A cuarenta años de Pérez Alfonzo (y IV) | Blog núm. 410


 

Pérez Alfonzo pasó al retiro en su quinta “Camurana”, ubicada en la urbanización Los Chorros. Desde allí, se convirtió en una especie de conciencia nacional. Convocaba ruedas de prensa que salían publicadas en primera plana.  Hablaba sobre la extrema desigualdad existente en Venezuela, las pirámides poblacionales, el extremo poder del presidencialismo, la incapacidad de construir una sociedad independiente de los recursos petroleros, el excesivo consumismo, la galopante corrupción, la duda pública, el excesivo gasto corriente, el fracasado modelo de país… nada humano le era ajeno. Era conocido como el sabio de Los Chorros.

Su gran autoridad moral procedía de su talento, de su vida ejemplar y de la manera tan desinteresada como se entregó a la política. Fue varias veces  propuesto como precandidato presidencial y se negó de plano.  Decía que no estaba capacitado para ser  nuestro presidente porque… los venezolanos no éramos suizos.

En 1975 se nacionalizó la industria petrolera venezolana. Para muchos esa fue la culminación de las políticas de participación que había impulsado JPPA por décadas. Sin embargo es importante destacar que en esos años muchos países exportadores de crudo nacionalizaron sus industrias petroleras.

 En Venezuela el proceso se realizó con  la participación de los partidos políticos de todas las tendencias, los  gremios, las academias, una amplia representación nacional. La Ley fue producto de gran consenso. Sin embargo, a la hora de los detalles surgieron serias discrepancias, en las que jugó un importante papel Pérez Alfonzo.  

NACIONALIZACIÓN “CHUCUTA”

El Artículo Quinto de la Ley de Nacionalización preveía que en casos excepcionales se podrían aceptar el capital privado. Este detalle que parece hoy hasta irrelevante, en aquel momento generó una fuerte polémica. Los partidos situados más a la izquierda del espectro político argumentaron que daría al traste con la nacionalización porque le dejaba una puerta abierta a las transnacionales. Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y los principales líderes lo consideraron necesario. El artículo fue aprobado con el voto salvado del MAS, PCV y otros partidos. A raíz del artículo, Juan Pablo Pérez Alfonzo calificó al proceso como una nacionalización chucuta.

También generó polémica el pago de indemnizaciones a las transnacionales, que algunos consideraron exageradas, y los Convenios Tecnológicos que permitieron a las casas matrices asesorar a la naciente empresa.

Pérez Alfonzo dio la impresión de dar un viraje a la izquierda en sus años postreros. El libro “El Desastre”, que muestra una conversación de lujo con Domingo Alberto Rangel, refleja claramente ese fenómeno.

LOGROS DE LA NACIONALIZACIÓN

El proceso de nacionalización del petróleo tuvo logros extraordinarios. Entre ellos el Cambio de Patrón de Refinación que permitió incrementar la extracción de gasolina desde el 15% hasta el 45% por barril procesado, incrementando la producción de gasolina en 200.000 barriles por día sin producir volúmenes  adicionales. La integración de las refinerías de Amuay y Cardón generando el Complejo Refinador de Paraguaná que optimizaba los procesos y maximizaba las ganancias.  La Internacionalización, compra de refinerías y estaciones de servicio en Estados Unidos y Europa que permitirían trasladar nuestros crudos pesados desde el pozo hasta los tanques de gasolina en los centros de consumo internacionales,  “de la vaca a la boca”. El desarrollo del crudo extrapesado de la Faja, los Mejoradores que eliminaban carbonos de ese crudo,  haciéndolo más livianos y dejándolos en condiciones de ser  procesados en refinerías. El Condominio Jose. Los trenes de gas que extraían y separaban los líquidos del gas. El desarrollo de las áreas nuevas Apure y Monagas. El Intevep, gran centro de investigación que además patentó  la Orimulsión. El Cied, premiada como la mejor universidad corporativa del mundo. La Responsabilidad Social Corporativa que permitía transmitir  la prosperidad de la empresa a las zonas aledañas. Ah! y la producción ya iba por más de tres millones de barriles diarios y se encaminaba hacía casi seis millones… en 25 años y con venezolanos Pdvsa se transformó en un emporio energético. La segunda empresa petrolera del mundo.

Paradójicamente, en medio de estos extraordinarios logros corporativos se cumplía el Efecto Venezuela de JPPA. Venezuela se descompensó, se aflojaron los resortes morales, afloró la marginalidad. El petroestado hizo estragos y sirvió de caldo de cultivo para el advenimiento de un mesías cuyos efectos hoy padecemos.

Hay que registrar para los análisis históricos que  el desastre que vino después, la Pdvsa “revolucionaria”, no tiene nada que ver con estos logros de la nacionalización petrolera, una de los maravillosos productos que nos dejó la República Civil.

 También hay que aclarar que la salida de la quiebra petrolera que hoy padece Venezuela no es el regreso a la Pdvsa del siglo XX. No hay que confundir la nostalgia con la estrategia.

EL LEGADO  DE JUAN PABLO PÉREZ ALFONZO

Un legado moral… luchó desde sus principios. De manera honesta y vertical, sin concesiones a la politiquería.

Un legado nacionalista… sus acciones estuvieron enmarcadas en lograr los mejores beneficios para su país. Cuando intentaba una mayor participación fiscal de la industria petrolera buscaba una justa repartición de beneficios. Cuando hablaba de participación de los venezolanos en el negocio, quería que los venezolanos aprendiéramos a manejar nuestros recursos.

Un legado de valentía… asumió la cárcel y el exilio por defender la democracia y la justicia. Se  enfrentó a las mayorías cuando salvó el voto en la Ley de 1943.  En medio de la borrachera colectiva de los altos precios de los setenta, propuso disminuir  la producción de petróleo para evitar el Efecto Venezuela.

A JPPA hay que estudiarlo en su época para vislumbrar su grandeza. Es un error retrotraerlo  estos  días.

Un gran venezolano que cuya interpretación enriquece nuestras vidas. Hay que evitar que  su legado y el de otros grandes venezolanos finalice como lamentablemente va quedando por ejemplo, el de Don Rómulo Gallegos… no como  el de un gran escritor,  sino como una secundaria avenida del este de Caracas.

PD: Acaba de fallecer otro gran petrolero y gran venezolano, el Dr. Aníbal  Martínez. Paz a su alma. Su vida… también deja un maravilloso legado.

Ojalá éste no se limite a una avenida. 

 

CURRICULUM VITAE / RAFAEL GALLEGOS CASTRO

Ingeniero de petróleo, Consultor Gerencial Independiente, Facilitador de talleres a empresas y columnista semanal en la prensa nacional. Ha dictado alrededor de 400 talleres de Gerencia y de Petróleo. Consultor Gerencial.

Profesor invitado en el Programa Internacional de Gerencia de Hidrocarburos en el IESA. Profesor invitado en programa de CENDECO Entorno Social, en la Universidad Metropolitana. Coordinador De Diplomado “Diplomacias, Petróleo y otras formas de Energía”, en la UCV. Coordinador Del Diplomado “Venezuela Energética” en la UCAB. Charlista de “El entorno como componente estratégico del negocio” ante ejecutivos de PEMEX en Villahermosa, México.

Trabajó 23 años en PDVSA donde se desempeño como operador en los campos petroleros e ingeniero de yacimientos y de planificación en las áreas de Oriente, Zulia y Barinas y Apure. Fungió Jefe de Planificación de Operaciones en Corpoven Barinas, Consultor Gerencial de Mejoramiento Continuo de Corpoven, Líder de Inversión Social de PDVSA EyP, Gerente de Asuntos Públicos de PDVSA SUR, Gerente General de AC Voluntariado de PDVSA y líder de proyecto de microempresarios del CIED ( COFIE oriente).

Coautor (en conjunto con Eddie Ramírez) del libro: “Petróleo y gas, el caso Venezuela”, año 2015. Ha sido coautor de libros/compilación de diversos autores acerca de Gerencia y Responsabilidad Social. Columnista semanal del Diario 2001 desde el año 2005 hasta el 2011. Actualmente publica artículos semanales en su Blog “Petróleo sin Reservas”, que son reproducidos en los periódicos digitales de Estados Unidos: Informe21, Diario de Caracas y El Punto News.

Se graduó de Ingeniero de Petróleo en la UCV en 1979 y realizó estudios parciales de postgrado en Finanzas en la misma universidad en los años 1983 y 1984.

Es miembro del Colegio de Ingenieros de Venezuela (CIV), de la Sociedad Venezolana de Ingenieros de Petróleo (SVIP), del sindicato de trabajadores petroleros Unapetrol, miembro Fundador del Centro de Orientación de Energia (COENER), y miembro del Equipo Coordinador de Gente del Petróleo.