutoria. Sabe que sería ridículo hablarle de alimentación a un pueblo hambriento, o de trabajos a un pueblo desempleado; o de sueldos, salarios y pensiones a un pueblo sin ingresos siquiera medianamente indecentes.  Y que conste el pueblo son usted, su vecino y yo.

Por ello el gobierno, como carece de logros “revolucionarios”, se limita a mostrar excusas y culpables. Excusas nada originales, las mismas que tienen sesenta años exponiendo los jefes y panas del comunismo cubano: las sanciones, el bloqueo y la guerra económica… ¿Qué tal?

Y en cuanto a los culpables, idem. También los mismos que ha usado Cuba por décadas:  la oligarquía y el imperialismo. Sólo que antes el imperialismo se llamaba Kennedy, Johnson y Nixon, y hoy se llaman Obama, Trump o Biden, con el agregado de sus “lacayos” Uribe, Duque y por supuesto Guaidó o María Corina, entre otros que cuando Fidel Castro se llamaban por ejemplo Tomic, Frei, León Valencia, Arosemena, Lleras Restrepo, López Mateos y tanto presidente demócrata latinoamericano.

Y en Venezuela se llamaban Betancourt, Caldera, Leoni, o Carlos Andrés Pérez, a quienes jamás les perdonó la revolución cubana la monumental derrota que le propinaron a la guerrilla, que les impidió la utilización de Venezuela como cabeza de puente del comunismo soviético, del que Fidel Castro era fiel servidor y constante “martillo” (botó la hoz del comunismo y sin ningún rubor adoptó el martillo por años).

 ¿CUÁLES SANCIONES?

Hay que analizar a fondo y llegar a la primera causa de las cosas para no seguir echando los mismos cuentos y obteniendo los mismos resultados. Dicen que nunca se toca fondo; pero Venezuela no se puede dar el lujo de seguir cayendo en el foso. Hay que buscar la causa real de lo que nos acontece.

Las sanciones de Trump no son la torta. Son apenas la guinda. Y entonces, ¿cuáles sanciones son las causantes de este estado de cosas? Veamos Causales y Efecto de cada sanción para poder extraer conclusiones valederas.  Comenzaremos con las algunas y solo algunas de las sanciones de Chávez, que originaron este desaguisado que padecemos.

Sanciones a empresas

–      Causales: Exprópiese, Empresa parada empresa tomada, ser rico es malo…

–       Efecto: Empresas cerradas, o quebradas. Apenas quedan el 25 % de las existentes en 1999…. Desempleo (no hay dónde trabajar), y hambre (porque no se trabaja)

Sanciones agropecuarias

–      Causales: invasiones, expropiaciones de haciendas en marcha, solicitud de títulos hasta la independencia, método chaaz, tomas pistola en cinto.

–      Efecto: Haciendas improductivas, campesinos desempleados. Más hambre. 25 % de la producción agropecuaria de 1998.

Sanciones a Pdvsa

–      Causales: Las colitas de Pdvsa, Pdvsa es una caja negra, la expulsión de 23.000 técnicos de Pdvsa con la confesión “Yo provoqué el paro” (a confesión de parte relevo de pruebas), Pdvsa es doja dojita.

–       Efecto: desempleo, persecución, refinerías desvalijadas, producción de petróleo y gas en la quilla…. País sin gasolina, sin diésel, sin gas oil, sin divisas… (y recuerden que el “gigante” provocó el paro). Hambre.

Sanciones al BCV   

–      Causales: “Un millardito”, eliminación de autonomía del BCV, impresión de dinero inorgánico, emisión de dinero plástico.

–       Efecto: dilución del bolívar, hiperinflación, hambre, sueldos y pensiones más bajos de América y veinte veces por debajo del mínimo de sobrevivencia determinado por la ONU, hambre, desnutrición… más hambre.

Estas sanciones fueron todas, provocadas por el gobierno. Allí no tienen nada que ver Trump, ni Obama y menos Biden. Estas sanciones provocaron el país marasmo y la desvertebración que hoy lo caracteriza. Y si las asociamos con los medios de comunicación desaparecidos, con el ventajismo electoral y la licuefacción de las instituciones, llegamos a la conclusión que las sanciones más efectivas de este proceso de destrucción han sido provocadas por el gobierno.

Elemental querido Watson.

¡Ah!, y hay una Sanción en pleno desarrollo: las vacunas.

Veamos: la gente de Guaidó compra las vacunas…. el gobierno las descalifica… y dice que no necesitamos limosna … Venezuela se queda sin millones de vacunas… como siempre lo venezolanos “resistiremos con dignidad” (fotocopia del gobierno cubano) y tal vez en el 2023 condecoren a los sobrevivientes como los héroes de la resistencia al coronavirus.

Mientras tanto… ellos ya se vacunaron. O sea… J.

PREGUNTAS PARA INOCENCIOS

¿Las sanciones de la “revolución” fueron producto de errores, o simplemente el cumplimiento de la Destrucción Estratégica   para comerte mejor y permanecer forever en el poder?

¿El mismo “error” de Cuba?

ABAJO SANCIONES

Las sanciones norteamericanas y europeas, que sí existen, llegaron tarde para la destrucción. Venezuela Ya estaba en la inopia.

Ya se habían ido millones de jóvenes capaces de reconstruir al país, las refinerías estaban desvalijadas, al igual que Pdvsa y el agro y el parque empresarial. Ya Venezuela era el 25 % de lo que había sido.

Es decir, las sanciones del imperio no son las culpables de lo que sucede en Venezuela. Repetimos, son apenas la guinda, la torta ya la había puesto el gobierno.

Las sanciones son una excusa. Si mañana las eliminaran, las empresas seguirían en la inopia, ídem las refinerías y el diésel y el gas y la gasolina. no vendrían inversionistas serios, el agro seguiría hambriento y los hospitales enfermos.

El gobierno, desnudo porque no podría solucionar ni un problema fundamental, comenzaría a buscar nuevos culpables para justificar su desastre.

O a agudizar la represión.

EL ANTÍDOTO

No nos engañemos, la única manera de superar este estado de cosas en un paquete que incluya:  reglas claras y   seguridad jurídica que generen confianza, democracia, reinstitucionalización, respeto, alternabilidad, elecciones limpias, democracia y otros aspectos.

Preguntémonos, ¿cuál de estos aspectos, imprescindibles para la recuperación del país, lo impiden las sanciones? … Ninguno, lea bien, ninguno.

Otra pregunta, ¿cuál de estos aspectos está dispuesto el gobierno a otorgar? … Tendría que negarse, dejar de ser lo que ha sido en estos 22 años que ya casi alcanzan a Juan Vicente Gómez.

Las sanciones “criminales” no son la causa, son la excusa. Todo el pueblo lo sabe. Nadie les cree.

Es tiempo de verdades. Ya basta.

PD: Ya está en Amazon “CONSTRUCCIÓN Y DESTRUCCIÓN DE UN PAÍS. Presidencias de Venezuela 1920-2020”, escrito por Eddie Ramírez y el suscrito. Un análisis de las causales de nuestro presente para enfocar las soluciones. Porque sí hay salida.

Esta columna se publica en los medios digitales El Diario de Caracas e Informe 21, así como en la revista Petroleum.

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