Arabia Saudita: Visión 2030

Por: Jorge Zajia | jzajia@petroleumag.com


 

Jorge Zajia

Jorge Zajia | Editor in Chief

A mediados del 2016, Arabia Saudita empezó a dar forma al desarrollo de un plan a largo plazo con el objetivo, claro y preciso, de reducir la dependencia del petróleo, desarrollar las inversiones en otras áreas de su economía e incrementar sustancialmente las exportaciones no petroleras, desde esa fecha hasta el 2030.

En esa oportunidad, el Consejo de Ministro del reino anunció la aprobación del plan denominado “Proyecto de la Visión de Arabia Saudí 2030”, con el objetivo de diversificar su economía y planificar el camino a transitar en los próximos 15 años, que incluían la venta de hasta un 5% de su formidable empresa petrolera Saudí Aramco y sus filiales, y la colocación de sus acciones en la Bolsa de Valores.

Tenemos adicción al petróleo y eso es muy peligroso”, argumentó en esa oportunidad el Príncipe Mohamed Bin Salman, al asegurar que el plan de reformas “Visión 2030” no dependería del mercado petrolero –“que ha retrasado el desarrollo de otros sectores”-, y que la sola flotación del 5% de sus acciones le proporcionaría al reino la suficiente liquidez para afrontar los avatares de las fluctuaciones de los precios del preciado carburante.

Aunque las reformas sociales y políticas son menos ambiciosas, el Plan era convertir a Arabia Saudita en un centro mundial de la cultura, el turismo y los negocios, montado sobre una plataforma más abierta de desarrollo endógeno, empleo y consumo, con mayor capacidad de sostenibilidad económica que la que le ofrece el petróleo.

El plan “Visión 2030” contemplaba sobrevivir sin los ingresos que le genera el petróleo para el año 2020, lo que implicó la creación de un mega fondo soberano de US$ 2 billones. En ese momento los sauditas contaban con un fondo de US$160.000 millones, una miseria comparado con el de Noruega que en el 2016 registraba US$865.000 millones. En ese momento, Saudí Aramco era la empresa con mayor valoración económica del mundo, superando hasta 3 veces a Apple.

Cuando se aprobó el Plan a mediados del 2016, los jerarcas del reino saudita manifestaron muy optimistas, que esperaban convertirse en un modelo para el mundo en todos los niveles y han motivado a sus habitantes a trabajar duro para materializar ese plan que es bastante ambicioso. Según ellos mismos pregonan, el plan “Visión 2030” no requiere un gran gasto estatal, sino una reestructuración de los sectores gubernamentales.

El Príncipe Bin Salman en esa oportunidad -2016-, con sobrado orgullo y nada de humildad, proclamó que un aumento en los precios del crudo respaldarían el plan, pero no tendrían un efecto en él; para anunciar a los cuatro puntos cardinales que “Necesitamos el petróleo, pero nosotros viviremos en el año 2020 sin el crudo”.

Dejamos hasta aquí, por ahora, esta nota editorial (basada en un artículo escrito por Heglenys Perozo, publicado en Petroleum 317, Junio 2016), a la espera que se desarrollen las consecuencias de los acontecimientos originados por la pandemia del Covid 19, que ha incidido radical y profundamente en todo el cuadro social, político, económico y cultural de la humanidad.